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Qué comprar ya (y qué no) para ahorrar en Navidad: cordero, gambas, solomillo, pularda, besugo...

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Qué comprar ya (y qué no) para ahorrar en Navidad: cordero, gambas, solomillo, pularda, besugo...

Cordero, besugo, percebes, capones y pulardas, jamón ibérico, salmón ahumado, angulas, langostinos... En mayor o menor medida, algunos de estos productos forman parte de las listas de la compra de muchos españoles para Navidad. Aún sin saber qué tipo de fiestas nos encontraremos en diciembre (y si podremos reunirnos con facilidad o no), pensar de antemano es una buena forma de no llevarnos sorpresas de última hora.

En otras ocasiones te hemos hablado de las ventajas de congelar, ya sea carne, pescado o marisco -e incluso verduras o conservar setas-, más aún cuando nos acercamos a una fecha incierta y no queremos renunciar a ahorrar algo de dinero.

Algo que en este año se antoja más importante que nunca por ese baile de cantidades y fechas. Sabemos que el producto fresco es más sencillo de manejar y nos da más garantías organolépticas que el congelado, pero también suele sufrir fluctuaciones en las semanas previas a las fiestas, por lo que no hay cordero, besugo, virrey o langostino que no sea más caro el 23 de diciembre por la mañana que el 14 de diciembre.

Este 2020, además, tenemos una nueva variable por la que creemos más conveniente que nunca que compres con antelación -en la medida de lo posible- tu cena de Nochebuena, Nochevieja o incluso el Día de Reyes: evitar aglomeraciones innecesarias. No somos adivinos -ni lo pretendemos-, pero la aparición del coronavirus hace que las clásicas estampas navideñas -véase las calles del centro a reventar antes de Navidad o los mercados en la mañana de Nochebuena- no sean tan deseadas, y posiblemente no sean factibles.

Labores de pitoniso aparte, hay otra peculiaridad de este 2020 que, de una forma más cercana, pueda hacer que ciertos productos típicamente navideños sean más baratos que en otros años. Es el caso de productos muy demandados en hostelería y que, al haberse vendido peor o por tener excedentes, pueden estar mejor de precio en estas Navidades, como podría ser el caso del jamón ibérico.

Por eso motivo nos sumergimos en el Mercado de las Maravillas, uno de los más populares y grandes de Madrid, para ver cómo está el género a 45 días de Navidad y comprobar cuánto podríamos ahorrar si compramos hoy.

Carnes frescas

Carnes Frescas

Solomillos, corderos lechales, cochinillos y aves -desde el pavo a la pularda, pasando por el capón o el pollo- siempre suelen estar presentes de alguna manera en las comidas o cenas de Navidad. Los asados suelen llevarse buena parte de este protagonismo porque permiten alimentar a muchos personas y por tener esa consideración de plato de fiesta.

Comprar antes de tiempo y congelar nos ahorra algunos euros (aunque no nos saca de pobres), pero sobre todo nos evita tener que meternos en un mercado el día de Nochebuena entre carritos y empujones.

Corderos y cabritos

Paletilla

Dos son las reinas de la Navidad en este sentido: paletillas (más caras) y piernas (más baratas), y también cambia si hablamos de cordero lechal (más caro y más pequeño), recental (más grande y más barato) o ternascos. También cabe mencionarse las chuletas -sean de palo o riñonada- que en el caso del lechal son el corte más caro, aunque tiene menos demanda navideña.

Si vamos a la paletilla ahora la podemos encontrar entre los 15 y los 18 euros, cifra que en las fechas previas a Navidad puede llegar a superar los 25 euros, plantándose incluso en los 30, que también son compartidas por el cabrito.

La pierna es una opción más barata, encontrándose entre los 12 y los 15 euros (según puesto) pero que en fechas casi navideñas puede rondar los 18 euros el kilo si hablamos de lechal. En el caso del recental será algo más barata (ahora la encontramos entre los 10 y 12 euros, pero puede llegar a los 18 euros en diciembre). En cualquier caso, comprar cordero por anticipado siempre será más barato, aunque perdamos su frescura inicial.

Como detalles extra cabe destacar que la mejor época del año para comprar chuletillas son estas fiestas, puesto que la demanda de pierna y paletilla para el asado obliga a un sacrificio mayor. El último consejo es comprar corderos en medios o enteros, ya que el precio en conjunto (unos 19€/kg) compensa, puesto que la mayor parte de la canal (cerca de un 40%) de cordero está en las chuletas, que son la parte más cara. En cuanto a raciones de lechal, lo normal es una paletilla por persona -o una pierna si es de buen comer-. Si vamos al recental, con una pierna comen dos personas. Y si nos vamos a nuestras seis claves para hacer un cordero perfecto, lo terminas de bordar.

Cochinillos

Cochinillo

No ha sido este un buen año para los criadores de cochinillo, que en este 2020 ha pasado de cotizarse en la lonja de Segovia -referencia nacional mayorista para este formato- en 39 euros el animal de 5,8 kilos (el 12 de marzo) a mínimos anuales de 25 euros por ese mismo peso en octubre. Esa caída no será la que veas en las tiendas, donde mantiene un precio más o menos homogéneo en entero con 19 o 20 euros por kilo, solo variando el formato del corte (cuartos, medios o enteros). En este caso el precio también sube un poco, no yendo más allá de los 25 euros por norma general, por lo que también podríamos ahorrar en este caso para nuestro asado. Su desventaja frente al cordero es que su despiece ofrece menos oportunidades culinarias. En cuanto a cortes, un cuarto por persona es la medida más deseable.

Vacuno

Ternera

Hay ciertos cortes del vacuno que sí se venden bien en Navidad. Podemos hablar del solomillo, de los redondos rellenos o de piezas para rosbif. Sin embargo, no son productos que supongan una gran alteración de precios durante la Navidad. En nuestra batida hemos encontrado precios en el caso del solomillo que van desde los 30 hasta los 40 euros, asegurándonos que no variarán mucho en fiestas. Algo sí, pero no tanto como para que compense comprar con demasiada antelación. Quizás encontremos ahorros de tres o cuatro euros al kilo, lo cual no va a ser tan notorio en el caso del solomillo (que podemos resolver en un Wellington) o de otros cortes nobles como el lomo, el entrecot o la chuleta.

Pularda, capón, pavo, pato y pollo

Pularda

La volatería es una de las reinas de la Navidad, al igual que todo lo que vaya asado, destacando en este sentido las pulardas, los capones y los pavos, aunque principalmente son los dos primeros. También cambian mucho los precios en función de su procedencia, tipo de producción o engorde, por lo que no podemos establecer una correlación tan fácil sobre precios y también debemos tener claro ciertas diferencias en peso o intensidad de sabor.

La pularda (gallina esterilizada) es, por regla general, más ligera en báscula y más suave al paladar que el capón (pollo castrado), razón por la que también debemos comprar en función del consumo que vayamos a tener. En el caso de la pularda las encontramos desde el kilo y medio hasta los tres kilos (aunque no es frecuente este tamaño); para el capón ya es habitual que veamos mínimo dos kilos y medio por animal, llegando incluso a los cuatro o cinco en función de la raza. En ambos casos encontramos opciones que ya están en el mercado en torno a los 15 y 17 euros por kilo, pudiendo aumentar durante la Navidad hasta superar los 20 o 22 por kilo. Una cifra a tener en cuenta porque en el caso de animales grandes nos vamos a diferencias de 15 euros en el peso total.

El problema es que su congelación es compleja porque son piezas grandes y su carne es sutil, por lo que es una pena someterla a este proceso. Saliendo de esta pareja, hay otras opciones de volatería interesantes que se pueden encontrar con facilidad como es el pato Barbarie (podemos encontrarlo a unos 8 euros el kilo) o ciertos tipos de pavo, como el de Gers o la pava negra de las Landas, que están en unos 15 euros el kilo y que son opciones que fluctúan menos.

Pescados

Pescados

Aquí es donde el gran dilema de la Navidad complica la cesta de la compra porque la congelación de estos productos es más lesiva que en el caso de las carnes. Si bien es cierto que podemos recurrir a producto ultracongelado -es una buena opción si tenemos claro que lo que compremos va al congelador-, pero también en adquirir un producto de más confianza y almacenarlo en casa.

Hay algunos síes, la mayoría, y unos pocos noes a la hora de congelar pescado y marisco. Entre los destacados noes están los percebes, que no admiten congelación, y que son los responsables de saltar la banca en muchas cenas. A día de hoy encontramos en Maravillas percebes que van desde los 80 euros el kilo a los 120 euros, vistos en el puesto Del Mar y en Antonio Municio. En ambos casos nos comentan que "depende de cómo llegue la mar, pudiendo superar en Navidad los 300 euros el kilo".

El otro no rotundo respecto a la pescadería nos llega con los mariscos de concha. Almejas, ostras, chirlas, berberechos no deben ser congelados porque se pierde su encanto y sabor natural. Aunque siempre podemos congelarlos una vez cocinados pero el resultado no es el que buscamos. A partir de ahí todo es susceptible de entrar en el congelador, desde pescados a crustáceos, aunque de nuevo hay que tener ciertas pautas claras.

Besugo

Besugo

Si hablamos de un rey de los pescados al horno para la Navidad hablamos del besugo. Como todo producto marino depende de las capturas, que influyen en el vaivén de precios. Ahora (mediados de noviembre) encontramos besugo pequeño (unos 800g) en torno a los 25 euros, mientras que el besugo grande (más de 1,5 kilos) ya se planta en 35 euros el kilo. En ambos casos se espera que el precio suba conforme llegue la Navidad, no siendo conveniente comprarlo a escasas fechas de Nochebuena porque puede superar con facilidad la barrera de los 60€/kg. El problema es que la congelación (eviscerado y bien protegido por papel film) merma su carne, por lo que no es conveniente comprarlo con demasiada antelación. "Con comprarlo antes del puente de diciembre está bien", explican desde Del Mar.

Lubina, dorada y merluza

Merluza

Aunque nuestros mercados están llenos de merluza (salvaje y no siempre de pincho) y lubina (muchas veces de piscifactoría) todo el año, en Navidad cobran importancia en los clásicos pescados asados. Su oferta es suficientemente generosa durante todo este período como para no necesitar comprarla con demasiada antelación. Actualmente oscila entre 16€/kg y 20€/kg en el caso de las lubinas y las doradas, precios que subirán ya en diciembre pero no hasta límites inasumibles por lo que no sería necesario comprarlas con demasiada premura. Distinta es la tesitura con la merluza (distingamos de pincho y de altura), donde la primera puede estar fácilmente en los 25-30€/kg y que también aumentará en Navidad.

Virrey, urta, rodaballo y rape

Rodaballo

Los dos primeros son auténticos monarcas del mar, que a día de hoy ya se mueven entre rangos que van de los 33€/kg a los 38€/kg y que necesariamente subirán en Navidad, pudiendo acercarse a los 50/60€/kg. Al ser animales que en peso es difícil que bajen de 1,5 o 2 kilos, es mejor anticipar la compra al menos a las primeras semanas de diciembre para ahorrarnos un pico. Distinto es el caso del rodaballo y el rape, que tienen a día de hoy precios más accesibles (partiendo de 16€/20€ por kilo) y que en Navidad ya pueden aproximarse a los 24 o 26 euros por kilo. En ambos casos son buenas apuestas para pescados al horno sin dejarnos una fortuna como en los pescados anteriores y recurriendo a ellos en entero -lógico en el rodaballo y necesario en el rape, puesto que comprarlo en cola es bastante caro-.

Mariscos

Mariscos

Encontrar un término medio a la hora de baremar precios sobre mariscos es una odisea ya que cambian procedencias, calibres y el propio margen que el pescadero quiera poner a su producto. Más allá de esta aventura siempre es conveniente saber qué uso le vamos a dar a nuestros mariscos en las fechas señaladas.

Decidir entre plancha y cocido importa para saber si recurrir al congelador va a ser un sacrilegio con nuestras gambas, cigalas o carabineros o, por el contrario, no los estamos maltratando tanto. Aunque una gamba fresca siempre será más agradecida, si la congelamos correctamente la diferencia puede ser imperceptible.

De lo que no nos salva la Navidad es de que estos productos suban. La frescura se paga y todo -absolutamente todo- va a subir a medida que nos acerquemos a Nochebuena o Nochevieja. ¿Es mejor comprar ahora algo más barato? Si, si tenemos en cuenta que vamos a congelar y que el resultado no será igual. También hemos de tener en cuenta si el producto que consumamos será cocido, por lo que podemos rascar algún euro si lo compramos ya cocido en vez de comprarlo fresco.

Crustáceos decápodos

Langostinos

Esta familia de bichitos de diez patas (incluida dentro de los crustáceos) están las gambas (rojas, blancas, gambones...), los langostinos, los carabineros, las cigalas y también a las langostas y a los bogavantes. En cualquiera de los casos hablamos de productos que subirán de precio, siendo las gambas blancas y los langostinos los más asequibles (precios que oscilan entre los 14€/kg y los 28€/kg).

En todos los ejemplos también importa el calibre del animal, siendo más valorados cuanto más grandes sean, por lo que encontramos también diferencias en gambas rojas, carabineros y cigalas con precios que van desde los 45€/kg del carabinero pequeño hasta los 60€/kg de la primera gamba roja -pequeña- y que pueden superar los 70€/kg en el caso de carabineros grande y acercarse a los más de 80€/kg de la gamba roja grande. Si tenemos claro que vamos a tomarlas en Navidad y que preferimos ahorro a frescura, es el mejor momento de comprarlas. En el caso del bogavante de vivero podemos encontrar opciones entre los 29€/kg y los 40€/kg, por lo que no están alocadamente caros. Caso distinto es el de la langosta, cara de por sí, que ya luce en precios superiores a los 50€/kg en la mayoría de puestos.

Moluscos

Almejas

En esta familia encontramos tanto a los bivalvos (almejas, chirlas, ostras, mejillones, vieiras, zamburiñas, navajas y berberechos) como a los animales de concha como cañaíllas o bígaros. En todos los casos hablamos de productos que se deben comprar en fresco porque su calidad se resiente con la congelación y directamente no tendría sentido consumirlos así. Van a subir de precio de forma paulatina durante todas las fiestas, por lo que la única recomendación es no demorar más de la cuenta la compra y conservarlas de forma correcta en casa para que no se echen a perder.

Cangrejos

Centollo

El podio del crustáceo no decápodo lo ocupan las centollas (y centollos), las nécoras y los bueyes de mar. Comprarlos ya cocidos es más barato y, como todo bicho marino, serán más caros cuanto más se acerquen las fechas clave y la demanda se dispare. De nuevo cambian las tesituras y dependerá del origen y tamaño del animal para conferir su precio. Nécoras y bueyes de mar son los más asequibles en fresco, con precios muy dispares que pueden ir de los 16€/kg hasta los 28-30€/kg. En todos casos no saldrá más barato comprar, cocer y congelar que cocer y congelar el mismo día 24, ya que estos precios se pueden casi duplicar, sobre todo en el caso de las centollas nacionales. Solo es cuestión de decidir si queremos ahorrar o disfrutar de frescura.

Pista de profesional: el mejor momento para disfrutar del mejor producto

La Pista

El despliegue culinario de los últimos días de diciembre hace que pongamos toda la carne -y el pescado- en el asador y que por eso los precios se disparen. Situación que se revierte ya en enero, Día de Reyes aparte, y que se convierte en el mejor momento para disfrutar de precios asumibles sobre todo de la carne a la que no se ha dado salida en las fiestas y que permanece en las cámaras de los comerciantes.

"Para Navidad puedes pagar un cochinillo en entero por 80 euros y el dos de enero lo tienes a 40 euros", asegura Antonio de la Fuente desde su carnicería en Maravillas. "También pasa con el solomillo, que puedes comer a mitad de precio si vienes el dos de enero a por él", razona. Ahorros aparte, Antonio también explica su posición sobre frescos y congelados. "La carne como mejor está es fresca. Si la compras para congelar un mes antes tienes que saber que no será lo mismo que fresca. Hay que valorar si te compensa ahorrar unos euros pero disfrutar de una carne en mejores condiciones", aclara.

Un frenesí con el concuerda José Luis, de la carnicería homónima en el mismo mercado. "Es un buen momento para comprar chuletillas de cordero porque todo el mundo compra paletillas y piernas y esa demanda hace que el precio de la chuletilla baje", razona. "También pasa con el cochinillo, que está más barato en enero porque hay que dar salida a todo ese producto que está en cámaras", asegura.

Imágenes | iStock / Jumpstory

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21 calendarios de Adviento para todos los gustos

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21 calendarios de Adviento para todos los gustos

Pese a las extraordinarias circunstancias de este año, y llenos de incertidumbres sobre cómo pasaremos las fiestas, ya han arrancado los preparativos de Navidad. Además de adelantar compras para ahorrar, las tradiciones de adviento pueden ser una bonita manera de recuperar la ilusión por unas navidades más hogareñas y familiares. Y esa magia no está solo reservada a los más pequeños, pues hoy encontramos calendarios de Adviento para todas las edades.

No hace tantos años que los calendarios de Adviento eran una extrañeza en nuestro país, casi tan raros como los panettones y pandoros. Hoy estos productos navideños foráneos están plenamente asentados en nuestra cultura popular más golosa, haciendo acto de presencia en los supermercados incluso cuando aún no se ha celebrado Halloween.

Adviento

En muchos países se sigue la costumbre de preparar las fiestas instalando una corona o centro de velas que representan los cuatro domingos previos a la Natividad. Además, para darle más vidilla a la espera, los calendarios de 25 casillas, cajitas, ventanas o bolsitas, adornan las casas con ilustraciones o pequeños obsequios que buscan, sobre todo, agasajar a los niños. Los más mañosos se lucen con sus calendarios caseros y otros los compran vacíos para reutilizarlos con regalos nuevos cada año, casi siempre comestibles.

Pero no nos engañemos, es mucho más sencillo y cómodo adquirir un calendario de Adviento comercial, especialmente si se trata de un autoregalo. Los de chocolate siguen triunfando, pero indagando un poco podemos encontrar otras opciones muy tentadoras que nos devolverán la ilusión para celebrar, como buenamente podamos, estas fiestas.

Calendarios de Adviento de chocolate

Lindt

No podíamos empezar esta selección de calendarios sin entrar de lleno al azucarado mundo de los chocolates. Aunque en cualquier supermercado se encuentran fácilmente con ilustraciones de todo tipo, merece la pena invertir un poco en escoger un chocolate de calidad, o al menos de una marca que sepamos que responde a nuestro gusto particular. Tenemos chocolatinas más enfocadas a un público infantil -o adultos de corazón joven-, y otras más para adultos, o sibaritas del cacao.

Chocolatinas Kinder

La popular marca Kinder tiene un buen catálogo de chocolatinas con leche clásicas bien conocidas por niños -y mayores nostálgicos-. Cada año su surtido navideño parece multiplicarse más, y los calendarios no podían faltar. Además de contar con chocolates ya populares en formato mini, sus diseños suelen ser muy simpáticos y bonitos, con algunos modelos cuyo calendario imita la forma de una casita.

Kinder Mix G.152

Kinder Mix G.152

Kinder Navidad Maxi Mix Calendario de Adviento, 351 gr

Kinder Navidad Maxi Mix Calendario de Adviento, 351 gr

Selección Ferrero

Un calendario especial para los mayores amantes de los chocolates y bombones Ferrero, con un diseño de lujo en la caja desplegable en 3D, y cuatro de sus especialidades más populares, incluyendo Ferrero Rocher y Mon Cherie. Curiosamente cuenta con 27 unidades, probablemente con chocolates extra en la última casilla. El modelo específico de la caja no se puede escoger, ya que hay varios diseños y se mandan aleatoriamente.

The best of Ferrero Advent calendar …

The best of Ferrero Advent calendar …

Calendario Oso de Lindt

La marca suiza también cuenta en su haber con un buen puñado de diseños especiales para Navidad, lo que no es de extrañar viendo su catálogo general de chocolates. Este simpático calendario está centrado en la popular figura del osito o teddy bear, bien acompañado de otras figuras como el reno o bolas y chocolatinas, todas de chocolate con leche.

Lindt Bear Advent Calendar, 250g

Lindt Bear Advent Calendar, 250g

Surtido de trufas Lindor

Quizá más para los adultos, aunque seguro que también triunfan entre los niños, los bombones Lindor de Lindt han ganado mucha popularidad en los últimos años, vendiéndose incluso a granel para escoger nuestros favoritos. Este calendario ofrece siete de sus variedades repartidas aleatoriamente en sus 24 casillas. Para los golosos que no saben elegir.

Lindt Lindor surtido trufas de chocolate Calendario de Adviento 300g

Lindt Lindor surtido trufas de chocolate Calendario de Adviento 300g

Calendario Lindt gourmet

Lindt Abierto

Sencilla pero bonita y navideña caja de la compañía suiza que nos presenta aquí una selección de bombones distinta a la que solemos ver en tiendas. Con sabores especiales festivos, como el de manzana asada o galletas spekulatius, son perfectas para probar nuevas variedades de chocolates mientras esperamos el arranque de las fiestas.

Calendario de Adviento de la Mesa del Mercado de Navidad de Lindt & Sprüngli, 115g

Calendario de Adviento de la Mesa del Mercado de Navidad de Lindt & Sprüngli, 115g

Calendario de Adviento Godiva

Esta prestigiosa marca chocolatera belga presenta uno de sus calendarios de edición limitada para el año 2020, con cinco modelos diferentes divididos en figuras rellenas de chocolate negro, chocolate con leche y chocolate blando, y chocolatinas cuadradas de chocolate negro y chocolate con leche y almendras. Las figuras además son personajes simpáticos diseñados para la ocasión, un Papá Noel, un pingüino y un muñeco de nieve.

Godiva Calendario de Adviento Navideña 2020 Edición Limitada 340 g

Godiva Calendario de Adviento Navideña 2020 Edición Limitada 340 g

Big Ben de After Eight

El chocolate after eight, con menta, lo odias o lo amas. Solo los amantes de esta peculiar combinación disfrutarán del bonito diseño que imita el Big Ben inglés, un icono tan británico como el propio chocolate mentolado. Todas las chocolatinas son iguales, pero el modelo en 3D de la torre del reloj ya suma muchos puntos.

Nestlé After Eight Calendario de Adviento Big Ben, 185g

Nestlé After Eight Calendario de Adviento Big Ben, 185g

Calendario de Adviento lunar Michel Cluizel

Para los más sibaritas del chocolate de alta calidad, la firma Michel Cluizel es una buena garantía de satisfacción. El elegante diseño de su calendario propone huir del excesivo edulcoramiento navideño con un modelo sobrio que guarda 24 delicias con sabores, ingredientes y formas diferentes, incluyendo barritas, mendiants de frutas, ganachés diferentes, etc.

Calendario de Adviento lunar Michel Cluizel

Calendario de Adviento lunar Michel Cluizel

Calendarios de Adviento comestibles, pero salados

Palomita

Dejamos el puro chocolate para considerar otros calendarios comestibles, con productos más enfocados al mercado de los alimentos gourmet o delicatessen. Estos modelos nos permiten descubrir alimentos nuevos o marcas desconocidas, que además no hace falta consumir cada día del mes de diciembre. Siempre podemos guardarlos para dar buena cuenta de ellos a lo largo de las fiestas.

Selección de quesos británicos

En tierras británicas adoran el buen queso, y cuentan con especialidades locales que apenas son conocidas por aquí -pues nuestros propios quesos ya nos dejan más que satisfechos-. Con este suculento calendario puedes descubrir variedades nuevas para deleitar la espera de Papá noel.

Ilchester Cheese Advent Calendar - 24 Individually Wrapped Cheese

Ilchester Cheese Advent Calendar - 24 Individually Wrapped Cheese

Palomitas Joe & Seph's

Una preciosa caja de buen tamaño, con medio kilo de peso, esconde las apreciadas palomitas artesanales de sabores de Joe & Seph’s, muy conocidos en tierras británicas. Hay varios modelos para elegir, pero este en concreto es apto para veganos, lo que reduce también los riesgos de alergias o intolerancias. Cuenta con sabores como palomitas de caramelo salado, pan de jengibre, speculoos o pumpkin spice, todas muy festivas.

Joe & Seph’s Popcorn Advent Calendar | New 2020 Version | 24 x Individual Bags | Gluten Free | Suitable for Vegetarians

Joe & Seph’s Popcorn Advent Calendar | New 2020 Version | 24 x Individual Bags | Gluten Free | Suitable for Vegetarians

Calendario de productos gourmet

Sin seguir una temática concreta, más allá de la exclusividad y la alta calidad, este calendario de caja reutilizable guarda productos de distinta naturaleza, como granos de café, frutos secos, dulces, barritas de cereales o granola, hierbas aromáticas, etc. Perfecto para dejarse llevar por la sorpresa y probar algo nuevo cada día.

Calendario de Adviento Gourmet I Calendario de Navidad con 24 exclusivos artículos delicatessen I Inusual, delicioso set de regalo para adultos

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Calendarios de Adviento de café y té

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La Navidad invita a quedarse en casa para recibir el invierno en la comodidad más hogareña, estrenando ese pijama o manta suave que siempre suele caer en las fiestas, en tardes largas de sofá y peli o series. Solo falta la compañía familiar y una buena taza humeante, que podemos llenar con las infusiones que nos regalo nuestro calendario.

Calendario de cápsulas de café de Friends

Es inevitable que estos días busquemos el confort que nos producen nuestras series favoritas, esos lugares felices a los que volver una y mil veces, aunque nos sepamos los diálogos de memoria. Lo sabemos muy bien los fans de Friends, y por eso este calendario de edición limitada con cápsulas de café puede ser un regalo -o autoregalo- perfecto.

Compatibles con cafeteras Nespresso, el bonito calendario con licencia oficial nos ofrece 24 cápsulas con variedades diferentes de café, que incorporan toques especiales como aromas de frutas o dulces sugerentes como las galletas speculoos, crème brûlée o caramelo.

Friends Nespresso Cápsula Edición Limitada Calendario de Adviento Café

Friends Nespresso Cápsula Edición Limitada Calendario de Adviento Café

Calendario de infusiones Pukka

Esta popular marca de tés e infusiones, que siempre cuenta con variedades enfocadas al bienestar tanto físico como emocional, con nombres muy evocadores y sugerentes, propone un calendario más saludable y sostenible con 24 bolsitas de su catálogo, dispuestas en un calendario desplegable.

Como es habitual en esta compañía, están elaborados con ingredientes ecológicos teniendo en cuenta la sostenibilidad, con materiales reciclables y de origen ético.

Calendario de Adviento de té Pukka Herbs 2020, calendario de Adviento sin chocolate, el calendario de Adviento perfecto para los amantes del té (24 bolsas)

Calendario de Adviento de té Pukka Herbs 2020, calendario de Adviento sin chocolate, el calendario de Adviento perfecto para los amantes del té (24 bolsas)

Calendario de té English Tea

En una bonita caja con pequeños cajones de colores, este calendario presenta 25 variedades de té seleccionados con espíritu navideño por la compañía English Tea Shop. Son 13 sabores diferentes, sorpresa para degustar cada día, certificados de producción ecológica.

English Tea Shop Calendario de Adviento Organico Disfrute Nuestro Delicioso té Durante la Temporada de Vacaciones - 1 x 25 Bolsitas de té (13 Diferentes Sabores - 50 Gram)

English Tea Shop Calendario de Adviento Organico Disfrute Nuestro Delicioso té Durante la Temporada de Vacaciones - 1 x 25 Bolsitas de té (13 Diferentes Sabores - 50 Gram)

Calendario de té Touch Organic

Más económico y sencillo, pero enfocado en la misma idea de un Adviento más saludable y sostenible, es el que propone la firma Touch Organic, propiedad de Graham Company, especializada en tés ecológicos de alta calidad procedentes de China.

Touch Organic Calendario de adviento - Tés ecológicos - 24 Sobres

Touch Organic Calendario de adviento - Tés ecológicos - 24 Sobres

Calendarios de Adviento solo para adultos

Vino

Destinados específicamente a un público mayor de edad, encontramos modelos en los que entran en juego bebidas alcohólicas de diferentes tipos. Hay calendarios con pequeñas botellas de chupito, miniaturas de vino o también chocolatinas con un notable contenido alcohólico.

Botellas de chocolate Anthon Berg con licor

La prestigiosa firma danesa fundada a finales del siglo XIX, que comenzaría produciendo productos farmacéuticos, luce con orgullo el título de 'Proveedores de la Corte Real Danesa' desde 1957.

Su elegante calendario propone degustar 24 mini botellas de chocolate de alta calidad, rellenas de diversos licores como Licor 43, Mount Gay, Galliano o Cointreau. Las instrucciones indican que primero se abre la figura boca abajo, se bebe el contenido y se termina devorando el chocolate.

Anthon Berg Calendario de Adviento con 24 botellas de licor de chocolate 375 g

Anthon Berg Calendario de Adviento con 24 botellas de licor de chocolate 375 g

Calendario de Adviento de chocolate y Baileys

Los golosos que sean amantes de la crema de licor irlandesa, tan usada en postres, pero que no quieran acompañar el chocolate con alcohol a diario, pueden optar por este calendario, aunque quizá peca de sencillo. Ofrece 24 chocolatinas corrientes cuadradas, finalizando con una gran casilla central para el día de Navidad, con una miniatura de Baileys de 50 ml.

Calendario de Adviento para adultos, de Navidad, con bebida alcohólica Baileys de 50 ml y chocolate

Calendario de Adviento para adultos, de Navidad, con bebida alcohólica Baileys de 50 ml y chocolate

Caledario de Adviento de chocolate y ginebra Gordon's

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Es la misma idea del anterior, a base de 24 cuadrados de chocolate, pero finalizando con una miniatura de 50 ml de ginebra Gordon's rosa, cuyo color y aroma procede de la infusión especial de frutas rojas frescas. Más glamuroso y festivo, parece más enfocado a la fiesta de final de año.

Whisper International Let The Good Times Be Gin! Gordon's Pink Gin Calendario de Adviento en Miniatura y 24 Cuadrados de Chocolate, Rosa, 120 g

Whisper International Let The Good Times Be Gin! Gordon's Pink Gin Calendario de Adviento en Miniatura y 24 Cuadrados de Chocolate, Rosa, 120 g

Calendario de Adviento de chupitos

Subiendo el precio y también el volumen alcohólico, tenemos esta vistosa caja de 24 chupitos de diferentes bebidas espirituosas de alta graduación, con licores de frutas y otras variedades curiosas de las que suelen gustar a los alemanes. No hace falta beberse cada unidad a diario; la caja está más destinada a ir desvelado el catálogo de chupitos para reunirlos todos y compartirlos en las fiestas.

Como añadido, es un producto cuyo contenido ha sido preparado a mano por personas con discapacidad, y la caja se puede reutilizar para futuras navidades.

Calendario de Adviento de Schnapps I Calendario de Adviento de Licor I Calendario de Alcohol: un trago corto todos los días antes de Navidad

Calendario de Adviento de Schnapps I Calendario de Adviento de Licor I Calendario de Alcohol: un trago corto todos los días antes de Navidad

Calendario de Adviento de vino tinto

Con la consecuente subida de precio, tenemos la versión vinícola del anterior, en una caja que cumple las mismas características con una mayor calidad y garantía de acabado contra roturas o daños.

En esta ocasión los cajones guardan pequeñas botellas de vinos tintos de calidad más que decente, con uvas de variedades como dornfelder , merlot o tempranillo, procedentes de distintas regiones del mundo, para ofrecer una experiencia curiosa de cata y degustación en casa.

Calendario de adviento del vino tinto con 24 tipos de vino de todo el mundo | Regalo calendario vino tinto para adultos | Prueba el vino

Calendario de adviento del vino tinto con 24 tipos de vino de todo el mundo | Regalo calendario vino tinto para adultos | Prueba el vino

Algunos de los enlaces aquí publicados son de afiliados. A pesar de ello, ninguno de los artículos mencionados han sido propuestos ni por las marcas ni por las tiendas, siendo su introducción una decisión única del equipo de editores.

Foto | Unsplash
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Rudy's Vegan Butcher: abre con un éxito arrollador la primera carnicería vegana de Europa (donde nada es lo que parece)

Pastrami, albóndigas, morcilla, bacon, rolls, hamburguesas... El despliegue de Rudy's Vegan Butcher podría parecer el mismo que se reproduce en tantas y tantas carnicerías de Londres. ¿Hemos dicho carnicerías? Sí, o así lo consideran sus propietarios Mathew Foster y Ruth 'Rudy' Mumma y la legión de seguidores que arrasaron con sus productos 100% veganos y libres de sacrificio animal el día de la inauguración.

No fue casualidad elegir el 1 de noviembre (Día Mundial del Veganismo) como punto de partida para esta aventura cruelty free y que supone un paso más allá en la trayectoria de esta pareja, ya asentada como referentes de la cultura vegana en Londres. Una evolución que se produce un par de años después de abrir Rudy's Diner, un pequeño restaurante en Camden (uno de los barrios más alternativos de la capital británica) y donde toda la carta, desde hamburguesas a perritos calientes, pasando por sándwiches y milkshakes eran totalmente veganos.

El nuevo hito, más allá del uso de carnes alternativas, también incide en otros elaborados veganos como el chili con carne, los rolls de pavo, la ensalada de langosta vegana o salsas de queso (sin leche). Una aventura a la que no faltan compradores, ya que en su primer día se formaron largas colas en la puerta (como en el vídeo inferior), dejando la carnicería y su web sin stock en pocas horas.

Los productos, elaborados por ellos mismos en su obrador, se preparan con los ingredientes habituales que vamos conociendo en la gastronomía vegana como el jackfruit (una fruta asiática), el trigo, la leche de almendras, la proteína de soja y diversas judías, que sirven para aportar textura a sus preparaciones, y a diversos saborizantes para lograr esos sabores parecidos a la auténtica carne.

También cuentan con charcutería al corte cono productos como el salami, el pepperoni, el pastrami y el bacon.

En cuanto al aspecto no podemos ponerle pegas por lo visto en redes sociales o en su página web, donde nada -o casi nada- nos haría pensar que hablamos de carnes veganas aunque habría que probarlo para saber si realmente dan el pego o no. De momento no envían a España pero si esto se produce, estaremos al quite.

Más allá de eso, el único gran inconveniente que tienen estas carnes es, viendo la composición de sus ingredientes, es que no están exentas de hipotéticas alergias (bien indicadas) como podrían ser al gluten, a la mostaza, al sésamo, a los frutos secos y también en el uso de esos saborizantes, también habituales en la industria alimentaria convencional, pero que uno podría pensar que no se extenderían también a estas alternativas.

Pastrami Turk Y Roll Rack Of Jack Y Baycon El pastrami (1), el turk'y roll (2) y el 'baycon' (4) se elaboran con judías, remolacha y gluten de trigo; el 'rack of jack' (3) con jackfruit.

Críticos y fans ya han contribuido a aumentar el debate en las furibundas redes sociales. Unos alegando que no es necesario procesar tanto productos vegetales para crear algo similar a la carne, desnaturalizando los ingredientes, y otros, también con su parte de razón, que no reniegan a los formatos o sabores cárnicos por el hecho de ser veganos. Un hecho refrendado hace escasamente un mes cuando el Parlamento Europeo denegó que conceptos como escalope, salchicha o hamburguesa solo pudieran aplicarse a productos de origen animal.

Lo que sí es cierto es que, tendencias hípster aparte, el 'pastel' vegano no solo implica a pequeños productores, sino a toda una industria que ha puesto su foco en una nueva forma de comer. Para hacernos una idea del boom, Reino Unido maneja facturaciones superiores a los 900 millones de euros en la industria plant-based y meat free, siendo más de el 1% de los británicos los que se consideran abiertamente veganos.

Imágenes | Rudy's Vegan Butcher / Rudy's Vegan Diner

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La conservera que ha logrado embotar los más desconocidos (pero exquisitos) guisos de Sanlúcar de Barrameda

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La conservera que ha logrado embotar los más desconocidos (pero exquisitos) guisos de Sanlúcar de Barrameda

La historia de Francisco Senra, CEO de Conservas Senra, (Sanlúcar de Barrameda, Cádiz, 1975) bien podría tener como banda sonora el famoso En tierra extraña que cantaba Concha Piquer con las palabras de Manuel Penella. De hecho su biografía podría estar salpicada del otro dicho que persigue a la ilustre cantante: viajar más que el baúl de la Piquer, porque salió muy joven de Sanlúcar para estudiar Ciencias de la Información en Sevilla.

Música, Estados Unidos y un retorno a Sanlúcar en el que se ha propuesto convertir los sabores que identifican a su ciudad natal en unas conservas de primer nivel con el poso de la tradición y donde el choco lleva la voz cantante -aunque no es el solista-. Al pan frito, a la sanluqueña, al veranillo (con pimiento rojo y verde), el menudo o las célebres papas con choco conviven así con otros sabores sanluqueños como los langostinos al ajillo con manzanilla (y los langostinos con tomate) o con la berza, en este caso jerezana, además de alcachofas y pisto, con los que dar botes de alegría -casi literalmente- con platos muy gaditanos bajo Conservas Senra, en un rango de precios entre los seis y los nueve euros.

Sin embargo, la aventura comienza mucho antes y no tan cerca de la gastronomía como uno podría pensar.

Dos aventuras americanas, un helado y una fiesta en el consulado de Chicago

Con 19 años, Fran puso rumbo a Sevilla, donde se licenció y cursó su máster, apostando por el marketing como salida laboral. Abanderado por la inquietud, su primera intentona estadounidense la realizó con 25 años, estando en Nueva York apenas un año y medio. Aquel idilio con el sueño americano persistió en su memoria a pesar de la brevedad, retornando allí con 33 años (tras una larga estancia en España), pero poniendo rumbo a Chicago.

"Pedí una excedencia en la empresa española en la que estaba porque quería volver a Estados Unidos. Me enteré que La Ibense [una empresa heladera jerezana] buscaba un gerente en Chicago. Mandé el currículum a las dos de la tarde, a las cinco me llamaron y al día siguiente tenía el billete comprado", resumen.

En la Ciudad del Viento permaneció un par de años, cruzando el charco cada tres meses por problemas que no se terminaban de solucionar con su visado. Allí fue también donde se produjo su particular magdalena de Proust, solo que esta vez tenía al jamón ibérico como protagonista.

"Mandé el currículum a las dos de la tarde, a las cinco me llamaron y al día siguiente tenía el billete comprado"

"Recuerdo que el consulado me invitó a una fiesta de degustación de jamón ibérico de bellota y vinos de El Bierzo. Fui allí con dos amigos más, andaluces, uno de Jerez y uno de El Puerto y cuando llegamos allí, lloramos. Platos de jamón, tinto por un tubo, flamenco... Fue una alegría tremenda de volver a comer algo de la tierra", rememora.

Una andanza que se completa con otro recuerdo, también con tintes marineros, en otro de sus retornos, caballa de por medio. "En un regreso a Chicago, me llevé en la maleta cincuenta o sesenta latas de caballa Virgen del Carmen, que me encanta, y cogí al de Jerez, que llevaba 30 años viviendo allí y le dije 'illo, ven p'acá'. Compré una barra de pan en un supermercado italiano y le hice un bocadillo de caballa. El tío, literalmente, lloró", comenta con nostalgia. "Imagínate si yo hubiera encontrado cuando estaba en Chicago una conserva como las que hacemos ahora en Senra", reivindica.

El retorno a España y el eureka del sabor de siempre

Varios años en Cádiz trabajando para Concert Tour, encargados de la gestión de eventos musicales como Sancti Petri Concert Tour y otros tantos en Madrid, aproximadamente cinco, llevando la producción de la Zambomba flamenca del Teatro La Latina conformaron ese regreso, show business mediante, de Fran Senra a tierras españolas.

Un periplo relacionado con el mundo del espectáculo donde también la llamada de la tierra se hizo sentir, abandonando la capital y regresando a Cádiz para buscar otras alternativas laborales. "Sabía que la cosa estaba complicada, buscando algo en Cádiz o en Sevilla, pero no apareció", explica.

Un par de años de barbecho sirvieron para madurar una idea: reivindicar los sabores de Sanlúcar de Barrameda. Tierra de manzanilla, de verduras de navazo, del vergel que supone la colonia agrícola de La Algaida y Bonanza, pero también de los productos del mar, donde el langostino, el choco y el camarón son santo y seña de esta gastronomía. "Entre manzanilla y manzanilla hablando con un amigo me di cuenta de que Sanlúcar, siendo un paraíso gastronómico, no tenía nada en conservas", comenta con sinceridad.

Choco Al Pan Frito Berza Jerena De La Tita Cabiria Y Chocos A La Sanluquena

"Estuvimos cuatro meses haciendo pruebas en la fábrica del señor Capitán [José Antonio, maestro conservero en Los Lagares (Marinaleda, Sevilla)] hasta tener un resultado óptimo, no excelente. Yo tenía claro que el choco al pan frito tenía que estar sí o sí, aquí no había estudio de mercado ni nada", reconoce.

"Los tres primeros platos los tenía claros; los saqué en una hora. Tenían que ser los chocos al pan frito, los chocos al veranillo y los langostinos al ajillo con manzanilla", explica.

"Son sabores de casa, de lo que yo había vivido, y de esos sabores que recuerdan al Bajo de Guía de Sanlúcar", sostiene. De ellos, personalmente he tomado dos: los chocos al pan frito y las papas con choco y el resultado es sobresaliente en ambos casos, muy logrado para tratarse de una conserva y solo necesitan un poco de calor en cazuela.

"Todo el mundo conoce lo que es Sanlúcar, su tradición gastronómica, sus platos... y me propuse hacer lo que nadie había hecho: convertirlos en conservas", explica. Así nos plantamos en marzo de 2018 cuando con un pequeño capital aportado por su padre se decidió a convertir esos recuerdos del paladar en tarros con los que el sabor de Sanlúcar pudiera viajar de plato en plato.

"Antes los marineros se iban durante días a faenar y cocinaban en alta mar los descartes, llenando las bodegas con verduras de Sanlúcar", menciona. "Cuando eso acabó, todos los restaurantes del Bajo de Guía contrataron a esos marineros cocineros para sus negocios", añade.

"Así se explica el sabor de Sanlúcar, que es mar, que es vino de jerez, que es la verdura, y que son los guisos de esos marineros", ensalza. Así llegó agosto de 2018, fecha en la que Conservas Senra sale del dique seco y comienza a navegar por el mundo de la conserva gourmet.

"Los ingredientes son 100% sanluqueños: el tomate pera, la cebolla, los pimientos, la papa... y la manzanilla, claro, que dicen que cuanto más a poniente se produce, mejor es", agrega, dándole también parte del mérito de sus conservas a sus proveedores, como a Bodegas del Río, que se encarga del suministro de la manzanilla en rama.

La Rosario, Tita Concha, Abuela Cabiria son los 'apellidos' de algunas de las conservas de Senra, honrando así a las personas que crearon la receta.

Así hasta crear nueve recetas -aunque hay más en camino- que además tienen nombre propio. "A partir de la cuarta receta llevamos en cada etiqueta el nombre de la persona que la ha creado. De hecho, la receta de los garbanzos con espinacas es de la mujer de Adolfo [Adolfo Durán, su socio y director comercial de la empresa]. Comerte esos garbanzos es como comer en su casa", ilustra.

Un tesoro al que ha llegado también con la ayuda de José Antonio Capitán, maestro conservero, que ha puesto parte de esa experiencia necesaria en el embotado. A su vera, ocho cocineras que se encargan de dar vida a fuego lento y como si de su propia casa se tratase a las recetas que aquí se destilan, herencia de madres, tías y abuelas.

Como en casa pero en tarro

Espinacas Con Garbanzos 1

En Sevilla, en lugares gourmet como Sabores del Almacenito o El Reloj de Arfe ya saben cómo se las gastan en Conservas Senra, a los que han demandado más volumen de sus garbanzos con espinaca. "El best seller son los chocos al pan frito, pero desarrollamos los garbanzos con espinacas para Semana Santa y han tenido muy buena acogida", menciona. "Sin embargo, lo que está yendo como un tiro es la berza jerezana", asegura.

A su vez, su web es otro de los puntales sobre los que se asienta su venta, además de cinco Carrefour Market en Madrid, en Carrefour de San Juan de Aznalfarache (Sevilla) y en el Carrefour de El Paseo, en El Puerto de Santa María, mientras confía entrar en otros lineales gourmet de España.

Recetas tradicionales que no solo se desenvuelven bien por sí solas -y con mucho pan-, sino como base para otros platos. "Puedes coger los langostinos con tomate, calentarlos y luego le echas un par de huevos fritos y tienes un plato sensacional", ilustra. O lo que ocurrió con otros de sus éxitos, que es el choco a la sanluqueña.

"Aprovechando el choco tuvimos claro que había que hacer esta receta, que más que una receta es un preparado para que el cliente en su casa lo vuelque en una cazuela y cuando esté a punto de hervir le añada arroz cocido o garbanzos y se convierta en un plato completo", considera.

Así se remata la economía circular -fiel al recorrido también de Fran Senra- en la que todo empieza y acaba en Sanlúcar desde el plato y la cucharada y con el convencimiento de que estos sabores de casa se cuelen en muchas más despensas.

Imágenes | Conservas Senra

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Semillas de calabaza, las pipas de moda: características, propiedades, usos en la cocina y cinco recetas para disfrutarlas

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Semillas de calabaza, las pipas de moda: características, propiedades, usos en la cocina y cinco recetas para disfrutarlas

La calabaza es una hortaliza de la que se aprovecha prácticamente todo, si incluimos las posibilidades decorativas de su dura piel. Su interior no solo guarda una versátil pulpa, también nos ofrece unas valiosas semillas que podemos aprovechar de muchas maneras diferentes en la cocina. Nutritivas y sabrosas, las pipas de calabaza se han convertido en un ingrediente básico para tener siempre en la despensa.

¿Qué son exactamente? Descripción y características

Su nombre no deja lugar a muchas dudas, aunque puede darse una ligera confusión cuando nos referimos a ellas como pipas. Este pequeño alimento no es más que la semilla que albergan en el interior todas las variedades del vegetal que conocemos comúnmente como calabaza, el fruto de la calabacera, una cucurbitácea de la que, en realidad, existen cientos de variedades en todo el mundo.

Pipas de Calabaza

Se cree que los pueblos antiguos pudieron apreciarlas originalmente más por su utilidad práctica como herramienta u objeto, que como alimento comestible, usando la dura corteza como recipiente y con las semillas como instrumento musical, al agitarlas.

Es en países latinoamericanos, especialmente en México, donde existe una mayor tradición de consumo de estas pipas o pepitas, aunque también en Europa son bien conocidas desde hace muchos siglos. Consideradas un alimento muy humilde, a menudo se añadían -y se añaden- a masas de panadería, sobre todo en Centroeuropa, donde también se elabora un aceite muy apreciado con ellas, originario de Estiria, en Austria.

Pipas Calabaza Blancas

En España, hasta hace pocos años, las semillas de calabaza eran simplemente las hermanas feas de las pipas de girasol, muy reivindicadas por sus defensores, pero poco comprendidas por el público general, pues resultan extremadamente difíciles de pelar para sacar su parte tierna, y casi siempre pecan de un exceso de sal.

En términos generales, estas semillas muestran una forma plana, alargada, como de lágrima, más anchas que las de girasol. Rara vez superan los dos centímetros de largo, siendo más pequeñas una vez peladas. Con su cáscara, las semillas son blancas o de color crema, guardando una textura más tierna de tonos verdosos oscuros en el interior.

Tipos de semillas de calabaza

No deja de ser curioso que en inglés se refieran a este alimento como pepitas y pumpkin seeds, para hablar del mismo producto. Aunque se pueden llamar indistintamente, con pepitas se identifica a la pipa pelada, de color verde oscuro para su consumo. Es el término que emplean en México y otros países para referirse a ellas, adoptado ampliamente en Estados Unidos al asimilar su consumo, distinguiéndolas así de las semillas crudas sin pelar.

Pipas Calabaza

Pese a que sí podemos encontrar y adquirir diferentes tipos de calabazas en el mercado todo el año, las semillas se venden genéricamente sin mucha distinción, pues son prácticamente idénticas. Las diferencias se centran en el formato, siendo las más comunes las crudas y peladas, y las tostadas o fritas saladas. Las primeras se consideran más bien un ingrediente, mientras que las segundas son un aperitivo tipo snack.

Las semillas que se seleccionan para la comercialización sin piel pueden mostrar ligeras diferencias de tamaño, forma o intensidad de color, según el tipo de calabaza que utilice el productor. A efectos prácticos en la cocina, no hay diferencias entre unas y otras, con mínimas diferencias de textura o sabor. Otro formato de venta habitual es formando parte de mezclas o mixes de diferentes semillas crudas, muy populares como aderezo de ensaladas, yogur y porridge o gachas.

Propiedades y beneficios nutricionales

Como casi todas las semillas, las pipas de calabaza se consideran bombas nutritivas que acumulan gran cantidad de nutrientes en pequeñas cantidades, en un caso similar al de los frutos secos. Destacan por su alto contenido energético y su gran aporte de grasas insaturadas.

Pipas Calabaza Blancas3

Las calorías totales que aportan 100 g de porción comestible pueden variar entre las 400 y más de 600 kcal, según variedad y presentación. Sin embargo, como ocurre también con los frutos secos, las calorías no son lo más importante para valorar sus propiedades nutricionales, y tampoco indican por sí mismas que engorden o estén vetadas en dietas de adelgazamiento.

Además de grasas saludables, es una de las semillas con más proteínas vegetales, y destaca por su aporte de minerales esenciales, especialmente potasio, magnesio y calcio, así como vitaminas del grupo B y E. También es fuente de antioxidantes y aporta una notable cantidad de fibra.

Semillas

Se trata por tanto de un alimento muy rico nutricionalmente, saciante y energético, cuyo consumo moderado puede ayudar a perder o mantener el peso, evitando la ansiedad y los picos de hambre entre horas. También es un producto muy interesante para deportistas o personas que necesiten un aporte extra de energía, y su ingesta se asocia a efectos antiinflamatorios y protectores del sistema cardiovascular.

Consejos para adquirirlas, extraerlas y conservarlas

A la hora de comprar semillas de calabaza crudas simplemente tendremos que fijarnos en la fecha de envasado y consumo preferente, además de comprobar que están crudas y de que presentan un buen estado, sin roturas ni visitantes indeseados. Se comercializan envasadas en atmósfera protectora; una vez abierto el paquete es recomendable pasarlas a un recipiente limpio de cierre hermético.

Pipas Calabaza Verdes

Para evitar que se vuelvan rancias o pierdan propiedades, lo mejor es almacenarlas en un lugar oscuro, seco y fresco, lejos de fuentes de calor y sin mezclar con otros alimentos. En zonas muy húmedas o con mucho calor, puede ser interesante guardarlas al vacío o en la nevera.

También tenemos la posibilidad de acudir a tiendas especializadas y adquirirlas a granel, al peso, tanto en crudo como ya tostadas al momento en un tostadero de frutos secos. Se pueden encontrar también procedentes de producciones de agricultura ecológica.

Pipas Calabaza Dentro1

Cuando abramos una calabaza entera o partida, siempre es buena idea dedicar un rato a extraer y conservar sus semillas, salvo que sean diminutas o no estén bien desarrolladas. Solo hay que enjuagarlas bien bajo el grifo para retirar todos los restos de pulpa gelatinosa y secarlas a conciencia antes de almacenarlas o usarlas en recetas, mejor usando un paño limpio de tela.

Cómo utilizarlas en la cocina

Las semillas crudas con cáscara que limpiemos en casa podremos pelarlas si son de tamaño generoso; en caso contrario, no suele merecer la pena intentarlo, ya que la cubierta es comestible y se vuelve crujiente al tostarla. La manera más sencilla de sacarles partido es precisamente mezclándolas con especias y tostándolas al horno o en la sartén, donde también se pueden freír, tanto saladas como dulces, con azúcar, miel o siropes.

Pipas Calabaza Crema

Además de como picoteo, las pipas de calabaza son un aderezo nutritivo y sabroso para coronar cremas de verduras, sopas o guisos, aportando ese contraste crujiente que se puede potenciar con otras semillas o frutos secos. También resultan muy sabrosas en ensaladas o como complemento de hummus y dips, y platos de verduras, pastas o arroces de todo tipo.

Se pueden moler ligeramente para usar en rebozados, o dejar más finas para aderezar platos y postres, en forma de polvo. Trituradas con aceite se convierten en una base sabrosísima para preparar variantes del pesto y otros aliños, también salsas más cremosas o vinagretas con textura.

Hummus

Enteras y crudas, peladas, enriquecen todo tipo de masas dulces y saladas, desde panes rústicos hasta bizcochos o galletas. Combinan muy bien con sabores especiados dulzones, como la canela o la miel, y también con aromas picantes y exóticos, por ejemplo un curry.

Recetas con semillas de calabaza

Semillas de calabaza tostadas

Pipas

Ingredientes

Para 4 personas
  • Calabaza 1
  • Aceite de oliva virgen extra 30 ml
  • Sal 5 g
  • Especias al gusto

Cómo hacer semillas de calabaza tostadas

Dificultad: Fácil
  • Tiempo total 45 m
  • Elaboración 15 m
  • Cocción 30 m

Precalentar el horno a **170ºC*+ y preparar una bandeja o fuente grande, cubriéndola con papel sulfurizado o de aluminio.

Abrir la calabaza y extraer todas las semillas. Enjuagar bien en un colador bajo el grifo, removiéndolas con suavidad para separar toda la pulpa y filamentos. Escurrir y secar con un paño de cocina. Retirar los restos de pulpa.

Mezclar con el aceite de oliva para embadurnarlas bien. Combinar especias al gusto y sal, y mezclar con las semillas. Extenderlas en la bandeja, procurando no amontonarlas, y hornear durante unos 20-30 minutos, removiéndolas de vez en cuando, hasta que estén tostadas.

Pesto de pipas de calabaza y girasol

Pesto
  • Ingredientes. 200 g de semillas de calabaza, 200 g de semillas de girasol, 1/2 limón, unos 125 ml de aceite de oliva virgen extra, 1 cucharadita de sal, pimienta negra, levadura de cerveza en copos o queso rallado (opcional).
  • Elaboración. Precalentar el horno a 200ºC y mezclar las pipas en una bandeja de horno con papel sulfurizado. Extender bien en una capa y tostar unos 5-10 minutos, vigilando muy bien que no lleguen a coger demasiado color. Enfriar unos 5 minutos. Colocar ambas semillas en un robot de cocina o trituradora con la ralladura de limón y empezar a moler a intervalos cortos hasta que quede un polvillo granuloso. Agregar un poco de sal y pimienta negra, y moler un poco más. Incorporar la mitad del aceite y triturar hasta incorporarlo. Añadir unas gotas de zumo de limón y seguir añadiendo aceite poco a poco hasta tener una textura cremosa pero no muy líquida. Probar y corregir de sal. Mezclar con un poco de levadura de cerveza en copos para darle un toque de sabor a queso. Repartir en tarros añadiendo un chorrito de aceite de oliva por encima para conservarlo mejor.

Más detalles en la receta completa.

Pan rápido con semillas de chía, lino, calabaza, sésamo y avena

Pipas Pan
  • Ingredientes. 350 g de harina de trigo integral, 175 g de harina, 20 g de copos de avena, 1 cucharadita de semillas de lino, 1 cucharadita de semillas de chía, 1 cucharadita de semillas de sésamo, 2 cucharadas de semillas de calabaza, 10 ml de melaza o miel, 1 cucharadita de bicarbonato sódico, 1 cucharadita de sal, 250 ml de yogur natural de soja o normal, 250 ml de leche de almendras o leche.
  • Elaboración. Precalentar el horno a 200ºC y preparar un molde rectangular, engrasándolo o cubriéndolo con papel sulfurizado. Mezclar las harinas con el bicarbonato, la sal, la avena y todas las semillas. Formar un hueco en el centro. Aparte batir con unas varillas el yogur con la bebida vegetal y la melaza, y echar sobre los ingredientes secos. Empezar a mezclar y agregar un poco más de líquido si fuera necesario. Hay que obtener una masa húmeda y pegajosa, como gachas de avena espesas. Verter en el molde y añadir más semillas al gusto, presionando ligeramente. Hornear a media altura durante unos 45-50 minutos, hasta que se haya dorado bien por encima. Sacar con cuidado del molde en caliente usando unas manoplas y golpear en la base: debe sonar hueco.

Más detalles en la receta completa.

Dip de berenjena, pipas de calabaza y pistachos

Dip
  • Ingredientes. 2 berenjenas (600-700 g), 40 g de semillas de calabaza, 25 g de mantequilla de cacahuete natural, 20 g de pistachos, 70 g de yogur griego natural, 15 ml de zumo de limón, comino molido, pimentón molido, 1 diente de ajo, 1/2 cucharadita de cilantro en grano, pimienta negra molida, sal, aceite de oliva virgen extra, perejil fresco o cilantro, pistachos extra para servir, ralladura de limón al gusto.
  • Elaboración. Precalentar el horno a 220ºC y preparar una bandeja engrasándola ligeramente. Lavar bien las berenjenas y cortar por la mitad. Hacer unos cortes y colocar boca abajo. Hornear durante unos 45-50 minutos, o hasta que estén muy tiernas. Dejar enfriar. Triturar las pipas de calabaza con los pistachos, las semillas de cilantro, el diente de ajo y un golpe de pimienta. Añadir la berenjena asada, la mantequilla de cacahuete, el yogur, el limón y las especias. Triturar muy bien hasta dejar una textura homogénea. Salpimentar y volver a triturar añadiendo aceite de oliva poco a poco para emulsionar. Ajustar la textura y el sabor al gusto. Servir con perejil o cilantro fresco picado, pistachos, ralladura de limón y aceite de oliva.

Más detalles en la receta completa.

Crackers de espelta saludables

Crackers
  • Ingredientes para 15-20 unidades. 200 g de harina de espelta integral, 30 g de copos de espelta o de avena triturados, 1/2 cucharadita de sal, 1/4 cucharadita de levadura seca de panadería, 25 ml de aceite de oliva virgen extra, 140 ml de agua tibia, pimienta negra (opcional), semillas de calabaza, semillas de girasol, semillas de lino.
  • Elaboración. Disponer la harina con los copos triturados, la levadura y la sal en un recipiente mediano. Añadir un buen golpe de pimienta negra recién molida y, si queremos, alguna otra especia. Incorporar el aceite y el agua. Mezclar hasta integrar todos los ingredientes y ajustar la cantidad de agua o de harina si fuera necesario. Hay que obtener una masa ligeramente húmeda pero que no se pegue. Amasar ligeramente hasta que quede elástica, dividir en dos mitades, formar discos y envolver cada uno en plástico film. Dejar reposar en la nevera un mínimo de dos horas. Cuando vayamos a hornear, precalentar el horno a 200ºC y preparar dos bandejas con papel sulfurizado. Sacar una porción de masa y estirar con ayuda de un rodillo, dándole forma de rectángulo. Cubrir la superficie repartiendo semillas o pipas de calabaza, girasol y lino. Volver a pasar el rodillo para aplanar más la masa y pegar las semillas, con suavidad. Debe quedar un grosor de menos de medio centímetroa. Recortar los crackers sacando rectángulos con un cuchillo afilado o usando un cortador. Distribuir en las bandejas de horno y hornear de una en una durante unos 10-15 minutos, girando las bandejas a mitad del tiempo.

Más detalles en la receta completa.

Fotos | iStock - Unsplash - Pixabay - timlewisnm
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Europa vota prohibir llamar “hamburguesa” a los productos vegetales: y toda la industria tiene intereses en uno u otro bando

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Europa vota prohibir llamar “hamburguesa” a los productos vegetales: y toda la industria tiene intereses en uno u otro bando

Las hamburguesas o salchichas vegetales podrían tener los días contados en Europa. Al menos con ese nombre.

El Parlamente Europeo discute esta semana dos enmiendas, presentadas por el socialdemócrata francés Éric Andrieu hace más de un año, para prohibir el uso de denominaciones tradicionales de productos de origen animal como “salchicha”, “escalope” o “hamburguesa” en productos vegetales.

La enmienda 165 busca impedir que los productos de origen vegetal utilicen nombres típicamente asociados con productos cárnicos. Si se convierte en ley (algo que necesitaría la aprobación del parlamento, pero también del Consejo de Europa) los fabricantes de los nuevos productos vegetales que imitan a la carne tendrán que buscar nuevos nombres comerciales.

La enmienda 171 busca ampliar las restricciones ya existentes a las denominaciones comerciales de los sucedáneos de los lácteos. Términos como “leche de almendras” o “queso vegano” ya están prohibidos en la Unión Europea, pero esta enmienda prohíbe el uso de expresiones como “producto vegetal de estilo yogur” o “alternativa al queso”.

Eric Andreu El europarlamentario francés Alexis Haulot, promotor de las enmiendas.

Una gran batalla comercial

Aunque el europarlamentario responsable de las enmiendas ha insistido en repetidas ocasiones que la iniciativa no parte del lobby de la carne y es una cuestión “de sentido común”, lo cierto es que la decisión tiene importantes implicaciones comerciales, con grandes intereses situados a uno y otro lado.

Grandes multinacionales como Nestlé, Unilever o Upfield están detrás de la campaña para rechazar las enmiendas

Toda la industria relacionada con la producción de carne –ganaderos, carniceros y empresas procesadoras– están a favor de que se aprueben estas enmiendas. Pero en su contra, además de los grupos animalistas como Greenpeace, Birdlife o ProVeg, hay grandes multinacionales con intereses en el creciente mercado de los productos plant based –como se conocen en la jerga del sector– de la talla de Nestlé, Unilever o Upfield.

Hay muchos intereses en juego, y nadie se atreve a aventurar el resultado de la votación.

“Como pasa con todas las votaciones en el parlamento hasta el último momento no se sabe”, reconoce a Directo al Paladar José Manuel Álvarez, responsable de comunicación de la plataforma Carne y Salud, que agrupa a toda la industria cárnica española. “Sabemos que hay muchísimos europarlamentarios que sí han manifestado que van a votar a favor de las enmiendas, pero los grupos animalistas y las grandes multinacionales están haciendo muchísima presión”.

Una presión que Cristina Rodrigo, directora de la ONG ProVeg en España, espera surta efecto: “Hasta ahora en las votaciones anteriores de la comisión ha salido adelante porque se ha seguido arrastrando, si no no habría llegado al plenario, pero confiamos en que esto no salga de aquí”.

Pv Veggie Burger Disk Grasphic 02 1x1 Es Imágen de la campaña promovida por ProVeg para bloquear las enmiendas.

¿Sentido común o proteccionismo?

El objetivo declarado de las enmiendas, el mismo que defiende la industria cárnica, es evitar la confusión en el consumidor, que al comprar productos con denominaciones como “hamburguesa” o “salchicha” puede pensar que está ante productos equivalentes a la carne.

Los promotores de las enmiendas insisten en que su objetivo es evitar la confusión entre el consumidor

“Se puede dar a entender que son productos con propiedades similares, y no tienen nada que ver”, explica Álvarez. “Son productos de características diferentes, con tecnologías de producción diferentes y de composición nutricional totalmente diferentes. Pueden ser un riesgo para la salud para un perfil del consumidor que no esté informado de todos los parámetros nutricionales”.

Para Rodrigo, lo que busca la industria cárnica es poner palos a las ruedas de un nuevo nicho de mercado, que les hace la competencia, y no, como insiste la enmienda, evitar confusión entre el consumidor: “Básicamente, creemos que las justificaciones que alegan de confusión de términos no son reales. La gente usa estas palabras porque el lenguaje es algo vivo y lo que se consigue con estas enmiendas es confundir más. Están intentando regular el lenguaje y la gente lo va a llamar como quiera. Si lo llamamos hamburguesa vegetal es porque es a lo que recuerda. También deberían regular que un perrito caliente no se puede llamar perrito”.

Para defender este argumento, la recientemente creada European Alliance for Plant Based Foods, a la que prtenece ProVeg, ha publicado una encuesta, realizada en todos los países europeos, que concluye que, en concreto en España, entre el 70% y el 80% de los ciudadanos distingue entre las diferentes alternativas a la carne y sabe decir si el origen es vegetal o animal.

Empresas Logo Vegano Las empresas firmantes de la carta enviada a los europarlamentarios en la que se pide el voto contrario a las enmiendas.

¿Crisis de identidad o competencia desleal?

Álvarez apunta que, al margen de la confusión que a su juicio el uso de estas denominaciones provoca al consumidor, existe una competencia desleal de parte de los nuevos fabricantes.

Empresas cárnicas como Campofrío o Argal son contrarios a las enmiendas, pues ya fabrican productos vegetales

“Es evidente que es una estrategia de marketing desleal, para conseguir ventajas en un mercado en el que se están desarrollando este tipo de productos, absolutamente lícitos, pero que no deben apropiarse de denominaciones de larga tradición”, explica el responsable de Carne y Salud. “Duele mucho en el sector porque está en juego el prestigio de denominaciones labradas por generaciones de ganaderos y carniceros europeos, muy arraigadas en el patrimonio gastronómico”.

Para Rodrigo, parte de la industria cárnica –pues hay empresas como Campofrío o Argal que sí están apostando por la producción de proteína vegetal– “tiene miedo a perder cuota de mercado, en vez de pensar las oportunidades tan enormes que ofrecen las alternativas en un mercado que está creciendo brutalmente”.

“En vez de verlo como algo que les puede ayudar a transformar su producción están viviendo una crisis de identidad, porque los consumidores somos cada vez más consciente de lo que implica la producción de nuestros alimentos y lo que queremos”, asegura Rodrigo.

Beyond Burger

Y si se aprueba ¿qué pasará?

Para la industria de los productos plant based la aprobación de estas enmiendas puede significar un gran desembolso, pues supondría emprender todo un costoso rebranding de los productos.

“Esto afecta no solo al etiquetado de ciertos productos sino al nombre de algunas marcas, como Beyond Burger, que llevan la denominación que se quiere prohibir en el nombre”, explica Soriano. “Hay que cambiar todo el etiquetado, con todas las consecuencias legales que puede tener, y buscar otro nombre, que no va a ser ‘disco vegetal’ que no entendería nadie”.

Para Álvarez no hay ningún problema en que cualquier empresa trate de comercializar estos productos, pero insiste en que no deben llamarse como los productos cárnicos: “La margarina cuando se desarrolló a finales del siglo XIX como alternativa a la mantequilla no se llamó 'mantequilla vegetal'. Los productos de origen vegetal se podrán comercializar con toda normalidad, pero con sus denominaciones. Que busquen su camino”.

En los próximos días –la última votación se espera el jueves– sabremos si las hamburguesas vegetales han llegado para quedarse o tendrán que buscar un nuevo nombre.

Imágenes | Alexis Haulot
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Redescubriendo el champiñón: cómo cocinarlo, propiedades, características y siete recetas para aprovechar su infinita temporada

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Redescubriendo el champiñón: cómo cocinarlo, propiedades, características y siete recetas para aprovechar su infinita temporada

Su humildad le ha convertido en un hongo versátil, asequible y disponible todo el año. Versátil, sabroso y siempre a mano, el champiñón realmente no entiende de temporadas, puesto que lo encontramos en cualquier momento. Sin embargo, es cierto que, como a toda seta u hongo, le sienta especialmente bien el otoño, estación micológica por excelencia.

Capaz de funcionar igual de bien en cremas, en guarniciones, en crudo o prestándose como colaborador en infinidad de platos (pensemos en risottos, pastas, sopas, estofados...) y también con suficiente entidad como para ser el protagonista -desde el entrante hasta el principal-. Un mérito que debemos reconocer culinariamente y que le hacen muy importante en nuestras cocinas.

Descripción y características

Descripcion Y Caracteristicas

El champiñón, independientemente de su fisonomía, pertenece eminentemente al género Agaricus (englobada dentro del reino Fungi, según su clasificación taxonómica), donde encontramos unas decenas de especies distintas, aunque realmente las que consumimos o se pueden encontrar gastronómicamente apetecibles de forma salvaje o cultivada son apenas una decena.

Sin embargo, la gran separación que se debe hacer entre los champiñones es entre el Agaricus silvestris o el Arvensis, que son salvajes, y el Agaricus bisporus, o champiñón común, que es el más popular y que encontramos principalmente cultivado. Dentro de este encontramos cuatro variedades principales: hortensis (la más popular), brunnescens (denominados portobello, con colores ocres), vulgaris y sativus.

Tanto en su forma salvaje como en la doméstica, el champiñón crece sobre materias orgánicas en descomposición, como por ejemplo el compost. Es por esto que se les considera un cultivo saprofito hecho que requiere que siempre debamos limpiar los pies de los champiñones, especialmente si son recolectados en su estado salvaje. En la naturaleza se encuentra sobre todo a pie de coníferas, aunque se puede dar en muchas condiciones distintas.

El champiñón que encontramos en nuestros mercados es, en la amplísima mayoría de casos, el Agaricus bisporus hortensis, o champiñón común, que es cultivado.

Como la mayoría de hongos, el champiñón consta de pie (estipe) y de sombrero (pileo), encontrándose en éste el himenio, que es el conjunto de láminas y laminillas, responsables de la capacidad fértil del hongo. Los sombreros suelen ser aplanados o ligeramente convexos y la altura del champiñón oscila entre los tres centímetros y los siete, aunque en sus variedades salvajes puede ser algo más alto y también más ancho, con sombreros que van desde los 3 centímetros de díametro hasta los 8 o 10.

Su cromatismo oscila en una amplia gama de blancos, algunos más claros y otros que podríamos considerar blanco roto o con tonos más crema e incluso ocres, siendo peculiares sobre todo los denominados champiñones portobello por su sombrero de tonos beige.

La carne, tanto del pie como del sombrero, es comestible y blanquecina, siendo ligeramente más tersa en crudo la del sombrero que la del pie, que es algo más dura. Generalmente se consumen cocinados, pero también se pueden elaborar carpaccios con ellos, por lo que conviene ser muy minucioso con la limpieza.

Origen y cultivo actual

Origen Y Cultivo

De forma natural los champiñones se dan en bosques, tanto perennifolios como caducifolios, de zonas templadas del hemisferio norte, principalmente en América y Europa, teniendo además una marcada temporalidad en las temporadas húmedas como es el otoño.

El consumo de setas está datado desde hace miles de años, cuyo aprovechamiento ha servido con fines alimenticios desde los inicios del Paleolítico. Sin embargo, los usos recreativos de las setas y hongos también han formado parte de diversos rituales en muchas culturas, aunque el champiñón está exento de cualquier propiedad psicotrópica.

En su versión doméstica, el champiñón común (Agaricus bisporus) comenzó a cultivarse a finales del siglo XVII, en la corte de Luis XIV de Francia, ya que La Quintinie, uno de sus jardineros, aprovechó Versalles para intentar este cultivo. Sin embargo, no sería hasta la primera década del siglo XVIII cuando se establece el primer tratado que habla del champiñón, que corre a cargo de Joseph Pitton de Tournefort.

El champiñón se cultiva en unos 70 países de todo el mundo, pero China es el líder indiscutible de su producción, cercana al 80% del total mundial. En España se produce principalmente en tres provincias: La Rioja, Cuenca y Albacete.

A partir de ahí se expandiría su cultivo, teniendo un popularísimo auge en el siglo XX y XXI por la facilidad de adaptación a todo tipo de superficies y a los pocos cuidados que necesita, además de una elevada rentabilidad.

En la actualidad, el champiñon común (también catalogado como champiñón de París) se cultiva en más de 70 países distintos. Como es frecuente, el primer país en producción y exportación del mundo es China, que en 2017 rondaba los 40 millones de toneladas (lo que supone un 75% del total mundial).

Ya en nuestro país, el cultivo principal se produce en las provincias de Cuenca (cerca de un 55% del total) y La Rioja (rondando el 33%), quedando ambas muy lejos de Albacete (en torno al 9%) y dejando muy poco recorrido para otras provincias.

En el caso de las variedades domésticas, el champiñón se puede cultivar con facilidad en cuevas y sótanos donde haya temperatura constante, alta humedad y una aireación suficiente. Como sustrato se suele utilizar paja y diversos abonos naturales, a los que se debe añadir algunos componentes el sulfato de calcio o el de hierro, para favorecer el compostaje.

Principales tipos de champiñón en el mercado

Principales Tipos

El champiñón, como muchos otros hongos, se encuentra en diversas formas en la naturaleza, pudiendo reconocerse más de cuarenta especies pertenecientes al género Agaricus. Sin embargo, la que más frecuentemente encontraremos en nuestros supermercados y la única propiamente doméstica es la del Agaricus bisporus, al que se denomina champiñón común.

Por lo tanto, nombres como champiñón de París, champiñón portobello, champiñón cremini o champiñón botón son siempre Agaricus bisporus, si bien lo único que cambia son subespecies o momentos distintos de recolección, por lo que podemos valorarlos en tres categorías distintas pero siendo genéticamente iguales.

  • Champiñón común o champiñón de París. Son los más populares y los que generalmente vamos a encontrar en mercados y comercios. Es blanco claro, con las láminas en colores negros terroso, de unos 4 o 5 centímetros de altura y más rechoncho que los champiñones salvajes. El más popular para el consumo en fresco. Su nombre taxonómico completo es Agaricus bisporus hortensis, siendo una mutación espontánea y natural del siguiente protagonista.
  • Champiñón portobello. Se le llama portobello cuando es maduro, siendo fácilmente reconocible por un sombrero de color beige y por tener una textura más tersa que la del champiñón común y también por ser más dulces y de aromas más delicados. Gastronómicamente es el más apreciado de los champiñones cultivables, prestándose bien a preparaciones en crudo o simples salteados. Cuando se recoge inmaduro, se llama cremini, que comparten cierta coloración pero es de menor tamaño.
  • Champiñón botón. Es el que solemos encontrar en conservas o enlatado en entero y es un agaricus bisporus hortensis solo que recogido en etapas muy tempranas, de ahí su pequeño tamaño. No solemos encontrarlo en fresco y se caracteriza por su terneza, siendo el más blando de los tres champiñones aquí presentados.
  • Champiñones silvestres. De forma salvaje se pueden encontrar hasta una cuarentena de champiñones, no siendo todos comestibles o todos sabrosos, aunque entre los más populares podemos encontrar al agaricus silvicola y al agaricus arvensis. Este último también es cultivable aunque no es frecuente encontrarle. En ambos casos conviene siempre contar con una guía micológica para no llevar a equívocos.

Propiedades y beneficios nutricionales

Propiedades Y Beneficios

Los champiñones, igual que el resto de setas, se caracterizan por tener un porcentaje bajísimo de grasa (prácticamente nula) y mucho agua, por lo que hablamos de un alimento de poco poder calórico y energético (solo 26kcal por cada 100g de productos) y por tanto muy saciante. Razón por la que tampoco conviene sobrecocerlos, ya que su merma desde el peso en crudo al peso en cocinado es también muy alta.

En cuanto a los principales macronutrientes encontramos valores significativos de fibra en el caso de los champiñones frescos, con 2,5g por cada 100g de producto y también una dosis interesante -para no ser de origen animal- de carbohidratos, con 4g por cada 100g de producto, según la Base de Datos Española de Composición de Alimentos (BEDCA).

Su aporte vitamínico en términos generales no es relevante, algo que caracteriza prácticamente a la totalidad de los hongos. Afortunadamente, a nivel mineral sí tiene ciertas interesantes ventajas, sobre todo las relacionadas con el potasio (470mg por cada 100g), lo cual supone una cifra altísima si tenemos en cuenta que el plátano -el gran referente del potasio- solo tiene 350mg por cada 100g.

El champiñón es bajo en grasas, rico en fibra, muy diurético y bastante saciante.

Un dato que también se reivindica desde el fósforo (110mg por cada 100g de champiñón crudo), que es una cantidad muy relevante si la comparamos con, por ejemplo, la caballa, pescado rico en este mineral y que presenta dosis de 244mg por cada 100g. Una cantidad muy útil para proteger nuestra salud visual pero también la calidad de nuestros huesos.

Todo ello convierte al champiñón en un elemento muy importante de nuestra dieta para añadir fibra y capacidad saciante, lo que favorece nuestra salud gastrointestinal y que también le erige en importante aliado de dietas bajas en grasas y también en aquellas que tengan restringidas los hidratos de carbono, ya que el índice glucémico del champiñón es muy bajo, siendo así un buen ingrediente en las preparaciones de diabéticos.

Cómo comprar y conservar los champiñones

Comprar Y Conservar

Comprar champiñones es una tarea más delicada de lo que parece porque necesitan temperaturas frescas o frías para mantenerse en buen estado. Al contrario que a algunas frutas o verduras, al champiñón no le sienta nada bien el calor o la temperatura ambiente -salvo que vivamos a cinco grados- por lo que deben ir a la nevera según los compremos.

En la tienda o mercado debemos fijarnos en champiñones que no estén magullados, golpeados, babosos o blandos, sino que deben mostrar tersura y tener un color blanco uniforme en el sombrero y en el pie. En el caso de este último, si está cortado, debemos fijarnos que no esté oscurecido o negro, señal de que llevará mucho tiempo cortado.

Como lo más habitual es comprarlos en bandejas, siempre es práctico que acudamos a las que estén más al fondo del lineal -una costumbre habitual porque son los alimentos con el lote o caducidad más lejana-. Recomendamos comprarlos en enteros porque son más baratos, versátiles y además son más fáciles de limpiar que los que ya vienen laminados.

El champiñon se debe conservar en la nevera, protegido por papel absorbente, en una zona no muy fría y con suficiente ventilación para que su humedad natural no los pudra.

Una vez que estén en casa hay que tener varias cosas en cuenta. La primera es que la humedad, al igual que la sequedad, son malos aliados de los champiñones y en este caso favorecen su podredumbre. Por tanto, cuando lleguemos a casa debemos seguir ciertas pautas básicas.

Lo primero que debemos hacer es sacarlos de su envase (generalmente plastificado y donde no debemos conservarlos, porque se condensa la humedad propia del champiñón). Así que lo mejor es extraerlos, sacudir y quitar la tierra sobrante con un cepillito o con una servilleta y meterlos en un tupper, que debemos forrar con papel absorbente en la base. Así la propia humedad del champiñón se quedará en el papel. Además, debemos poner una capa de papel encima de ellos, evitando así esa textura babosa del champiñón mal conservado.

Es importante que no estén cerrados herméticamente porque la condensación haría estragos, por eso debemos dejarlos respirar, y también es importante no lavarlos con agua antes de meterlos en la nevera porque añadiríamos humedad al hongo. Como os habréis dado cuenta, la textura casi esponjosa del champiñón hace que se llene de agua con mucha facilidad, así que mejor no relacionarla con ella.

En el caso de que los champiñones tengan más tierra de lo habitual, podéis pelar el sombrero ligeramente con una puntilla. Solo tenéis que tirar con suavidad del sombrero desde abajo hacia arriba y así quitarle una fina piel, que puede tener más impurezas -sobre todo si es salvaje-.

No conviene lavar con agua el champiñón, salvo que vayamos a consumirlo de manera inmediata. Independientemente de ello, el agua debe ser siempre muy fría.

Independientemente de estos consejos, el champiñón -como todo lo fresco- debe ser consumido a la mayor brevedad posible y aunque aguanta relativamente bien la nevera -si lo almacenamos bien- conviene no tenerlo más de cuatro días allí.

Como último consejo podríamos comentar que los champiñones se pueden desecar o congelar, aunque en este último caso es mejor cocinarlos previamente, ya sean salteados o al vapor, para que nos duren en mejores condiciones porque si los congelamos en crudo la textura original se arruinará por completo.

Cocinar con champiñón: cómo sacarle partido en la cocina

Cocinar Con Champinon

Regusto terroso, textura y mucha versatilidad. La verdad es que el champiñón, si se le trata bien, es una gozada culinaria asequible y accesible que bien nos vale para marcarnos un entrante con unos champiñones a la plancha, para hacer una crema o un risotto de primero o para acompañar como guarnición al segundo.

Es sencillo de preparar, de limpiar y de trocear, ofreciendo muy poca resistencia, por lo cual no debemos contar con un instrumental demasiado especializado. Su único requerimiento es que no le dejemos mucho tiempo a temperatura ambiente porque se empezará a oxidar y a coger tonos negruzcos no deseados. Los puedes evitar con un poco de zumo de limón -igual que haríamos con el aguacate- pero deja demasiado sabor.

En cuanto a la cocina les podemos utilizar en planchas, asados, guisados o hervidos al vapor, aunque hay ciertas preparaciones en las que mejor se aprovechan sus cualidades nutricionales, siendo el vapor y el hervido las más recomendables. En el caso del hervido, conviene añadirlos ya con el agua bullendo, que asegurará una cocción rápida y asentará los nutrientes. Por contra, el asado es la elaboración donde más nutrientes se pierden pero generalmente es la más sabrosa, así que te toca decidir por qué apostar.

Siete recetas para sacarle todo el partido al champiñón

Nueve Recetas

Desde la tapa al segundo plato. Elaboraciones lentas pero también platos rápidos, que resuelvan una cena en un periquete o donde nos dejemos llevar por algo más de creatividad. Poco exige el champiñón y mucho nos da en cocina y con estas recetas fundamentales querrás que no falte nunca en tus fogones.

Champiñones al ajillo

Champinones Al Ajillo

Ingredientes

Para 4 personas
  • Champiñones 1 kg
  • Aceite de oliva virgen extra 100 ml
  • Dientes de ajo 3
  • Perejil fresco al gusto
  • Sal al gusto
  • Pimienta negra molida al gusto
  • Zumo de limón 10 ml
  • Cayena opcional 1

Cómo hacer champiñones al ajillo

Dificultad: Fácil
  • Tiempo total 35 m
  • Elaboración 15 m
  • Cocción 20 m

Cepillamos bien los champiñones y los colocamos en un bol con agua fría y el zumo de limón. Se lavan bien y se secan muy rápidamente con un paño de cocina limpio. Los picamos si son grandes o los dejamos tal cual si son de calibre pequeño.

Ponemos al fuego una cazuela de fondo grueso o una cazuela de barro, con el aceite y los ajos laminados o picaditos. Los doramos muy ligeramente y añadimos los champiñones y la sal y si os gustan con ligero sabor picante, una guindilla cayena, sino pues se prescinde de ella.

Ponemos a fuego medio durante 10 minutos y cuando pase el tiempo subimos el fuego a fuerte y dejamos que se cocinen durante cinco minutos más, removiendo para que los champiñones se cocinen por igual. Servirlos muy calientes, espolvoreados con perejil.

Enlace directo a la receta completa | Champiñones al ajillo

Champiñones rellenos de puerro y queso azul

Champiñones rellenos de puerro y queso azul

Pocos rellenos se resisten a unos buenos champiñones y la pareja de queso azul y puerro aquí van de fábula pero puedes alternar con gambas o sepia, con algún pescado a la plancha o con la hortaliza que prefieras.

  • Ingredientes para 10 unidades. 10 champiñones portobello, 1 parte blanca de puerro, 5g de harina de trigo, 50ml de leche, 50g de queso azul, sal, pimienta negra molida y aceite de oliva.
  • Elaboración. Limpiamos bien los champiñones, retirando los pies (que guardamos para otra elaboración: una salsa, una crema, etc) y restos de tierra. Cortamos el hueco de cada champiñón con una puntilla para hacerlo más grande y que quepa más relleno. Salpimentamos y reservamos. Lavamos y secamos bien el puerro, cortamos a lo largo y picamos en tiras finas. Calentamos un poco de aceite de oliva virgen extra en una sartén y pochamos el puerro a fuego suave hasta que esté tierno y ligeramente dorado. Agregamos la harina y removemos para integrar antes de añadir la leche. Removemos y cocemos unos minutos hasta espesar. A continuación desmenuzamos el queso azul y lo añadimos a la mezcla anterior. Salpimentamos al gusto y retiramos del fuego. Rellenamos los champiñones y cocemos en el horno, precalentado a 200º C con calor arriba y abajo, durante diez minutos. Servimos inmediatamente espolvoreados con un poco más de queso azul y pimienta negra.

Enlace directo a la receta completa | Champiñones rellenos de puerro y queso azul

Brochetas de champiñones balsámicos

Brochetas De Champinones Balsamicos

Textura jugosa y mucho sabor. El champiñón en brocheta, sea a la plancha o sea al horno, da mucho juego y permite jugar con los aderezos o con diferentes ingredientes, que bien podrían ser unos trozos de pimiento, un poco de pollo salteado con unas gotas de soja o unos gambones marinados.

  • Ingredientes para 4 o 6 brochetas. Medio kilo de champiñones, 70ml de vinagre balsámico de Módena, 3 dientes de ajo, 1/2 cucharadita de orégano, 1/2 cucharadita de albahaca, 2 cucharadas de aceite de oliva, sal, pimienta y perejil.
  • Elaboración. Limpiamos los champiñones para quitarles la tierra. Cortamos también la parte inferior del rabito, los secamos y reservamos. Por otro lado, en un cuenco grande, mezclamos el vinagre de Módena con el aceite de oliva, los dientes de ajo picados, el orégano y la albahaca. Añadimos también una pizca de sal y de pimienta. Incorporamos ahora los champiñones a esta mezcla, removiendo hasta que se impregnen bien. Dejamos macerar durante unos 10 minutos y procedemos a montar las brochetas, ensartando cinco o seis champiñones, de manera que quede sitio para cogerlas cómodamente. Por último, colocamos las brochetas en una bandeja con papel de hornear, y horneamos durante entre 15 o 20 minutos con el horno precalentado a 225ºC. Servimos calientes con un poco de perejil picado.

Enlace directo a la receta completa | Brochetas de champiñones balsámicos

Torta con champiñones y ricotta

Torta Con Champinones Y Ricotta

Distribuirlo en masas de hojaldre como esta torta y acompañarle de queso es una de las formas más sencillas y baratas de resolver una cena rápida o un picoteo sin tener que prestar mucho atención a la cocina. Nosotros soltamos la idea y tú decides qué queso te gusta más para este bien avenido matrimonio.

  • Ingredientes para 6 personas. 1 masa quebrada, 450g de champiñones, 2 cucharadas de aceite, 1 cucharadita de mantequilla, 1 cucharada de harina de trigo, 1 cucharada de yogur griego, 25g de brotes de espinacas, 120g de queso ricotta, 15 de piñones y sal y pimienta al gusto.
  • Elaboración. Precalentamos el horno a 180ºC. Estiramos la lámina de masa quebrada en nuestro molde desmontable, ajustando bien la masa al borde del molde. Lavamos los champiñones y los cortamos en cuartos salteándolos en una sartén con el aceite de oliva y la mantequilla. Los pasamos para un bol y les añadimos la harina, el yogur griego, la sal, la pimienta, los brotes de espinaca y el queso ricotta. Extendemos la mezcla encima de la base y giramos los bordes de la masa hacia dentro y por encima del relleno. Espolvoreamos con los piñones por encima. Horneamos durante cuarenta y cinco minutos. Servir caliente.

Enlace directo a la receta completa | Torta con champiñones y ricotta

Crema de champiñones y puerros con jengibre

Crema De Champinones Y Puerros Con Jengibre

A la vichysoisse le sale competencia este año y a las clásicas cremas de calabaza con jengibre también. El champiñon se reivindica en esta crema sencilla, original y sabrosa con la que redescubrir el mundo de la cuchara.

  • Ingredientes para 4 personas. 650g de champiñones, 3 puerros, media cebolla dulce, 1 trocito de jengibre fresco, 1 litro de caldo de verduras, yogur griego o nata al gusto, pimienta negra molida, sal y aceite de oliva.
  • Elaboración. Limpiar bien los champiñones del exceso de tierra que puedan tener y trocear en cuartos. Desechar los extremos de los puerros y las capas exteriores, limpiarlos bien y cortar en rodajas. Picar la cebolla y pelar y picar el trocito de jengibre. Salpimentar, cubrir con el caldo y llevar a ebullición. Cocer a fuego medio durante unos 15 minutos, hasta que los champiñones estén muy tiernos. Dejar reposar un poco y triturar. Ajustar el punto de sal y servir con un poco de crème fraîche o yogur.

Calentar un poco de aceite de una olla o cazuela y pochar la cebolla. Añadir el jengibre, cocinar un minuto e incorporar el puerro. Dejar que coja color un par de minutos a fuego fuerte y añadir los champiñones. Regar con un chorro de vino blanco y dejar que evapore el alcohol.

Enlace directo a la receta completa | Crema de champiñones y puerros con jengibre

Pollo asado con chalotas, champiñones y uvas

Pollo Asado Con Chalotas Champinones

Fácil, ligera y perfecta para llenar la casa de calor de hogar con ingredientes baratísimos. El pollo se acomoda así entre ingredientes jugosos y dulzones con los que ganar muchos puntos en cualquier momento como plato principal.

  • Ingredientes para 3 personas. Medio pollo troceado en presas, 6 chalotas, 100g de champiñones, 200ml de caldo de pollo, 100ml de vino dulce, aceite de oliva, especias al gusto, sal y pimienta.
  • Elaboración. Tras limpiar bien las presas de pollo retirando los excesos de grasa, piel y quemar los plumones que pueda tener, doramos el pollo sazonado al gusto en una sartén con dos cucharadas de aceite de oliva. Añadimos opcionalmente canela, comino, cardamomo, pimentón, o simplemente sal y pimienta. Los pasamos a una fuente apta para horno y los reservamos. A continuación, en el aceite donde hemos dorado el pollo, salteamos ligeramente los champiñones cortados en mitades, repartiéndolos una vez hechos entre los trozos de pollo. Agregamos también a la fuente las uvas desgranadas distribuyéndolas de forma abundante. Finalmente, pelamos y partimos por la mitad las chalotas y las doramos en una sartén. Cuando tomen color, las colocamos en los huecos. Para terminar, añadimos el caldo de pollo y el vino, y horneamos a 200º durante 40 minutos, con calor arriba y abajo, sacando el pollo cuando pase ese tiempo o cuando veamos que las tajadas de pollo están bien cocinadas. Servimos bien caliente.

Enlace directo a la receta completa | Pollo asado con chalotas, champiñones y uvas

Espagueti con salsa cremosa de champiñón y ajo

Espagueti Con Salsa Cremosa De Champinon Y Ajo

Las clásicas pastas al funghi que vemos en los restaurantes italianos se suelen resolver con champiñón, que baila bastante bien en la cocina con las natas y las cremas y en este caso, con unos buenos espagueti (o puedes buscarle unos tagliatelle) no será una excepción.

  • Ingredientes para 4 personas. 500g de champiñones, 6 dientes de ajo, 100ml de nata líquida para cocinar, 400g de espaguetis, aceite de oliva, sal y pimienta negra molida.
  • Elaboración. Limpiamos los champiñones, que no lavándolos. Para ello cortamos la base de cada uno de los pies para librarnos de la parte terrosa y sucia, desechando estos trozos. Con un trapo limpio y ligeramente húmedo, limpiamos el sombrero de cada champiñón y lo separamos de su correspondiente pie. Pelamos los sombreros separando la piel desde la parte inferior. Aunque si vais con prisa, podéis saltaros este paso sin que esto afecte al resultado final. Troceamos los champiñones, pies y sombreros, en piezas de tamaño similar. Pelamos los dientes de ajo y los pasamos por un prensa-ajos o los picamos finamente. Calentamos un poco de aceite de oliva virgen extra en una sartén amplia y añadimos los ajos. Antes de que comiencen a dorarse, incorporamos los champiñones y cocemos a fuego medio durante 10 minutos. Salpimentamos, agregamos la nata líquida y damos un hervor rápido para que se mezclen los sabores. Hervimos los espagueti siguiendo las instrucciones del fabricante, los escurrimos bien y los engrasamos con un poco de aceite. Separamos los champiñones de la nata y mezclamos esta última con los espagueti. Servimos los espagueti con los champiñones por encima y espolvoreamos con sal de aceitunas negras (opcional).

Enlace directo a la receta completa | Espagueti con salsa cremosa de champiñón y ajo

Imágenes | iStock / Jumpstory

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Euskal txerri: así el cerdo vasco salvado de la extinción con el que se producen los embutidos que se rifan los estrella Michelin

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Euskal txerri: así el cerdo vasco salvado de la extinción con el que se producen los embutidos que se rifan los estrella Michelin

Todo en la vida no tiene por qué ser o blanco o negro, algo que incluso salpica a la industria del porcino, donde hay cabida más allá del frecuente cerdo blanco (Landrace y Duroc) y del trono que ocupa el cerdo negro (ibérico y rey de reyes). Es el caso del euskal txerri (literalmente cerdo vasco), que en apenas 40 años ha pasado de la práctica extinción a recuperar la especie y colarse en la alta cocina.

Detrás de ello hay nombres como el de José Ignacio Jauregui, fundador de Maskarada, una empresa chacinera en Lekunberri (en el Valle del Baztán, al norte de Navarra), cuya aventura recuperadora se inicia hace 23 años con un macho y un par de madres.

Ahora los productos de sus felices y lozanos cerdos se sirven en ocho restaurantes con estrella Michelin y también en establecimientos gourmet vascos, navarros e incluso se ha colado con Maskarada 5 en los lineales del Club del Gourmet.

Una odisea porcina que va más allá del sabor, sino también en la fidelidad a un terreno, a la conservación del medio natural y a saber poner en valor productos únicos por sus características.

Crónica de una muerte anunciada (pero salvada)

José Ignacio Jáuregui José Ignacio Jáuregui, hostelero y desde hace 20 años 'reconvertido' en ganadero con Maskarada y sus euskal txerriak.

El euskal txerri (a veces también llamado cerdo pío negro vasco) ha pasado en los últimos 100 años de una situación cómoda a una agónica existencia, hasta llegar a la paulatina recuperación actual. A principios de los años veinte del siglo pasado se contabilizaban en ambas laderas de los Pirineos, entre Francia y España, más de 120.000 animales.

La progresiva desaparición del hábitat rural, la emigración y la búsqueda de variedades más rentables (el euskal txerri come mucho, rinde poco en carne y mucho en grasa) hizo que los ganaderos lo dejasen de lado según avanzaba el siglo XX. Así hasta plantarnos en la década de los 80, cuando entre Francia y España apenas se contabilizaba medio centenar de marranos, muy dispersos además entre más de una veintena de explotaciones ganaderas.

Mucho más abundante en la parte francesa del Pirineo (aún hoy, donde se conoce como Pie noir du Pays basque), fue la chacinería francesa, encabezada por nombres como Pierre Oteiza (en Bayona), la que puso sobre la mesa la calidad de este cerdo autóctono, más graso, con menos carne pero con mucho sabor.

En apenas 60 años la cabaña del euskal txerri pasó de 120.000 animales a tan solo cincuenta. En la actualidad, Francia posee más ejemplares que España.

Así se recogió el testigo en la cara sur del Pirineo, donde encontramos a productores como Peio Urdapilleta en Bidania-Goiatz (Guipúzcoa) o nuestro protagonista, José Ignacio Jáuregui, en cuya familia hostelera había tradición de sacrificar cerdos para el consumo propio, lejos de convertirse en una industria.

"Empezamos en el año 2000, con un par de cerdas y un macho", nos comenta. "Hubo un intento público de recuperar el cerdo vasco pero no fue respondido por la iniciativa privada. Ahí fue cuando nos hicimos con esos tres ejemplares. Ahora tenemos 220 reproductoras y sacrificamos más de 1.500 animales", explica sobre esta resurrección.

¿Cómo es el euskal txerri por fuera... y por dentro?

Marranicos En varias granjas asociadas a Maskarada, el euskal txerri campea y vive en libertad de manera gregaria y dócil.

Gregario, amable y casi de compañía. "Es un animal muy dócil y muy tranquilo, bastante calmado", cuenta José Ignacio. Físicamente es abarrilado, compacto y alargado [alrededor del metro y medio], donde destaca el tamaño de sus grandes orejas y el salpicado de negro sobre la capa blanca, que a veces se produce en grandes manchas y en otras ocasiones apenas motea la cara y la grupa de este animal, cuyos orígenes están en el tronco celta.

Cierta apariencia de pachorra se podría aplicar a este cerdo, curioso, que aún criado en régimen extensivo dista mucho en apariencia y comportamiento del ibérico. "El ibérico es más atleta y más inquieto; el euskal txerri camina y pasea, pero no está todo el rato corriendo o moviéndose. Anda lo que tiene que andar", agrega José Ignacio.

Una forma de vida que luego se traslada también a su sabor. "Es un animal más graso, con menos rendimiento de las partes nobles como el lomo o el solomillo, además de más caro de mantener por esa menor parte magra", especifica su criador.

Lo que podría ser una desventaja, José Ignacio lo ha convertido en su punto fuerte. "Se trata de hacer un cerdo suave, con una buena grasa infiltrada, pero que tenga el sabor del cerdo. No es áspera, sino que es casi dulce, más cercana a la mantequilla, que invita al segundo bocado", añade.

Una capa de tocino más amplia (cerca de 4 centímetros en el lomo, cuando lo habitual son apenas un par de ellos) dan fe de esta mayor densidad. "También es un cerdo que está más acostumbrado al frío, por eso también tiene este porcentaje mayor de grasa", ilustra, aunque sus marranos están a cuerpo de rey.

"Los tenemos en una bosque de 50.000 metros cuadrados, donde les damos de comer y donde cuentan con sus camas cubiertas. Van y vienen a su antojo, están totalmente libres todo el año", prosigue mientras menciona la alimentación de estos trotadores de monte: "Les preparamos una mezcla con maíz, trigo, cebada y soja, más lo que van escarbando por el monte: raíces, flores, setas, alguna castaña que encuentran, algún fruto silvestre. Al final un cerdo sabe a lo que come, por eso es importante su alimentación", insiste.

Madre Y Gorrin En la actualidad cuentan con 220 reproductoras, aunque el parto medio del euskal txerri es menor que el de otras razas de cerdo.

Una tarea distribuida a día de hoy por las siete granjas con las que Maskarada tiene acuerdos. "Estamos enraizados en nuestro entorno y en nuestra forma de entender la vida, que es en el ámbito rural, y por eso también cuidamos a nuestros ganaderos, pagándoles un precio justo por el cuidado del cerdo", insiste. "Intentamos socializar con el cerdo, que se conozca y que se expanda", consigna, dejando claro que su intención no es la de crear un producto exclusivo del que solo ellos saquen partido.

Así pasan alrededor de 10 y 12 meses, en función de cómo haya venido el año, y desde donde van al matadero. "El cerdo es como el ser humano. En verano, si tiene mucho calor, come menos, entonces el sacrificio se alarga. Si hace más frío, come más, y así entonces lo sacrificamos antes", ilustra.

El tope llega con los 140 kilos, que en báscula significa para el euskal txerri la hora de despedirse. "Los matamos en Guijuelo, en un matadero especializado, donde nos aseguramos de sacar todo el provecho al despiece de un cerdo que nos cuesta mucho producir. Allí también secamos los jamones y las paletas porque las instalaciones son más grandes", argumenta.

El euskal txerri convertido en jamones, paletas y curiosos embutidos

La Tienda De Maskarada Ofrece Catas Y Menus A Base De Euskal Txerri Donde Destacan Sus Embutidos La tienda de Maskarada ofrece catas y menús a base de euskal txerri, donde destacan sus embutidos.

"El coste de producción es un poco más caro que el ibérico porque también el retorno de la compra es más lento. Al final no ves el dinero hasta más allá de los cuatro años", justificando así el largo período de secado de sus colgadas delicias.

"Es un animal graso pero muy infiltrado, por eso también ajustamos mucho la sal en la curación para que no quede salado ni seco. Vamos a curaciones muy largas, de 28 meses en paletas y entre 30 y 36 meses en los jamones", argumenta para piezas que no son especialmente grandes en relación a su estancia en bodega: paletas que oscilan entre los 5 y los 5,5 kilos y jamones que van de los 7 a los 7,5 kilos.

"Por eso es muy importante dar valor al resto del cerdo. Yo no me puedo permitir vender solo las piernas y el embutido: tengo que vender el resto del despiece", advierte. Un caramelo por el que brega la hostelería navarra y vasca, a la que también debe parte del despegue del euskal txerri.

"Con el tiempo hemos visto que los restaurantes no venden jamón, sino que demandan otros productos y que nosotros tenemos que estar ahí para aprovechar todo el despiece del cerdo", asegura. "A Koldo Rodero [una estrella Michelin y un sol Repsol en Pamplona] le vendemos los rabos y a los Txapartegui de Alameda [en Fuenterrabía, Guipúzcoa] nos han pedido la piel y también un tocino perfumado con tomillo, al estilo del lardo di Colonnata", comenta.

Toda una recuperación que casi permite reconstruir, como de un puzle se tratara, sus cerdos, donde elaboran patés, lomos y cabeceros curados, gorrín y costilla confitada, oreja cocida, carne fresca y, como no, embutidos de primerísima calidad que ahora están de estreno con un pack de cinco delicatessen.

La última novedad de Maskarada es Maskarada 5, un lote de embutidos originales con sabores marinos, cítricos, de pimiento y de setas.

A ello se suma un trabajo constante de I+D con todo el cerdo y también con algunos clásicos. "hace un par de años hicimos entre 18 y 20 pruebas distintas con chorizos y salchichones para hacer algo distinto", comenta. "Al final se quedaron solo cinco, que son las que componen Maskarada 5, y que son cinco embutidos sorprendentes que enfocamos en un consumo en formato cata", nos explica.

"Son tres chorizos: de cristal [con pimientos de cristal], de Ezpeleta [con pimiento de Espelette] y cítrico [con pieles y cáscaras de naranja y limón; y dos salchichones, el de monte, que tiene setas, y el marino, que tiene algas", perfila sobre sus delicias.

"Son pequeños matices que los hacen diferentes pero donde se nota siempre el sabor del cerdo, que es lo que nosotros perseguimos. A mí, cuando como un embutido, quiero que sepa al cerdo, no al aderezo, y eso es lo que busco. Al principio eramos reacios a hacer salchichones o chorizos porque teníamos en mente esos sabores subidos de pimienta o pimentón que no queríamos en nuestros productos", remarca.

Todo ello para demostrar que Maskarada no está de broma, aunque el enorme mural de la Maskarada Suletina de Sánchez Cayuela Gutxi (comprado por la familia en 1969) presida la tienda de Lekunberri, donde hacen catas y visitas guiadas, porque José Ignacio Jáuregui se toma el mundo del euskal txerri muy en serio.

Imágenes | Maskarada

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Redescubriendo el champiñón: cómo cocinarlo, propiedades, características y siete recetas para aprovechar su infinita temporada

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Redescubriendo el champiñón: cómo cocinarlo, propiedades, características y siete recetas para aprovechar su infinita temporada

Su humildad le ha convertido en un hongo versátil, asequible y disponible todo el año. Versátil, sabroso y siempre a mano, el champiñón realmente no entiende de temporadas, puesto que lo encontramos en cualquier momento. Sin embargo, es cierto que, como a toda seta u hongo, le sienta especialmente bien el otoño, estación micológica por excelencia.

Capaz de funcionar igual de bien en cremas, en guarniciones, en crudo o prestándose como colaborador en infinidad de platos (pensemos en risottos, pastas, sopas, estofados...) y también con suficiente entidad como para ser el protagonista -desde el entrante hasta el principal-. Un mérito que debemos reconocer culinariamente y que le hacen muy importante en nuestras cocinas.

Descripción y características

Descripcion Y Caracteristicas

El champiñón, independientemente de su fisonomía, pertenece eminentemente al género Agaricus (englobada dentro del reino Fungi, según su clasificación taxonómica), donde encontramos unas decenas de especies distintas, aunque realmente las que consumimos o se pueden encontrar gastronómicamente apetecibles de forma salvaje o cultivada son apenas una decena.

Sin embargo, la gran separación que se debe hacer entre los champiñones es entre el Agaricus silvestris o el Arvensis, que son salvajes, y el Agaricus bisporus, o champiñón común, que es el más popular y que encontramos principalmente cultivado. Dentro de este encontramos cuatro variedades principales: hortensis (la más popular), brunnescens (denominados portobello, con colores ocres), vulgaris y sativus.

Tanto en su forma salvaje como en la doméstica, el champiñón crece sobre materias orgánicas en descomposición, como por ejemplo el compost. Es por esto que se les considera un cultivo saprofito hecho que requiere que siempre debamos limpiar los pies de los champiñones, especialmente si son recolectados en su estado salvaje. En la naturaleza se encuentra sobre todo a pie de coníferas, aunque se puede dar en muchas condiciones distintas.

El champiñón que encontramos en nuestros mercados es, en la amplísima mayoría de casos, el Agaricus bisporus hortensis, o champiñón común, que es cultivado.

Como la mayoría de hongos, el champiñón consta de pie (estipe) y de sombrero (pileo), encontrándose en éste el himenio, que es el conjunto de láminas y laminillas, responsables de la capacidad fértil del hongo. Los sombreros suelen ser aplanados o ligeramente convexos y la altura del champiñón oscila entre los tres centímetros y los siete, aunque en sus variedades salvajes puede ser algo más alto y también más ancho, con sombreros que van desde los 3 centímetros de díametro hasta los 8 o 10.

Su cromatismo oscila en una amplia gama de blancos, algunos más claros y otros que podríamos considerar blanco roto o con tonos más crema e incluso ocres, siendo peculiares sobre todo los denominados champiñones portobello por su sombrero de tonos beige.

La carne, tanto del pie como del sombrero, es comestible y blanquecina, siendo ligeramente más tersa en crudo la del sombrero que la del pie, que es algo más dura. Generalmente se consumen cocinados, pero también se pueden elaborar carpaccios con ellos, por lo que conviene ser muy minucioso con la limpieza.

Origen y cultivo actual

Origen Y Cultivo

De forma natural los champiñones se dan en bosques, tanto perennifolios como caducifolios, de zonas templadas del hemisferio norte, principalmente en América y Europa, teniendo además una marcada temporalidad en las temporadas húmedas como es el otoño.

El consumo de setas está datado desde hace miles de años, cuyo aprovechamiento ha servido con fines alimenticios desde los inicios del Paleolítico. Sin embargo, los usos recreativos de las setas y hongos también han formado parte de diversos rituales en muchas culturas, aunque el champiñón está exento de cualquier propiedad psicotrópica.

En su versión doméstica, el champiñón común (Agaricus bisporus) comenzó a cultivarse a finales del siglo XVII, en la corte de Luis XIV de Francia, ya que La Quintinie, uno de sus jardineros, aprovechó Versalles para intentar este cultivo. Sin embargo, no sería hasta la primera década del siglo XVIII cuando se establece el primer tratado que habla del champiñón, que corre a cargo de Joseph Pitton de Tournefort.

El champiñón se cultiva en unos 70 países de todo el mundo, pero China es el líder indiscutible de su producción, cercana al 80% del total mundial. En España se produce principalmente en tres provincias: La Rioja, Cuenca y Albacete.

A partir de ahí se expandiría su cultivo, teniendo un popularísimo auge en el siglo XX y XXI por la facilidad de adaptación a todo tipo de superficies y a los pocos cuidados que necesita, además de una elevada rentabilidad.

En la actualidad, el champiñon común (también catalogado como champiñón de París) se cultiva en más de 70 países distintos. Como es frecuente, el primer país en producción y exportación del mundo es China, que en 2017 rondaba los 40 millones de toneladas (lo que supone un 75% del total mundial).

Ya en nuestro país, el cultivo principal se produce en las provincias de Cuenca (cerca de un 55% del total) y La Rioja (rondando el 33%), quedando ambas muy lejos de Albacete (en torno al 9%) y dejando muy poco recorrido para otras provincias.

En el caso de las variedades domésticas, el champiñón se puede cultivar con facilidad en cuevas y sótanos donde haya temperatura constante, alta humedad y una aireación suficiente. Como sustrato se suele utilizar paja y diversos abonos naturales, a los que se debe añadir algunos componentes el sulfato de calcio o el de hierro, para favorecer el compostaje.

Principales tipos de champiñón en el mercado

Principales Tipos

El champiñón, como muchos otros hongos, se encuentra en diversas formas en la naturaleza, pudiendo reconocerse más de cuarenta especies pertenecientes al género Agaricus. Sin embargo, la que más frecuentemente encontraremos en nuestros supermercados y la única propiamente doméstica es la del Agaricus bisporus, al que se denomina champiñón común.

Por lo tanto, nombres como champiñón de París, champiñón portobello, champiñón cremini o champiñón botón son siempre Agaricus bisporus, si bien lo único que cambia son subespecies o momentos distintos de recolección, por lo que podemos valorarlos en tres categorías distintas pero siendo genéticamente iguales.

  • Champiñón común o champiñón de París. Son los más populares y los que generalmente vamos a encontrar en mercados y comercios. Es blanco claro, con las láminas en colores negros terroso, de unos 4 o 5 centímetros de altura y más rechoncho que los champiñones salvajes. El más popular para el consumo en fresco. Su nombre taxonómico completo es Agaricus bisporus hortensis, siendo una mutación espontánea y natural del siguiente protagonista.
  • Champiñón portobello. Se le llama portobello cuando es maduro, siendo fácilmente reconocible por un sombrero de color beige y por tener una textura más tersa que la del champiñón común y también por ser más dulces y de aromas más delicados. Gastronómicamente es el más apreciado de los champiñones cultivables, prestándose bien a preparaciones en crudo o simples salteados. Cuando se recoge inmaduro, se llama cremini, que comparten cierta coloración pero es de menor tamaño.
  • Champiñón botón. Es el que solemos encontrar en conservas o enlatado en entero y es un agaricus bisporus hortensis solo que recogido en etapas muy tempranas, de ahí su pequeño tamaño. No solemos encontrarlo en fresco y se caracteriza por su terneza, siendo el más blando de los tres champiñones aquí presentados.
  • Champiñones silvestres. De forma salvaje se pueden encontrar hasta una cuarentena de champiñones, no siendo todos comestibles o todos sabrosos, aunque entre los más populares podemos encontrar al agaricus silvicola y al agaricus arvensis. Este último también es cultivable aunque no es frecuente encontrarle. En ambos casos conviene siempre contar con una guía micológica para no llevar a equívocos.

Propiedades y beneficios nutricionales

Propiedades Y Beneficios

Los champiñones, igual que el resto de setas, se caracterizan por tener un porcentaje bajísimo de grasa (prácticamente nula) y mucho agua, por lo que hablamos de un alimento de poco poder calórico y energético (solo 26kcal por cada 100g de productos) y por tanto muy saciante. Razón por la que tampoco conviene sobrecocerlos, ya que su merma desde el peso en crudo al peso en cocinado es también muy alta.

En cuanto a los principales macronutrientes encontramos valores significativos de fibra en el caso de los champiñones frescos, con 2,5g por cada 100g de producto y también una dosis interesante -para no ser de origen animal- de carbohidratos, con 4g por cada 100g de producto, según la Base de Datos Española de Composición de Alimentos (BEDCA).

Su aporte vitamínico en términos generales no es relevante, algo que caracteriza prácticamente a la totalidad de los hongos. Afortunadamente, a nivel mineral sí tiene ciertas interesantes ventajas, sobre todo las relacionadas con el potasio (470mg por cada 100g), lo cual supone una cifra altísima si tenemos en cuenta que el plátano -el gran referente del potasio- solo tiene 350mg por cada 100g.

El champiñón es bajo en grasas, rico en fibra, muy diurético y bastante saciante.

Un dato que también se reivindica desde el fósforo (110mg por cada 100g de champiñón crudo), que es una cantidad muy relevante si la comparamos con, por ejemplo, la caballa, pescado rico en este mineral y que presenta dosis de 244mg por cada 100g. Una cantidad muy útil para proteger nuestra salud visual pero también la calidad de nuestros huesos.

Todo ello convierte al champiñón en un elemento muy importante de nuestra dieta para añadir fibra y capacidad saciante, lo que favorece nuestra salud gastrointestinal y que también le erige en importante aliado de dietas bajas en grasas y también en aquellas que tengan restringidas los hidratos de carbono, ya que el índice glucémico del champiñón es muy bajo, siendo así un buen ingrediente en las preparaciones de diabéticos.

Cómo comprar y conservar los champiñones

Comprar Y Conservar

Comprar champiñones es una tarea más delicada de lo que parece porque necesitan temperaturas frescas o frías para mantenerse en buen estado. Al contrario que a algunas frutas o verduras, al champiñón no le sienta nada bien el calor o la temperatura ambiente -salvo que vivamos a cinco grados- por lo que deben ir a la nevera según los compremos.

En la tienda o mercado debemos fijarnos en champiñones que no estén magullados, golpeados, babosos o blandos, sino que deben mostrar tersura y tener un color blanco uniforme en el sombrero y en el pie. En el caso de este último, si está cortado, debemos fijarnos que no esté oscurecido o negro, señal de que llevará mucho tiempo cortado.

Como lo más habitual es comprarlos en bandejas, siempre es práctico que acudamos a las que estén más al fondo del lineal -una costumbre habitual porque son los alimentos con el lote o caducidad más lejana-. Recomendamos comprarlos en enteros porque son más baratos, versátiles y además son más fáciles de limpiar que los que ya vienen laminados.

El champiñon se debe conservar en la nevera, protegido por papel absorbente, en una zona no muy fría y con suficiente ventilación para que su humedad natural no los pudra.

Una vez que estén en casa hay que tener varias cosas en cuenta. La primera es que la humedad, al igual que la sequedad, son malos aliados de los champiñones y en este caso favorecen su podredumbre. Por tanto, cuando lleguemos a casa debemos seguir ciertas pautas básicas.

Lo primero que debemos hacer es sacarlos de su envase (generalmente plastificado y donde no debemos conservarlos, porque se condensa la humedad propia del champiñón). Así que lo mejor es extraerlos, sacudir y quitar la tierra sobrante con un cepillito o con una servilleta y meterlos en un tupper, que debemos forrar con papel absorbente en la base. Así la propia humedad del champiñón se quedará en el papel. Además, debemos poner una capa de papel encima de ellos, evitando así esa textura babosa del champiñón mal conservado.

Es importante que no estén cerrados herméticamente porque la condensación haría estragos, por eso debemos dejarlos respirar, y también es importante no lavarlos con agua antes de meterlos en la nevera porque añadiríamos humedad al hongo. Como os habréis dado cuenta, la textura casi esponjosa del champiñón hace que se llene de agua con mucha facilidad, así que mejor no relacionarla con ella.

En el caso de que los champiñones tengan más tierra de lo habitual, podéis pelar el sombrero ligeramente con una puntilla. Solo tenéis que tirar con suavidad del sombrero desde abajo hacia arriba y así quitarle una fina piel, que puede tener más impurezas -sobre todo si es salvaje-.

No conviene lavar con agua el champiñón, salvo que vayamos a consumirlo de manera inmediata. Independientemente de ello, el agua debe ser siempre muy fría.

Independientemente de estos consejos, el champiñón -como todo lo fresco- debe ser consumido a la mayor brevedad posible y aunque aguanta relativamente bien la nevera -si lo almacenamos bien- conviene no tenerlo más de cuatro días allí.

Como último consejo podríamos comentar que los champiñones se pueden desecar o congelar, aunque en este último caso es mejor cocinarlos previamente, ya sean salteados o al vapor, para que nos duren en mejores condiciones porque si los congelamos en crudo la textura original se arruinará por completo.

Cocinar con champiñón: cómo sacarle partido en la cocina

Cocinar Con Champinon

Regusto terroso, textura y mucha versatilidad. La verdad es que el champiñón, si se le trata bien, es una gozada culinaria asequible y accesible que bien nos vale para marcarnos un entrante con unos champiñones a la plancha, para hacer una crema o un risotto de primero o para acompañar como guarnición al segundo.

Es sencillo de preparar, de limpiar y de trocear, ofreciendo muy poca resistencia, por lo cual no debemos contar con un instrumental demasiado especializado. Su único requerimiento es que no le dejemos mucho tiempo a temperatura ambiente porque se empezará a oxidar y a coger tonos negruzcos no deseados. Los puedes evitar con un poco de zumo de limón -igual que haríamos con el aguacate- pero deja demasiado sabor.

En cuanto a la cocina les podemos utilizar en planchas, asados, guisados o hervidos al vapor, aunque hay ciertas preparaciones en las que mejor se aprovechan sus cualidades nutricionales, siendo el vapor y el hervido las más recomendables. En el caso del hervido, conviene añadirlos ya con el agua bullendo, que asegurará una cocción rápida y asentará los nutrientes. Por contra, el asado es la elaboración donde más nutrientes se pierden pero generalmente es la más sabrosa, así que te toca decidir por qué apostar.

Siete recetas para sacarle todo el partido al champiñón

Nueve Recetas

Desde la tapa al segundo plato. Elaboraciones lentas pero también platos rápidos, que resuelvan una cena en un periquete o donde nos dejemos llevar por algo más de creatividad. Poco exige el champiñón y mucho nos da en cocina y con estas recetas fundamentales querrás que no falte nunca en tus fogones.

Champiñones al ajillo

Champinones Al Ajillo

Ingredientes

Para 4 personas
  • Champiñones 1 kg
  • Aceite de oliva virgen extra 100 ml
  • Dientes de ajo 3
  • Perejil fresco al gusto
  • Sal al gusto
  • Pimienta negra molida al gusto
  • Zumo de limón 10 ml
  • Cayena opcional 1

Cómo hacer champiñones al ajillo

Dificultad: Fácil
  • Tiempo total 35 m
  • Elaboración 15 m
  • Cocción 20 m

Cepillamos bien los champiñones y los colocamos en un bol con agua fría y el zumo de limón. Se lavan bien y se secan muy rápidamente con un paño de cocina limpio. Los picamos si son grandes o los dejamos tal cual si son de calibre pequeño.

Ponemos al fuego una cazuela de fondo grueso o una cazuela de barro, con el aceite y los ajos laminados o picaditos. Los doramos muy ligeramente y añadimos los champiñones y la sal y si os gustan con ligero sabor picante, una guindilla cayena, sino pues se prescinde de ella.

Ponemos a fuego medio durante 10 minutos y cuando pase el tiempo subimos el fuego a fuerte y dejamos que se cocinen durante cinco minutos más, removiendo para que los champiñones se cocinen por igual. Servirlos muy calientes, espolvoreados con perejil.

Enlace directo a la receta completa | Champiñones al ajillo

Champiñones rellenos de puerro y queso azul

Champiñones rellenos de puerro y queso azul

Pocos rellenos se resisten a unos buenos champiñones y la pareja de queso azul y puerro aquí van de fábula pero puedes alternar con gambas o sepia, con algún pescado a la plancha o con la hortaliza que prefieras.

  • Ingredientes para 10 unidades. 10 champiñones portobello, 1 parte blanca de puerro, 5g de harina de trigo, 50ml de leche, 50g de queso azul, sal, pimienta negra molida y aceite de oliva.
  • Elaboración. Limpiamos bien los champiñones, retirando los pies (que guardamos para otra elaboración: una salsa, una crema, etc) y restos de tierra. Cortamos el hueco de cada champiñón con una puntilla para hacerlo más grande y que quepa más relleno. Salpimentamos y reservamos. Lavamos y secamos bien el puerro, cortamos a lo largo y picamos en tiras finas. Calentamos un poco de aceite de oliva virgen extra en una sartén y pochamos el puerro a fuego suave hasta que esté tierno y ligeramente dorado. Agregamos la harina y removemos para integrar antes de añadir la leche. Removemos y cocemos unos minutos hasta espesar. A continuación desmenuzamos el queso azul y lo añadimos a la mezcla anterior. Salpimentamos al gusto y retiramos del fuego. Rellenamos los champiñones y cocemos en el horno, precalentado a 200º C con calor arriba y abajo, durante diez minutos. Servimos inmediatamente espolvoreados con un poco más de queso azul y pimienta negra.

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Brochetas de champiñones balsámicos

Brochetas De Champinones Balsamicos

Textura jugosa y mucho sabor. El champiñón en brocheta, sea a la plancha o sea al horno, da mucho juego y permite jugar con los aderezos o con diferentes ingredientes, que bien podrían ser unos trozos de pimiento, un poco de pollo salteado con unas gotas de soja o unos gambones marinados.

  • Ingredientes para 4 o 6 brochetas. Medio kilo de champiñones, 70ml de vinagre balsámico de Módena, 3 dientes de ajo, 1/2 cucharadita de orégano, 1/2 cucharadita de albahaca, 2 cucharadas de aceite de oliva, sal, pimienta y perejil.
  • Elaboración. Limpiamos los champiñones para quitarles la tierra. Cortamos también la parte inferior del rabito, los secamos y reservamos. Por otro lado, en un cuenco grande, mezclamos el vinagre de Módena con el aceite de oliva, los dientes de ajo picados, el orégano y la albahaca. Añadimos también una pizca de sal y de pimienta. Incorporamos ahora los champiñones a esta mezcla, removiendo hasta que se impregnen bien. Dejamos macerar durante unos 10 minutos y procedemos a montar las brochetas, ensartando cinco o seis champiñones, de manera que quede sitio para cogerlas cómodamente. Por último, colocamos las brochetas en una bandeja con papel de hornear, y horneamos durante entre 15 o 20 minutos con el horno precalentado a 225ºC. Servimos calientes con un poco de perejil picado.

Enlace directo a la receta completa | Brochetas de champiñones balsámicos

Torta con champiñones y ricotta

Torta Con Champinones Y Ricotta

Distribuirlo en masas de hojaldre como esta torta y acompañarle de queso es una de las formas más sencillas y baratas de resolver una cena rápida o un picoteo sin tener que prestar mucho atención a la cocina. Nosotros soltamos la idea y tú decides qué queso te gusta más para este bien avenido matrimonio.

  • Ingredientes para 6 personas. 1 masa quebrada, 450g de champiñones, 2 cucharadas de aceite, 1 cucharadita de mantequilla, 1 cucharada de harina de trigo, 1 cucharada de yogur griego, 25g de brotes de espinacas, 120g de queso ricotta, 15 de piñones y sal y pimienta al gusto.
  • Elaboración. Precalentamos el horno a 180ºC. Estiramos la lámina de masa quebrada en nuestro molde desmontable, ajustando bien la masa al borde del molde. Lavamos los champiñones y los cortamos en cuartos salteándolos en una sartén con el aceite de oliva y la mantequilla. Los pasamos para un bol y les añadimos la harina, el yogur griego, la sal, la pimienta, los brotes de espinaca y el queso ricotta. Extendemos la mezcla encima de la base y giramos los bordes de la masa hacia dentro y por encima del relleno. Espolvoreamos con los piñones por encima. Horneamos durante cuarenta y cinco minutos. Servir caliente.

Enlace directo a la receta completa | Torta con champiñones y ricotta

Crema de champiñones y puerros con jengibre

Crema De Champinones Y Puerros Con Jengibre

A la vichysoisse le sale competencia este año y a las clásicas cremas de calabaza con jengibre también. El champiñon se reivindica en esta crema sencilla, original y sabrosa con la que redescubrir el mundo de la cuchara.

  • Ingredientes para 4 personas. 650g de champiñones, 3 puerros, media cebolla dulce, 1 trocito de jengibre fresco, 1 litro de caldo de verduras, yogur griego o nata al gusto, pimienta negra molida, sal y aceite de oliva.
  • Elaboración. Limpiar bien los champiñones del exceso de tierra que puedan tener y trocear en cuartos. Desechar los extremos de los puerros y las capas exteriores, limpiarlos bien y cortar en rodajas. Picar la cebolla y pelar y picar el trocito de jengibre. Salpimentar, cubrir con el caldo y llevar a ebullición. Cocer a fuego medio durante unos 15 minutos, hasta que los champiñones estén muy tiernos. Dejar reposar un poco y triturar. Ajustar el punto de sal y servir con un poco de crème fraîche o yogur.

Calentar un poco de aceite de una olla o cazuela y pochar la cebolla. Añadir el jengibre, cocinar un minuto e incorporar el puerro. Dejar que coja color un par de minutos a fuego fuerte y añadir los champiñones. Regar con un chorro de vino blanco y dejar que evapore el alcohol.

Enlace directo a la receta completa | Crema de champiñones y puerros con jengibre

Pollo asado con chalotas, champiñones y uvas

Pollo Asado Con Chalotas Champinones

Fácil, ligera y perfecta para llenar la casa de calor de hogar con ingredientes baratísimos. El pollo se acomoda así entre ingredientes jugosos y dulzones con los que ganar muchos puntos en cualquier momento como plato principal.

  • Ingredientes para 3 personas. Medio pollo troceado en presas, 6 chalotas, 100g de champiñones, 200ml de caldo de pollo, 100ml de vino dulce, aceite de oliva, especias al gusto, sal y pimienta.
  • Elaboración. Tras limpiar bien las presas de pollo retirando los excesos de grasa, piel y quemar los plumones que pueda tener, doramos el pollo sazonado al gusto en una sartén con dos cucharadas de aceite de oliva. Añadimos opcionalmente canela, comino, cardamomo, pimentón, o simplemente sal y pimienta. Los pasamos a una fuente apta para horno y los reservamos. A continuación, en el aceite donde hemos dorado el pollo, salteamos ligeramente los champiñones cortados en mitades, repartiéndolos una vez hechos entre los trozos de pollo. Agregamos también a la fuente las uvas desgranadas distribuyéndolas de forma abundante. Finalmente, pelamos y partimos por la mitad las chalotas y las doramos en una sartén. Cuando tomen color, las colocamos en los huecos. Para terminar, añadimos el caldo de pollo y el vino, y horneamos a 200º durante 40 minutos, con calor arriba y abajo, sacando el pollo cuando pase ese tiempo o cuando veamos que las tajadas de pollo están bien cocinadas. Servimos bien caliente.

Enlace directo a la receta completa | Pollo asado con chalotas, champiñones y uvas

Espagueti con salsa cremosa de champiñón y ajo

Espagueti Con Salsa Cremosa De Champinon Y Ajo

Las clásicas pastas al funghi que vemos en los restaurantes italianos se suelen resolver con champiñón, que baila bastante bien en la cocina con las natas y las cremas y en este caso, con unos buenos espagueti (o puedes buscarle unos tagliatelle) no será una excepción.

  • Ingredientes para 4 personas. 500g de champiñones, 6 dientes de ajo, 100ml de nata líquida para cocinar, 400g de espaguetis, aceite de oliva, sal y pimienta negra molida.
  • Elaboración. Limpiamos los champiñones, que no lavándolos. Para ello cortamos la base de cada uno de los pies para librarnos de la parte terrosa y sucia, desechando estos trozos. Con un trapo limpio y ligeramente húmedo, limpiamos el sombrero de cada champiñón y lo separamos de su correspondiente pie. Pelamos los sombreros separando la piel desde la parte inferior. Aunque si vais con prisa, podéis saltaros este paso sin que esto afecte al resultado final. Troceamos los champiñones, pies y sombreros, en piezas de tamaño similar. Pelamos los dientes de ajo y los pasamos por un prensa-ajos o los picamos finamente. Calentamos un poco de aceite de oliva virgen extra en una sartén amplia y añadimos los ajos. Antes de que comiencen a dorarse, incorporamos los champiñones y cocemos a fuego medio durante 10 minutos. Salpimentamos, agregamos la nata líquida y damos un hervor rápido para que se mezclen los sabores. Hervimos los espagueti siguiendo las instrucciones del fabricante, los escurrimos bien y los engrasamos con un poco de aceite. Separamos los champiñones de la nata y mezclamos esta última con los espagueti. Servimos los espagueti con los champiñones por encima y espolvoreamos con sal de aceitunas negras (opcional).

Enlace directo a la receta completa | Espagueti con salsa cremosa de champiñón y ajo

Imágenes | iStock / Jumpstory

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Las 51 mejores recetas sin huevo (pero que parece que lo llevan)

Los huevos son un alimento muy saludable lleno de beneficios nutricionales, y también un ingrediente básico en la cocina y repostería. Además de valorarse sus cualidades gastronómicas, se emplea en la elaboración y fabricación de numerosos productos, convirtiendo a veces en todo un reto la alimentación para aquellas personas que no pueden consumir huevo ni ovoproductos derivados como la huevina.

Puede ser un rechazo por convicción, como en el caso de los veganos, o por salud, ya que la alergia al huevo es una de las que más prevalencia tienen entre los niños pequeños. Es también un producto que puede producir una fuerte aversión en ciertas personas que no pueden ni olerlo, por mucho que su textura y sabor prácticamente desaparezca al integrarse en masas y otras preparaciones.

Huevos

Y, más allá de cuestiones sanitarias o éticas, las recetas alternativas sin huevo pueden salvarnos la papeleta en esas ocasiones en las que tenemos la huevera de la nevera vacía. Como ingrediente común que casi todo el mundo siempre tiene en casa, no es raro que se gasten sin darnos cuenta, justo cuando queríamos hacer una tortilla o un bizcocho. Afortunadamente, casi siempre hay soluciones para todo en la cocina.

¿Qué es la alergia al huevo y cuáles son sus síntomas?

Una alergia alimentaria consiste en, como las intolerancias, una reacción adversa ante la ingestión de un determinado alimento. Pero, a diferencia de las segundas, las alergias se producen por la reacción de las defensas del propio organismo, es decir, es una respuesta inmunológica que además se produce de forma inmediata.

Huevos

En concreto, la alergia al huevo se manifiesta cuando al ingerirlo, aunque sea en pequeñas dosis, el organismo lo identifica como alérgeno y responde rápidamente produciendo inmunoglobulina E (IgE), un anticuerpo que provoca diversos síntomas inmediatos, pudiendo revestir gran gravedad.

Entre los síntomas más frecuentes de la alergia al huevo destacan molestias gastrointestinales, problemas respiratorios, afecciones cutáneas y, en los casos más graves, anafilaxia con colapso vascular, hipotensión, taquicardia y mareos o pérdida de conciencia. La clara suele producir mayores reacciones alérgicas que la yema.

Huevo

No todos los pacientes afectados de esta alergia reaccionan igual, dándose casos de personas que, en general, toleran bien el huevo pero pueden sufrir urticaria, y otros en los que se puede ingerir la yema cocida, pero reaccionan negativamente a la clara. Tanto la clara como la yema pueden, además, provocar asma y otras dificultades respiratorias al actuar como aeroalérgenos, obligando a la persona afectada a mantenerse alejada de cualquier contacto o cercanía con ellas.

Decíamos que es una de las alergias más comunes en niños, pues se manifiesta sobre todo en menores de cinco años, apareciendo generalmente antes de cumplir dos años de vida. Sin embargo, desaparece a partir de los seis años de vida, siendo menos frecuente entre los adultos.

Alimentos y productos a evitar

Las personas que sufran intolerancia al huevo deben evitar, además del propio huevo en cualquiera de sus tipos (gallina, codorniz, oca, pato, avestruz), los ovoproductos derivados como claras y yemas de huevo pasteurizadas, yemas cocidas, huevos congelados, clara en polvo, etc.

También hay que prestar atención a todos los procesados y ultraprocesados que suelen incluirlos en sus ingredientes, como todos los productos de panadería, pastelería, helados y dulces, así como alimentos rebozados, salsas, rellenos y más alimentos cocinados, o suplementos y complementos deportivos y medicinales.

Supermercado

Además de evitar el consumo de huevo en cualquiera de sus formas, los alérgicos deben prestar atención a las etiquetas de los alimentos para identificar los nombres con los que pueden aparecer las proteínas de este alérgeno, muy empleados como aditivio:

  • Albúmina
  • Ovoalbúmina
  • Ovomucoide
  • Ovovitelina
  • Ovotransferrina
  • Vitelina
  • Luteínas o pigmento amarillo E-161b
  • Globulina
  • Lecitina E-322
  • Livetina
  • Lisozima
  • Coagulante
  • Emulsificante

Si no aparece determinada la naturaleza de algunas de estas sustancias, como los emulsificantes, la mejor garantía la encontraremos en el mensaje específico que debe aparecer indicando si contiene, o puede contener, huevo o trazas de huevo. Recordemos que es uno de los alérgenos que la industria alimentaria debe notificar obligatoriamente en sus etiquetas.

Las mejores recetas sin huevo

Quienes necesiten evitar cualquier contacto con el huevo tendrán que cuidar también la contaminación cruzada, por eso la mejor garantía de seguridad es cocinar nuestros propios platos y productos totalmente caseros, eliminando completamente los huevos de la cocina. Para buscar inspiración culinaria, un buen recurso es recurrir a los recetarios veganos.

Entrantes y aperitivos

Tortilla de patatas sin huevo

Tortilla de patatas sin huevo

Ingredientes

Para 6 personas
  • Patata 400 g
  • Cebolla 150 g
  • Harina de garbanzo 70 g
  • Agua 180 g
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Sal

Cómo hacer tortilla de patatas sin huevo

Dificultad: Fácil
  • Tiempo total 45 m
  • Elaboración 5 m
  • Cocción 40 m

Pelamos las patatas y las cortamos en láminas finas. Pelamos la cebolla y la cortamos el juliana. Calentamos abundante aceite en una sartén y añadimos las patatas y la cebolla. Freímos a fuego suave unos 30 minutos con la sartén tapada. Removemos de vez en cuando.

En un recipiente hondo y amplio mezclamos el agua con la harina de garbanzos y batimos hasta que no haya grumos. Cuando la patata y la cebolla estén listas, escurrimos sobre un colador para retirar el exceso de aceite. Lo añadimos a la mezcla de agua y harina de garbanzo y sazonamos.

Calentamos un poco de aceite en una sartén mediana y cuajamos a fuego bajo durante unos cinco minutos por cada lado, remetiendo los bordes hacia abajo para darle forma. Es importante respetar el tiempo de cuajado para que la harina de garbanzo no quede cruda.

Paté de champiñones con tomillo y Marsala

Paté sin huevo
  • Ingredientes. 1 cucharada de mantequilla, 1/2 cebolla, 150 g de champiñones lavados laminados, 1 diente de ajo, 1/2 cucharada de tomillo, 1 pizca de nuez moscada, 1 cucharada de zumo de limón, 60 ml de vino Marsala, 50 g de queso crema, sal y pimienta.
  • Elaboración. Ponemos una sartén al fuego y derretimos la mantequilla, agregamos la cebolla, cubrimos con una tapa y la cocinamos hasta que esté transparente, removiendo de vez en cuando. Subimos el fuego y echamos los champiñones, los cocinamos ocho minutos hasta que estén blandos y el líquido se haya evaporado. Añadimos el ajo picado, el tomillo, la nuez moscada y salteamos 30 segundos, vertiendo el vino Marsala y el zumo de limón. Cocinamos todo cinco minutos más. Reservamos una o dos láminas de champiñones. Pasamos la preparación al vaso de una batidora y añadimos el queso crema, batimos hasta formar una pasta lisa y cremosa. Echamos en un tarro hermético y alisamos. Derretimos la mantequilla y agregamos por encima del paté, dejando una lámina de champiñón y unas ramitas de tomillo

Más detalles en la receta completa.

Aguacates caprese

Huevo Aguacates
  • Ingredientes. 1 aguacate, 8 tomates cherry de colores, 6 mini mozzarellas, 75 ml de vinagre de Módena, 25 g de miel, 10 ml de zumo de limón, 5 ml de aceite de oliva virgen extra, sal, pimienta negra, albahaca fresca picada, escamas de pimentón (opcional).
  • Elaboración. Colocamos el vinagre y la miel en un cacito y calentamos hasta llevar a ebullición. Bajamos ligeramente el fuego y cocemos durante 5 minutos o hasta que la mezcla espese ligeramente. Dejamos enfriar. Escurrimos las perlas de mozzarella y las troceamos. Lavamos los tomates cherry y los cortamos en cuartos. Mezclamos ambos en un cuenco y añadimos una cucharadita de zumo de limón, otra de aceite de oliva virgen extra, sal y pimienta negra al gusto. Cortamos el aguacate por la mitad, longitudinalmente, y retiramos el hueso. Para evitar que se oxide pincelamos cada mitad con un poco de zumo de limón. Rellenamos cada mitad con la mezcla de tomate y mozzarella. Esparcimos la albahaca y unas escamas de pimentón. Regamos con la reducción.

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Otras recetas de entrantes sin huevo

Tortillitas

Salsas, ensaladas y cremas sin huevo

Lactonesa o mayonesa sin huevo

Lactonesa
  • Ingredientes. 100 ml de leche a temperatura ambiente, 180-200 ml de aceite de oliva virgen extra, sal al gusto, zumo de limón al gusto, vinagre de Jerez opcional, mostaza de Dijon opcional.
  • Elaboración. Colocar la leche en el vaso de la batidora o un recipiente cilíndrico, y colocar la batidora tocando el fondo. Batir sin moverla durante unos 20 segundos, a velocidad baja, para empezar a darle volumen. Añadir el aceite de oliva poco a poco, en hilo, sin dejar de batir. Mantener el brazo de la máquina en el fondo sin moverlo hasta que empiece a emulsionar y crecer. Llegará un momento en el que el aceite se quedará en la superficie; entonces seguir batiendo pero subiendo y bajando la batidora, para ayudar a la emulsión. Continuar poco a poco añadiendo más aceite hasta tener la textura deseada. Incorporar la sal y posibles aromas, como un chorrito de vinagre, zumo de limón, pimienta o una punta de mostaza. Batir un poco más para incorporarlo todo bien.

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Veganesa de anacardos

Veganesa
  • Ingredientes. 60g de nueces de macadamia, 60g de anacardos, 3 dátiles sin hueso, 120ml de agua, 3 cucharadas de aceite de oliva, 1/2 cucharada de vinagre de manzana, 1 cucharada de zumo de limón, 1 diente de ajo y una pizca de sal.
  • Elaboración. Se juntan todos los ingredientes en un cuenco y se baten con la batidora hasta obtener una textura homogénea, sin echar todo el agua de golpe para ajustar al gusto.

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Ensalada César de brócoli

Ensalada
  • Ingredientes. 1 brócoli grande o 2 pequeños, 1 diente de ajo, 2aa nchoas, 50 ml de zumo de limón y su ralladura, 10 ml de vinagre de manzana, 15 ml de mostaza de Dijon, 30 ml de yogur griego natural, 1 lechuga romana, queso Parmesano rallado al gusto, picos integrales machacados, pimienta negra molida, aceite de oliva virgen extra necesario.
  • Elaboración. Cortar los floretes del brócoli dejándolos en unidades pequeñas, lavar y escurrir. Escaldar 2-3 minutos en agua hirviendo y enfriar rápidamente, o cocer al vapor dejándolo firme y algo crujiente. Machacar con un mortero o picar muy finas las anchoas junto con el diente de ajo hasta tener una pasta. Añadir la mostaza, el vinagre, el zumo de limón y el yogur (o mezcla de ambos) y empezar a batir con un tenedor o mini varillas. Agregar un chorrito de aceite de oliva sin dejar de batir hasta emulsionar y tener una salsa homogénea. Añadir 2 cucharadas de queso parmesano y mezclar bien. Probar y ajustar los ingredientes si fuera necesario. Disponer el brócoli con la lechuga cortada en juliana. Incorporar la salsa y mezclar muy bien. Agregar ralladura de limón, pimienta negra y más queso al gusto, junto con unos picos a modo de picatostes.

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Otras recetas de salsas, ensaladas y cremas sin huevo

Pesto

Recetas de platos principales sin huevo

Espaguetis a la carbonara de aguacate

Espaguetis
  • Ingredientes para 2 personas. 1 aguacate, 150 g de espaguetis, 100 g de bacon, 50 g de parmesano, pimienta negra, sal.
  • Elaboración. Cocemos los espaguetis el tiempo que indique el fabricante para dejarlos al dente. Mientras, doramos el bacon cortado en tiras y en cuanto se doren, las retiramos, reservando la grasa que suelten. En esa misma sartén doramos un diente de ajo muy picado y después agregamos la pasta muy bien escurrida, removiendo bien para que se impregne con los sabores. Mientras, en un vaso ponemos la pulpa del aguacate, el queso parmesano y una cucharón del agua de cocer la pasta. Procesamos con la batidora hasta que quede una crema homogénea. Servimos en un plato hondo los espaguetis y los cubrimos con la salsa carbonara de aguacate y decoramos con el bacon dorado y un poco más de queso parmesano y pimienta negra.

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Estofado de verduras y legumbres

Estofado
  • Ingredientes para 6 personas. 1 cebolla, 2 puerros, 1 apio, 150 g de calabaza, 1 berenjena, 400 g de tomate troceado, 750 ml de caldo de verduras, 5 g de pimentón, 350 g de judías blancas cocidas, 350 g de garbanzos cocidos, aceite de oliva virgen extr, pimienta negra y sal.
  • Elaboración. Pelamos la cebolla, la calabaza y la berenjena y troceamos en piezas de aproximadamente dos centímetros. Lavamos el puerro y troceamos del mismo tamaño. Lavamos el apio y cortamos en tiras finas. Calentamos un chorrete de aceite en una cacerola y rehogamos todas las verduras a la vez durante 6-8 minutos. Añadimos el pimentón, removemos e incorporamos el tomate troceado. Salpimentamos al gusto y rehogamos durante un par de minutos. Añadimos el caldo de verduras y, cuando el conjunto arranque a hervir de nuevo, contamos 15 minutos. Incorporamos los garbanzos y las judías blancas y cocemos durante 5 minutos más para amalgamar todos los sabores.

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Hamburguesa de falafel

Hamburguesa Falafel
  • Ingredientes. 300 g de garbanzos hidratados 24 horas, 1 diente de ajo, 2 cucharadas de cilantro, 1 cucharada de perejil, 1 cucharadita de comino, sal y pimienta al gusto, 100 g de harina de garbanzos, 5 g de levadura química, aceite de girasol para freír, 1 cebolla morada, 100 g de yogur griego, 20 g de pepino, 60 g de queso feta, espinaca fresca y 4 panecillos de hamburguesa.
  • Elaboración. Hacemos las hamburguesas como se descibre en el proceso de la receta de falafel, pero formando cuatro hamburguesas con la masa. Las pasamos por pan rallado (opcional). Calentamos un poco de aceite en una sartén y freímos las hamburguesas de falafel durante 4 minutos por cada lado, a fuego medio. Tostamos los panes de hamburguesa y las montamos. Colocamos unas hojas de espinaca fresca en la base, la hamburguesa de falafel, la salsa de yogur y pepino, los aros de cebolla morada y unos dados de queso feta. Espolvoreamos con un poco de pimienta negra y cerramos con la tapa del pan. Servimos inmediatamente.

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Otras recetas de platos principales sin huevo

Revuelto

Recetas de dulces y postres sin huevo

Natillas sin huevo

Natillas
  • Ingredientes. 600 ml de leche, 100 g de nata líquida para montar, 1 vaina de vainilla, 1 rama de canela, 1 pizca de cúrcuma, 25 g de maizena, 65 g de azúcar, 1 pizca de sal, galletas al gusto.
  • Elaboración. Disponer la leche -que puede ser sin lactosa o una versión vegetal- con la nata -lo mismo- en una cazuela con la vaina de vainilla abierta y la rama de canela. Calentar justo hasta que esté a punto de hervir, apagar el fuego y tapar. Dejar infusionar al menos 15 minutos y mezclar con la cúrcuma, para darle color. Mientras enfría un poco mezclar con unas varillas la maizena con el azúcar y la pizquita de sal. Colar la infusión sobre la segunda mezcla a través de un colador. Remover muy bien con las varillas y devolver al fuego. Calentar a fuego lento, removiendo constantemente con movimientos suaves, hasta que espese. Espesarán más una vez se hayan enfriado, pero si vemos que queda muy líquido podemos añadir algo más de maizena diluida en leche fría. Repartir en cuencos, esperar a que enfríe un poco y llevar a la nevera, como mínimo, dos horas.

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Pudding de semillas de chía

Pudding Chia
  • Ingredientes. 2 cucharadas de semillas de chía (unos 20 g), 1 cucharada de cacao puro en polvo sin azúcar, 1 cucharadita o más de azúcar o edulcorante al gusto, 125 ml de leche o bebida vegetal, 2-3 cucharadas de yogur espeso natural, estilo griego, 1 pizca de azúcar vainillado o miel, fruta al gusto para sevir.
  • Elaboración. Disponer las semillas de chía en un cuenco, añadir el cacao en polvo y mezclar bien. Cubrir con la leche o bebida vegetal y batir con unas varillas hasta no dejar grumos. Incorporar el azúcar o edulcorante ahora si se desea y remover. Esperar 10 minutos, volver a mezclar y tapar con plástico film. Dejar en la nevera como mínimo 1 hora. Escurrir el líquido del yogur y batir con azúcar o miel hasta dejar una textura bien cremosa. Lavar la fruta que vayamos a usar. Formar el pudding dividiendo la mezcla de semillas de chía en dos partes, cubriendo con la mitad el fondo de un tarro, vaso o copa pequeña. Agregar la capa de yogur y culminar con el resto de las semillas de chía y chocolate. Coronar con fruta.

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Natillas de chocolate sin huevo

Natillas de Chocolate
  • Ingredientes. 500 ml de leche, 60 g de azúcar, 50 g de cacao en polvo, 30 g de maicena, 40 ml de nata líquida, vainilla al gusto.
  • Elaboración. En un bol mezclamos el azúcar con la maicena, removiendo para que se mezclen. Por otra parte en un cazo echamos la leche, la nata, el extracto de vainilla y el cacao en polvo. Añadimos la mezcla de los secos, es decir el azúcar y la maicena y comenzamos a cocer la preparación sin dejar de remover. Cuando hierva la mezcla, retiramos rápidamente del fuego y lo repartimos en vasitos o ramequines. Dejamos dos horas enfriar en la nevera antes de tomarlas.

Más detalles en la receta completa.

Otras recetas de postres sin huevo

Tiramisú

Fotos | Unsplash
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La lombarda, la colorida col morada para disfrutar de temporada (y más allá de Navidad): propiedades, características y recetas

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La lombarda, la colorida col morada para disfrutar de temporada (y más allá de Navidad): propiedades, características y recetas

Son pocos, pero sabrosos, los alimentos morados que encontramos en nuestra dieta. A bote pronto podríamos hablar del ajo morado, de la zanahoria (sí, las hay moradas), pero también de las patatas (como las vitelotte) y de algunos frutos del bosque, con ciertos tintes violáceos.

Más allá de ellos no abundan estos tonos en nuestra cocina pero si hablamos de una protagonista, morada o púrpura, debemos hablar de la lombarda. Una col que sienta colores catedralicios en nuestra cocina de otoño e invierno, siendo importantísima en numerosas mesas de Navidad, y a la que hoy nos rendimos, demostrando que no hace falta 'condenarla' en los fogones solo al 25 de diciembre.

Tan versátil como el resto de coles pero algo más dulce e infinitamente más colorida, podríamos decir que la lombarda es un ingrediente divertido al que dar salida desde los entrantes hasta los principales e, incluso, haciendo un particular kimchi. Hoy te lo demostramos.

¿Qué es la lombarda?

Que Es

Si la lombarda hiciera anuncios, diríamos que siempre vuelve a casa por Navidad, porque es una hortaliza típicamente invernal, plantándose durante la primavera para que lleguen a los mercados a partir del mes de noviembre, extendiendo su cosecha hasta los meses de enero y febrero.

También llamada col roja o col morada, la lombarda es una hortaliza que forma parte de la extensísima familia Cruciferae o Brassicaceae, con más de 3.000 especies distintas, y que se llaman crucíferas porque sus flores se desarrollan en una especie de cruz.

Botánicamente, la lombarda es una Brassica oleracea (capitata frubra, para más señas), especie en la que también encontramos al repollo (que también es capitata), a la col rizada, a la berza, a la coliflor, al brócoli, al kale, a la col de Bruselas entre los más conocidos de nuestros mercados, siendo todos ellos de la misma especie pero distintos cultivares.

En el caso de la lombarda hablamos de una planta herbácea que puede ser bienal, aunque lo más común es que sea anual por su aprovechamiento culinario. Como el repollo, en la lombarda destaca su tallo que no se ramifica y da forma al cogollo, que se va cubriendo de diversas hojas lisas que lo van abrazando en forma de espiral y apretando, siendo más apretadas que las del repollo.

El contraste principal está en su color, que oscila entre azules y violáceos, siendo más azulada en suelos alcalinos y siendo más roja y morada en suelos ácidos. Su coloración se debe a la presencia de la antocianina, un flavonoide que sirvió además para bautizar ese pigmento azul.

De hecho, su nombre botánico rubra significa 'rojo' en latín, que sirve en la actualidad para definir a la lombarda en numerosos idiomas como el francés (rouge chou), inglés (red cabbage) o alemán (rotkohl). Aunque nosotros también la encontramos como col morada o col roja, el nombre de lombarda es un misterio -sobre el que estamos buscando respuesta-, aunque sabiendo que existe también la denominada col de Milán, es posible que nuestras respuestas nos encaminen a Italia.

Origen y cultivo actual

Origen Y Cultivo

El origen de repollos y coles parece encontrarse en la cuenca mediterránea, sobre todo en la parte oriental, conociéndose el uso de la col y de la lombarda desde el 2.500 antes de Cristo en el Antiguo Egipto.

Su proliferación por el resto del Mare Nostrum se daría con romanos y griegos, que encontraron en las coles y las lombardas no solo un buen y barato alimento -además de bastante resistente-, sino también un remedio médico frecuentemente usado en cataplasmas.

La evolución hizo que las coles, los repollos y las lombardas arraigasen en el resto de Europa a partir de la Edad Media, siendo un alimento frecuente de las clases más populares por la poca exigencia del cultivo y por aguantar bien las condiciones climáticas adversas, extendiéndose así por Francia, Alemania, las islas británicas y el norte de Europa.

También en esa época se convirtieron los repollos, las coles, las berzas y las lombardas en ingredientes comunes de las cocinas españolas, encontrando la participación de estas crucíferas en prácticamente en buena parte del recetario patrio, desde el trinxat catalán hasta la berza jerezana, pasando por la lombarda a la madrileña, plato icónico de Navidad, que se sirve guisado junto a tocino, piñones, manzana y ciertas especias. De hecho, su poder saciante y bajo precio le valía el sobrenombre de 'el pavo de los pobres'.

En la actualidad, la lombarda se encuentra bien extendida por toda Centroeuropa, aunque no tanto en España donde la col y el repollo son bastante más populares. En cuanto a consumo y cultivo lo encontramos principalmente en el centro de la meseta, siendo Segovia, Toledo y Madrid provincias donde se focaliza buena parte de su cultivo, aunque no son las únicas.

Descripción y características

Descripcion

La lombarda que encontramos en nuestros mercados y tiendas suele venir ya desprovista de las hojas exteriores y envasada en plástico. Los pesos oscilan entre el kilo y los dos kilos, siendo más duras y menos tiernas las de mayor calibre.

Son esféricas y tienen un diámetro de entre 20 y 25 centímetros y es fácilmente identificable por la similitud que tiene con el repollo y por su inconfundible color, que en el corte longitudinal se aprecia entre blancos y morados, destacando la apariencia del tallo, parte más dura de la planta.

Las hojas son jugosas pero duras, ofreciendo mayor resistencia a la mordida que la de coles o repollos, razón por la que también necesitan una cocción algo más prolongada.

Cómo elegir y conservar la lombarda

Como Elegir

Es frecuente que encontremos la lombarda ya envasada y desprovista de sus hojas exteriores, pero también podemos encontrarla en los mercados y tiendas. Para comprobar su frescura es conveniente fijarse en el aspecto exterior, notando que las hojas exteriores sean brillantes, frescas y no estén magulladas o rotas.

Al tacto deben ser macizas y pesadas, nunca dando la sensación de huecas o vacías. Unos toques con los nudillos en la base de la lombarda servirán para oír el interior, que no debe sonar tampoco líquido o viscoso, señales de una excesiva maduración de la lombarda.

También conviene fijarse al tacto y a la vista en las diferencias entre las hojas externas e internas porque es frecuente eliminar las exteriores (más expuestas y sufridas) y dejar solo las interiores cubriendo a la lombarda y disimulando así el posible paso del tiempo.

Debe rechazarse la que tenga olores excesivamente dulces en crudo y también la que posea aromas azufrados demasiado intensos, si bien en ambos casos una lombarda sana debe ser relativamente dulce y sulfurosa en nariz.

La conservación es sencilla, igual que el resto de coles o repollos. Aguanta fácilmente dos o tres semanas en la nevera dentro del cjaón de las verduras, guardada en una bolsa de plástico perforado o de papel, para que respire. En caso de que contemos con comprar una lombarda de bastante tamaño siempre es mejor que la consumamos por capas, cortando hojas en función de nuestras necesidades y no partiéndola por la mitad.

Tampoco es conveniente lavarla con agua hasta que no se vaya a consumir, aunque si es fresca y no está envasada, es necesario quitar el polvo o la tierra exterior que pueda tener, así como varias de las hojas exteriores.

Propiedades y beneficios nutricionales

Propiedades Y Beneficios

Saciante, llena de agua y con pocas calorías. La lombarda apenas aporta 20-25 kcal por cada 100g de producto, por lo que es una maravilla de cara a menús otoñales e invernales donde nos pasemos con las grasas en otras recetas.

Tiene también un contenido interesante en fibra (2,5g por cada 100g), nada de colesterol y un porcentaje bajo de hidratos de carbono (3,5g por cada 100g), por lo que también es un buen ingrediente para dietas hipocalóricas y para las personas diabéticas.

Su aporte vitamínico no es especialmente relevante, aunque tiene una dosis apreciable de vitamina C (57mg por cada 100g) y una buena presencia de minerales, destacando el potasio (250mg por cada 100g) y el de calcio (52mg por cada 100g).

Gracias a la fibra, la lombarda favorece el tránsito intestinal, aunque sus componentes azufrados implican mejorar las digestiones con ingredientes como el hinojo o el camino. Además, las antocianinas mencionadas anteriormente -relacionadas con el color- aportan una importante acción antioxidante.

Cómo preparar la lombarda

Como Preparar

Las recetas más habituales con lombarda implican cocidos y hervidos, que luego se pueden rehogar o convertir en cremas y purés. Sin embargo, podemos sacarle partido también en crudo, por ejemplo en ensaladas, y también respetar al máximo sus virtudes culinarias recurriendo a los hervidos.

No conviene sobrecocerla porque pierde color y textura, razón por la que es más que suficiente cocerla a fuego suave durante 30 o 40 minutos, partiendo siempre de hervores bajos. Como todas las crucíferas, la lombarda desprende un olor ligeramente sulfuroso y desagradable (pensemos en la coliflor o la col de Bruselas) durante las cocciones, que se multiplica si estas son demasiado rápidas e intensas, por lo que es conveniente recurrir a fuegos más pausados o a cocciones al vapor.

Más digestiva cuando se consume cruda que cuando se consume cocida, una buena forma de tomar lombarda es picarla finamente y saltearla o distribuirla en ensaladas de col -pensemos en una coleslaw con un poquito de color-. También le sientan bien los vinagres y las vinagretas (con un poco de mostaza, por ejemplo) en esas ensaladas, donde conviene acompañarla de algún toque más dulce como el de la zanahoria o de la cebolla, donde podríamos servir la lombarda rallada.

Como Preparar 2

Si se consume cruda, al ser más dura que el resto de verduras, podríamos aliñar la ensalada con algo de antelación para que los sabores se integren. Si la trabajamos cocida, también podemos luego rehogarla con un sofrito de ajos y algún toque de vinagre balsámico, que realza el dulzor y lo equilibra. También podemos usarla en dipeos con yogures frescos y ligeramente ácidos como el yogur griego o con un tzatziki, que son buenas formas y frescas de disfrutar de la lombarda.

En cualquier caso, si la consumimos cocida y no la vamos a preparar en el acto, conviene añadir unas gotas de vinagre y dejar bien tapada la lombarda para que no pierda su color morado tan característico, porque una vez cocida empieza a azular.

El agua de su cocción también se puede aprovechar para usarlo como caldo (igual que haríamos con un caldo de repollo) y arrancar un cocido o para que sea el fondo sobre el que trabajemos un caldo de carne. También se puede consumir el caldo directamente, a modo de consomé. También se puede hacer chucrut o kimchi con ella, en vez de con col, como se estila en Alemania y Corea para conservar la lombarda durante varios meses.

Nuestras mejores recetas con lombarda

Nuestras Mejores Recetas

Fríos, cocidos, ensaladas, pastas, primeros y segundos... La lombarda es tan versátil como podría ser cualquier otra col y hoy demostramos que además de la lombarda navideña -que no falla- hay otros caminos.

1. Lombarda de Navidad

Lombarda De Navidad

A esta lombarda le va bien usar una manzana ligeramente ácida, que contraste con las pasas pero también con las especias, que podéis modelar al gusto.

  • Ingredientes para 6 personas. 800 de lombarda, 1 cebolla dulce, 50g de uvas pasas, 1 rama de canela, anís estrellado, 5g de comino en grano, 3 clavos de olor, 30ml de vinagre de mmanzana, 2 manzanas reineta, aceite, sal, piñones y vino tinto.
  • Elaboración. Preparar la lombarda retirando las hojas exteriores, sobre todo si están dañadas, y cortándola en cuartos. Retirar la parte más gruesa y dura del tallo y proceder a cortarla en juliana antes de lavarla. O sacar las hojas, lavarlas, secarlas y cortarlas después. Cortar la cebolla en juliana fina o picar en piezas pequeñas. Calentar un fondo de aceite de oliva en una sartén o cazuela bien amplia y pochar la cebolla con una pizca de sal, hasta que se transparente. Añadir las pasas y la canela, y saltear un par de minutos. Incorporar la lombarda, salpimentar ligeramente y remover para que empiece a dorarse y perder un poco de volumen. Agregar el vinagre y el resto de especias, removiendo bien. Tapar y cocinar a fuego suave, durante unos 30 minutos, mezclando de vez en cuando a medida que la col vaya decreciendo. Echar un chorrito de vino tinto a mitad de la cocción si se desea. Mientras tanto, lavar y pelar las manzanas. Descorazonar y cortar en láminas, cubos o rallar, dependiendo de cómo nos guste encontrar los tropezones de la fruta. Cuando la col lleve media hora de cocción, agregar la manzana y remover bien.

Enlace directo a la receta completa | Lombarda de Navidad

2. Crema de lombarda con almendras

Crema De Lombarda Con Almendras

Pocas crucíferas se resisten a convertirse en crema y en este caso apostamos por una receta ganadora y llena de color que se hace irresistible.

  • Ingredientes para 4 personas. 1/2 col lombarda grande, 1 cebolla roja, 1 diente de ajo, 1 pera conferencia, 1/2 vaso de vino blanco, 1 hoja de laurel, 1/2 vaso de leche de almendras, 500 ml de caldo de verduras, 250 ml de Nata Cocina Espesa Président, 100 g de almendra laminada, pimienta negra, sal, aceite de oliva virgen extra.
  • Elaboración. Lava bien la lombarda, escurrir y trocear. Pela y pica fina la cebolla y el diente de ajo. Lava, pela y retira el corazcón de la pera. Cubre el fondo de una olla o cazuela amplia con aceite de oliva y cocina a fuego medio la cebolla con el ajo y una pizca de sal, hasta que se reblandezcan. Añade la col lombarda y cocina removiendo bien subiendo la temperatura. Cuando la col empiece a cocerse, salpimenta, añade el laurel y riega con el vino. Una vez se evapore el alcohol, incorpora la pera troceada, el caldo y la leche de almendras. Lleva a ebullición, baja el fuego y deja cocer tapado durante unos 25-30 minutos. Mientras tanto aprovecha para tostar las almendras en una sartén sin engrasar, removiendo constantemente hasta dejarlas bien tostadas y crujientes. Reserva aparte. Comprueba el punto de la lombarda y tritura con ayuda de una batidora. Añade 200 ml de Nata Cocina Espesa Président y mezcla bien. Puedes pasar la crema por un colador chino para dejar una textura más fina. Sirve en raciones individuales repartiendo la crema bien caliente e incorpora el resto de la nata, añadiendo por último almendras tostadas por encima al gusto.

Enlace directo a la receta completa | Crema de lombarda con almendras

3. Ensalada crujiente de lombarda con persimón y granada

Ensalada Crujiente De Lombarda Con Persimon Y Granada

Puro sabor a otoño y mucha carga navideña para este plato que demuestra que podemos dar vida en fresco a la lombarda, acompañándola de ciertos toques dulces y ácidos muy frutales.

  • Ingredientes para 4 personas. 500g de lombarda, 2 zanahorias, 1 caqui persimón grande, 1 granada, 5 rabanitos, 45ml de aceite de oliva, 15ml de vinagre de Jerez, 30ml de zumo de naranaja, 5ml de miel, mostaza de Dijo, pimienta negra molida y sal.
  • Elaboración. Lavar y secar bien todas las verduras. Desechar las hojas más feas de la col lombarda y extraer la parte gruesa del tronco. Cortar en juliana y disponer en una ensaladera. Pelar las zanahorias y cortar los extremos. Rallarlas con un rallador fino y añadir a la lombarda. Pelar el persimón y trocear en cubos pequeños. Retirar el extremo de los rabanitos y cortar en rodajas finas. Extraer las semillas de la granada. Mezclar todo junto. Preparar la vinagreta batiendo en un cuenco el aceite de oliva con el vinagre, el zumo de naranja, la miel y la mostaza. Aliñar la ensalada y salpimentar al gusto.

Enlace directo a la receta completa | Ensalada crujiente de lombarda con persimón y granada

4. Boniato y lombarda al horno con granada y salsa de miso

Boniato Y Lombarda Al Horno Con Granada Y Salsa De Miso

El toque salado del miso, la chispeante ácidez de la granada y la untuosidad golosa del boniato. Encontrar todos los sabores en el plato es posible con esta sencilla receta, superfácil, con la que sacar a la lombarda de los segundos platos.

  • Ingredientes para 2 personas. 3 boniatos medianos, media lombarda, 30ml de aceite, pimienta negra, sal, 30ml de miso rojo, 30ml de tahini, 5ml de vinagre de manzana o arroz, 20ml de agua, 1 granada y perejil, cebollino o eneldo fresco.
  • Elaboración. Precalentar el horno a 200ºC y preparar dos fuentes o bandejas. Lavar bien los boniatos para retirar los posibles restos de tierra, y pelar ligeramente las partes más feas o con restos de raíz, si fuera necesario. Cortar en piezas de unos 3 cm y disponer en una bandeja. Salpimentar y mezclar con una cucharada de aceite de oliva virgen extra. Introducir en el horno para que empiece a asarse mientras preparamos la col. Cortar en cuatro grandes "gajos", desechando las hojas más externas si estuvieran muy dañadas. Hay que procurar cortar de forma que todas las capas queden adheridas a través de la base, para que no se separen. Lavar y secar. Colocar en otra bandeja, salpimentar, añadir el aceite restante y meter al horno, en un nivel inferior. Hornear las verduras durante unos 40-45 minutos, removiendo el boniato de vez en cuando y dando la vuelta a la lombarda a mitad de la cocción -si queremos que se hornee de forma homogénea-. Dependiendo del tamaño de las piezas puede tardar más o menos, y podemos ajustar el punto al gusto. Lo ideal es que estén muy tiernas y caramelizadas. Para la salsa, combinar el miso, el tahini o tahina, el vinagre y el agua, mezclando bien hasta que quede homogéneo. Si el miso es muy denso lo podemos hacer en un cacito al fuego, a temperatura suave. Añadir más agua o más tahina si fuera necesario. Espesará al enfriar. Servir los platos repartiendo el boniato con la lombarda troceada, granada fresca, eneldo picado u otra hierba al gusto y la salsa a un lado. Se puede tomar templado o caliente.

Enlace directo a la receta completa | Boniato y lombarda al horno con granada y salsa de miso

5. Ensalada de col lombarda y manzana

Ensalada De Col Lombarda Y Manzana

Una forma distinta de comer la clásica lombarda de Navidad pero con los mismos ingredientes y añadiendo a nuestra querida Thermomix a la mezcla. El resultado os hará repetir.

  • Ingredientes para 4 personas. 500g de lombarda lavada y torceada, 200g de manzana golden lavada y troceada, 30g de piñones, 2 dientes de ajo, 50ml de aceite de oliva, 50ml de vino blanco, 100ml de agua, sal y pimienta negra molida.
  • Elaboración. Ponemos la col lombarda en el vaso y la trituramos 4 seg/vel 5. La sacamos, la ponemos en un bol, la salpimentamos y la reservamos. Sin limpiar el vaso, ponemos el aceite, los dientes de ajo pelados y la manzana. Trituramos 3 seg/vel 4. Programamos 5 min/temp Varoma/vel cuchara, giro a la izquierda. Añadimos la col, el vino blanco y el agua. Programamos 25 min/temp Varoma/vel cuchara, giro a la izquierda. Cinco minutos antes de terminar, quitamos el cubilete, añadimos los piñones y dejamos que se termine de hacer sin el cubilete.

Enlace directo a la receta completa | Ensalada de col lombarda y manzana

6. Vasitos bicolores de calabaza y lombarda con langostinos

Vasitos Bicolores De Calabaza Y Lombarda Con Langostinos

A todo color y superresultona. Esta receta va a cambiar vuestras cremas para siempre y va a hacer que más de uno repita. El toque festivo no falta con el langostino y claro, procurad siempre que el recipiente donde la sirváis sea transparente, para que se vea el contraste.

  • **Ingredientes para 4 personas. 1 cebolla dulce, 1 diente de ajo, 1 zahahoria grande, 500g de calabaza pelada, media cucharadita de cúrcumla molida, media lombarda, 1 pizca de canela, 5ml de vinagre de jerez, 60ml de vino blanco, 60ml de vino tinto, caldo de verduras, pimienta negra molida, sal, aceite, cebollino picado y langostinos cocidos.
  • Elaboración. Picar la cebolla y dividirla en dos partes para cada crema. Picar el diente de ajo, trocear la zanahoria y pelar y trocear la calabaza. Aparte, preparar la lombarda lavada, troceándola retirando las hojas más feas exteriores y desechando la parte más gruesa del tronco. Calentar un poco de aceite de oliva en dos cazuelas de tamaño medio. Añadir el diente de ajo a una de ellas, y dejar pochar unos minutos. Echar la zanahoria y la calabaza, y la lombarda en la otra olla. Dar unas vueltas y salpimentar ambas. Sazonar la calabaza con la cúrcuma y la lombarda con la canela y el vinagre. Regar cada una con sus respectivos vinos y dejar que evapore el alcohol. Cubrir con agua o caldo y dejar cocer a fuego medio hasta que las verduras estén bien tiernas, unos 20-30 minutos. Vigilar el nivel de líquido. Triturar cada crema por separado, ajustando el nivel de líquido para que quede relativamente espesa. Distribuir en vasitos llenando la mitad con una crema y echando la otra encima. Servir con un langostino pelado en cada vasito y un poco de cebollino picado.

Enlace directo a la receta completa | Vasitos bicolores de calabaza y lombarda con langostinos

7. Ñoquis en salsa de mascarpone, pera y lombarda

Noquis En Salsa De Mascarpone Pera Y Lombarda

Esta salsa puede funcionar igual de bien con todo tipo de pasta, solo que a los tiernos ñoquis les va bien el contraste de la lombarda. Además, sumamos la untuosidad y frescura del mascarpone con el punto goloso y ligeramente granulado de la pera.

  • Ingredientes para 2 personas. 400g de ñoquis, 1 cebolla dulce, 1 pera mediana, 3 hojas de col lombarda, 150g de queso mascarpone, 100ml de nata líquida o leche, ajo granulado al gusto, salva fresca o seca al gusto, pimienta negra molida, aceite de oliva y queso parmesano o similar para servir.
  • Elaboración. Picar la cebolla en brunoisse. Pelar la pela y cortarla en cubos pequeños. Enrollar las hojas de lombarda sobre sí mismas y cortar en tiras finitas. Pochar a fuego lento la cebolla dulce con un poco de aceite y una pizca de sal. Cuando esté bien dorada, añadir la pera y remover bien. Cuando la fruta coja color, añadir la lombarda y salpimentar. Saltear unos minutos. Mientras tanto cocinar los ñoquis en abundante agua salada hirviendo. Están listos cuando flotan en la superficie. Escurrir y reservar. Incorporar el queso mascarpone a la sartén y mezclar bien hasta que se deshaga. Aligerar con un poco de nata o leche, salpimentar y sazonar con salvia y ajo granulado al gusto. Agregar los ñoquis y mezclar todo bien. Servir con queso recién rallado.

Enlace directo a la receta completa | Ñoquis en salsa de mascarpone, lombarda y pera

Imágenes | iStock

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Aprovecha el final de la temporada de setas con estos trucos profesionales para salteados, caldos, guisos, cremas o a la plancha

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Aprovecha el final de la temporada de setas con estos trucos profesionales para salteados, caldos, guisos, cremas o a la plancha

El otoño es una de las estaciones predilectas de los cocinillas pero también de los chefs profesionales. Caza y setas se juntan de manera efímera en los fogones, cargados de sabores naturales, y que dependen literalmente del mercado de un día para otro.

En el mundo de los hongos y las setas, donde tenemos algunos de cultivo bastante a mano como los champiñones o los shitake, son numerosos los casos de productos etéreos que pueden desaparecer en cuestión de días.

Poca humedad, frío excesivo o la abundante mano del hombre echada al monte son algunos ejemplos de las vicisitudes por las que encontrar buenas y económicas setas es todo un reto. No es solo encontrarlas, sino también saber limpiarlas, encontrar las recetas adecuadas para cada tipo de seta o cómo conservarlas para que nos duren todo el año.

Boletus edulis, níscalos, trompeta de la muerte, amanita caesarea, angula de monte, seta de cardo y trufa, mucha trufa, es parte del despliegue que Álex Marugán, chef del restaurante madrileño Tres por Cuatro, ha lucido durante todo noviembre en este vendaval micológico muy ajustado de precio (60 euros para 10 pases, incluyendo dos postres y un aperitivo). Un lujo del que nos ha dado trucos sobre cómo cocer determinadas setas; por qué es importante no pasarse con los puntos; cuáles permiten el crudo o qué guarniciones y salsas le van bien.

Boletus edulis

Boletus Bis

"Es una de las setas más agradecidas y más sencillas que hay de preparar, aunque no tiene tanto sabor. Se puede laminar y cocinarlo a la plancha, fuerte y rápido, y luego añadir unas gotas de aceite", explica.

"Es práctico porque también es fácil de limpiar", asegura, una característica que le da la particular dureza del boletus, que es también una de las pocas setas que se pueden comer en crudo.

"Si la laminamos bien con una mandolina, bien finito, se puede comer en ensalada y en crudo", indica el chef. Más allá del crudo, el chef madrileño también reivindica la presencia del boletus en guisos intensos.

"El boletus, troceado, se puede añadir a un goulash, a unas carrilleras o a un guiso de rabo de todo. Basta con agregarlo al final de la cocción, cuando le quede poco, para que no se pierda la textura", incide y deja una puerta abierta al mar: "a un suquet de rape o de mero se le podría añadir boletus, que daría ese toque a monte que le va bien a cualquier fondo".

Posiblemente por eso apueste por él en un plato de altos vuelos de su menú micológico: la torta ahogada de boletus, cardo, torrezno y pepitoria. "El boletus troceado y salteado junto al cardo, que mantengan la textura, que es muy importante en ambos casos para que sean agradable en la mordida", comenta.

Crema De Hongos Ensalada De Amanita Caesarea Manzana Y Emulsion De Su Tronco Seta De Cardo Con Emulsion De Erizo Y Torta Ahogada De Boletus Con Torrezno Y Cardo En Pepitoria La versatilidad de la seta en cuatro preparaciones: crema, crudo, salteada y guisada con crema de hongos; ensalada de amanita caesarea, manzana y emulsión de su tronco; seta de cardo con emulsión de erizo, y torta ahogada de boletus con torrezno y cardo en pepitoria.

"Tiene que ser algo parecido al dente, que se note al masticar", que luego resuelve con trozos de torrezno frito y una pepitoria sustanciosa. "Al final la gracia de las setas es acompañarla de guisos y de cocina muy clásica, que le va bien, como en esta pepitoria", comenta.

Aún a sabiendas del precio del boletus, el chef da otra clave económica para marcarnos un caldo de verduras o de carne con setas como protagonistas: el shitake deshidratado. "Tiene potencia, tiene mucho sabor y mucho aroma y arrancar un fondo es perfecto porque ahorras dinero y tiempo, aunque también puedes arrancarlo con champiñón o boletus".

Níscalo

Cesta De Niscalos

El famoso lactarius deliciosus, conocido como níscalo o robellón, es una de las setas más apreciadas y es, a pesar de su buen sabor, bastante frecuente. Su pero: el tiempo que se invierte en limpiarlo, aunque bien merece el esfuerzo de una seta que solemos encontrar en rangos medios de precio.

"Es una seta con mucha tierra, que exige que se lave muy bien para que los platos sean limpios. Yo, para limpiar cuatro kilos de níscalo el otro día estuve dos horas y cuarto con ellos", advierte.

Tiempo, paciencia y no para novatos, al menos no en el paladar. "Tiene una textura más firme, más dura, que no gusta a todo el mundo", indica. "Sin embargo, es un hongo muy versátil porque funciona bien en salteados y también en guisos", ilustra.

Guiso De Niscalos Guiso de níscalos, patata y oreja crujiente. Punto ligeramente pimentonado del guiso, perfecta la oreja, tersa la seta y muy acertada la patata frita del fondo del bol.

"En el menú hicimos una versión del guiso de níscalos con patatas y oreja y en la cocción puede aguantar hasta una hora y cuarto", comenta. En su caso, para que el contraste de texturas fuera mayor, usa la patata para engordar el caldo (al que también añade un toque de pimentón picante no ahumado en el sofrito) y aparte fríe pequeños cuadrados que dispone en la base del bol, donde vierte el guiso.

"Es más agradable porque tienes la mordida del níscalo, la untuosidad del guiso que ha engordado con la patata, y abajo tienes la patata frita, que también tiene ese crujiente", comenta. Fuera de la olla, el níscalo también se desenvuelve bien con un chorrito de aceite y un poco de sal o un toque de ajo.

Amanita de los césares o Amanita Caesarea

Amanita Cesarea

"Es la más cara, si exceptuamos las trufas, y hay muy poca y no siempre la hay", explica mientras da un truco de cómo comprarla: "no deben estar muy abiertas [con el sombrero totalmente desplegado], sino más apretadas, que son las que mejor sabor tienen y más tersas son", añade.

En su caso la servían en una ensalada de amanita caesarea acompañada de apionabo, manzana y emulsión del tronco de la seta. "Los contrastes ácidos de la manzana le van bien a cualquier salsa o emulsión, y el terroso del apionabo también aporta sabor a monte", ilustra.

En el caso de esta seta ilustre es el único en el que aprovecha el tronco para consolidar el plato. "Los pies de las setas tienen otra textura, son más leñosos y más duros, por eso lo que hacemos es una crema de setas como aperitivo con todos los pies", comenta.

"Arrancamos el sofrito con mantequilla, que es más sabrosa que el aceite aunque no sea igual de sana, pero el resultado en el paladar es mucho más agradable", comenta sobre un ingrediente que tanto para salsas como para cremas, sobre todo de toques terrosos, van especialmente bien.

Chantarela o rebozuelo

Rebozuelo

Es relativamente habitual confundir al rebozuelo (Cantharellus cibarius), también llamada cantarela, cabrilla o rossinyol, con el níscalo por su forma, aunque su color lo delata, siendo amarillo, mientras que el níscalo tiende hacia naranjas y bermellones.

"Es otra seta versátil, que va bien en guisos y que permite cocciones más largas, pero también en casa se puede usar en revueltos", comenta. Otro uso habitual del rebozuelo es utilizarlo para diversas salsas con base láctica, que pueden ir bien para pastas, para una carne blanca e incluso para ser la salsa de unos propios rebozuelos salteados.

Rebozuelo Con Aligot Compañía clásica de aligot y yema de huevo para los crocantes rebozuelos, una seta generosa que permite cocción larga y que tiene una buena mordida.

En el caso de Tres por Cuatro y su menú micológico, Álex Marugán lo resolvía con un lacado. "A la seta la salpimento y la marco a la plancha, que coja textura y algo de color. Luego la lacamos con una salsa que lleva soja, alga, shitake y miel.

Empezamos con la soja y la dejamos reducir un poco, cuando ha reducido, añadimos el resto de ingredientes fuera del fuego y tapamos la cazuela durante un par de horas", explica.

El resto de la receta lleva un puré de patatas con queso. "El aligot [nombre que recibe este pure] le va bien a todas las setas, que nosotros rematamos con una yema de huevo cruda. Se mezcla el umami de la salsa, la untuosidad del puré y el toque crujiente de la seta", incide.

En cualquier caso, matiza que el rebozuelo, al contrario que los boletus o las amanitas caesareas, no debe tomarse crudo. "Es más duro y húmedo, por lo que tiene más textura y yo no lo recomendaría en consumos crudos", aclara.

Trompeta de la muerte

Trompeta De La Muerte

"En este caso ya hablamos de una seta más delicada que no aguanta cocciones largas, sino salteados. Es más cara y más fina, por lo que no conviene pasarse con la cocción", asegura. Así es la Craterellus cornucopioides, muy valorada en la mesa y que además le hace merecedora del término 'trufa de los pobres'.

En el caso de Tres por Cuatro la sirve con unos ñoquis de boniato, con una mantequilla tostada de salvia y con almendra picada. "A la seta le va bien el contraste dulce con una salsa o con otro ingrediente [en este caso el boniato]", comenta.

Img 20201124 143851 Los sabores a campo y monte del fruto seco se combinan bien con los de las setas, como estas trompetas de la muerte, que se rematan con un punto dulce del ñoqui de boniato.

Igual que se potencia con las aromáticas no muy intensas, como el caso de la salvia, que son más frescas que el tomillo o el romero. El remate final lo acompaña con esa almendra. "Los frutos secos en crudo son buenos acompañamientos de las setas por esos matices a bosque y a campo", asegura.

Del mismo modo, advierte que es una seta que no debe consumirse cruda. "Algunas setas en crudo son más indigestas que otras; no significa que sean tóxicas pero sí implican peores digestiones", advierte.

"Es una seta más delicada, que se recomienda cocinar salteada porque no permite cocciones largas", considera. Por eso, si la usamos en casa, la emplaza a ser la parte final de, por ejemplo, un arroz. "Un arroz de setas, con una trompeta de la muerte, cocinada solo al final, queda perfecto", añade.

Angula de monte

Angula De Monte

Hablamos de otro de los caviares de nuestros bosques y de una seta especialmente delicada. "Con las setas hay que intentar que el producto sobresalga, casi no tocarlo y no taparlo, por eso son importantes los salteados sin muchos aderezos", reconoce.

En este caso hablamos de la Cantharellus lutescens, familiar del rebozuelo, razón por la que es frecuente que la encontremos bautizada como rebozuelo amarillo, rebozuelo anaranjado o también trompeta amarilla. Su nombre de angula de monte viene por su escasez y alta cotización.

Angula De Monte Con Tallarines De Sepia Salsa De Su Tinta Y Avellanas La sapidez de la seta se realza bien con los salinos de la sepia, que aporta una textura fresca y crujiente, mientras que la avellana picada aporta también mordida a este conjunto.

"Es una seta muy fina en sabor y en corte, mejor saltearla solo con un poquito de aceite. Le pasa lo mismo que a la angula normal; si la haces al ajillo, sabe solo a ajo. Yo lo que quiero es que la seta sepa a seta, no a lo que le eches de más", comenta.

Razón por la que en su caso la sirve con unos tallarines de sepia crudos con su tinta y avellana machacada. "A las setas les van bien los contrapuntos salinos y yodados, en este caso con la sepia y con la salsa, hecha con la propia tinta", explica.

"También ganan en textura", incide, aunque podríamos marcar ligeramente esa sepia (también valdría chipirón fresco o calamar pequeño) y jugar con los matices salinos en un salteado muy rápido.

Seta de cardo

Seta De Cardo

Es una de las cenicientas del mundo micológico por su abundancia y por no tener un sabor tan definido como sus vecinas de monte. Por eso, Álex Marugán la realza con un plato que define como "más arriesgado".

"La seta de cardo no es tan potente en sabor, por eso la acompañamos con una emulsión de erizo de mar, que aporta yodado y salinidad", asegura. "Es una seta con más textura que sabor, por eso también debe ser también un salteado corto pero intenso", indica.

Por eso, lo potencia rallando trufa negra sobre el plato, un movimiento que se agradece en el olfato y que repite en varios platos, y que consolida con la ralladura de castaña fresca, que también realza esos sabores otoñales y de monte, que podríamos emular con un salteado de seta de cardo y unas castañas asadas picadas en casa, sirviéndose como ensalada templada.

Más allá de este plato, la seta de cardo funciona bien en revueltos o en arroces, tanto en secos como en ejemplos como los risottos, donde suelen funcionar muy bien todo tipo de setas.

En Directo al Paladar | Las 10 setas de otoño e invierno más importantes de España: dónde recogerlas, cómo cocinarlas y con qué variedades no debes confundirlas
En Directo al Paladar | 49 recetas con setas y hongos para sacarle todo el sabor al otoño

Seis recetas con beicon para un picoteo del finde sabroso, pero más ligero de lo que parece

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Seis recetas con beicon para un picoteo del finde sabroso, pero más ligero de lo que parece

En la nómina de sospechosos habituales cuando hablamos de productos calóricos y poco recomendables suele colarse con frecuencia el beicon. Llamémosle bacono démosle una pátina de castellano con el termino panceta o tocineta, siempre permanece en la lista de los más buscados cuando se persigue a los enemigos de nuestras arterias.

Es cierto que no es un ingrediente que deba formar parte de nuestro día a día, pero también es cierto que con moderación y desgrasado es un producto sabroso, agradecido, barato y al que pocos paladares se resisten.

Salirse del guion de los fritos y reivindicarle como un buen integrador de un picoteo sencillo, funcional y muy manejable no es difícil, más aún cuando veáis estas siete recetas a caballo ganador con las que el bacon demuestra que no hay que demonizarle y saber aprovechar sus virtudes, aunque sea de manera excepcional.

Tortitas individuales de patata, puerros y bacon

Tortitas Individuales De Patata Puerros Y Bacon

Pocos matrimonios hay mejor avenidos a la hora de desayunar que el que huevo y bacon forman. Si a la pareja le sumas la presencia de la patata se te convierte en un plato combinado de aúpa y si crees que hay vida más allá y los mutas en tortitas (junto a una pizca de puerro) el placer se multiplica.

Ingredientes

Para 4 personas
  • Patata 3
  • Puerro grande 1
  • Bacon 150 g
  • Huevo 2

Cómo hacer tortitas individuales de patata, puerros y bacon

Dificultad: Fácil
  • Tiempo total 20 m
  • Elaboración 15 m
  • Cocción 5 m

Pelamos las patatas, las cortamos en cuadraditos y las ponemos a cocer en una cacerola con abundante agua y un poco de sal. Si lo preferís podéis cocer las patatas con su piel y después cortarlas, como cuando preparamos ensaladilla rusa.

Una vez cocida la patata, la reservamos. En una sartén, pochamos un puerro cortado en trozos pequeños y mientras se va haciendo, cortamos el bacon en tiritas muy finas y lo añadimos también para que aporte su sabor. Lo cocinamos a fuego lento para que ni el puerro ni el bacon queden crujientes, sino blanditos.

En un bol ponemos las patatas cocidas y añadimos dos yemas de huevo y un pellizquito de sal y vamos mezclando sin destrozar demasiado las patatas, aunque algunas quedarán lógicamente hechas puré. Una vez las yemas de huevo estén integradas, incorporamos el bacon y el puerro y mezclamos bien.

Ponemos a calentar una sartén pequeña -yo uso una de 12 cm de diámetro- y casi sin nada de aceite vamos cocinando porciones de esa masa que hemos elaborado con las patatas, puerros, bacon y las yemas de huevo, durante un par de minutos por cada cara, hasta que queden doradas y con el aspecto de tortillas clásicas.

Vamos apilando las tortitas individuales y las llevamos a la mesa donde serán bien recibidas por nuestra familia, ya que además de que son ligeras porque no tienen casi aceite, están buenísimas y son ideales para guarnición de platos sencillos como filetes a la plancha o pescados al vapor.

Enlace directo a la receta completa | Tortitas individuales de patata, puerros y bacon

Espigas de pan rellenas de bacon

Espigas De Pan Rellenas De Bacon

Si nunca te has atrevido a coquetear con la panadería esta receta infalible te valdrá para dar tus primeros pasos; si ya eres un panadero avezado, no tienes excusa para no adentrarte en el sabroso mundo que el bacon y una pizca de pan ofrecen. Solo tienes que 'olvidarte' de la masa un rato y lo demás vendrá rodado.

  • Ingredientes para 6 unidades. Una cucharadita de levadura seca de panadería, 2 tazas de agua tibia, 4 o 5 tazas de harina de trigo, 1 cucharadita de sal, 1 cucharadita de azúcar y 6 lonchas de bacon.
  • Elaboración. Empezamos poniendo a hervir una olla con agua. Cuando el agua hierva, añadimos las lonchas de bacon y las hervimos cinco minutos. Las sacamos y las dejamos enfriar en un plato cubierto con una servilleta de papel, las reservamos. La ebullición es opcional, pero se reduce la untuosidad y salinidad en el producto final. Desleímos el azúcar y la levadura en una taza de agua tibia y lo dejamos reposar durante 10 minutos, hasta que la parte superior de la mezcla esté espumosa. En un bol, mezclamos 4 tazas de harina y la sal. Agregamos la mezcla de levadura y la otra taza de agua tibia. Mezclamos. Si la masa es muy pegajosa, podemos ir agregando la otra taza de harina. Amasamos durante unos 10 minutos. Cubrimos el recipiente con papel film y dejamos que la masa suba durante aproximadamente 1 hora, hasta que doble su volumen. Una vez doblado, sacamos el aire de la masa y la dividimos en 6 partes. Formamos una bola con cada una de las partes. Cogemos una bola y la extendemos. Colocamos una loncha de bacon encima. Doblamos la masa, apretando los bordes para sellarla y la ponemos cara hacia abajo sobre una bandeja para hornear forrada con papel de horno. Con unas tijeras vamos realizando cortes en forma de "V" y vamos separando la masa a derecha e izquierda. Después de formar las espigas con toda la masa, dejamos que los panes reposen sobre la bandeja durante una hora más. Mientras, precalentamos el horno a 220ºC. Ponemos un tazón con agua en el horno y cocemos las espigas durante 10 minutos. Bajamos la temperatura a 190ºC y horneamos durante 5-10 minutos más, hasta que las espigas estén doradas y suenen huecas cuando se les toca. Dejarlas enfriar sobre una rejilla.

Enlace directo a la receta completa | Espigas de pan rellenas de bacon

Tartaletas individuales de huevos con bacon

Tartaletas Individuales De Huevos Con Bacon

Pueden apañarte un desayuno o un picoteo rápido en cualquier momento del finde con una receta que te va a llevar apenas 10 minutos (cronometrados) y que va a gustar a todo el mundo. Tres ingredientes, mucho sabor y una cena sencilla rematada en poco más de lo que tardarías en poner la mesa.

  • Ingredientes para 4 personas. 4 obleas de empanadillas, 4 huevos, 4 lonchas de bacon y sal al gusto.
  • Elaboración. Ponemos una oblea de empanadilla en el fondo de cada molde para muffin. Cortamos un trozo a cada una de las 4 lonchas de bacon para forrar con ese trozo el fondo del molde cubierto por la empanadilla y los trozos largos los usamos para envolver el aro exterior de cada tartaleta. Una vez colocado todo en los moldes los introducimos en el horno precalentado a 160ºC durante dos minutos, para que las lonchas de bacon estén algo crujientes. Abrimos el horno y en cada espacio ponemos un huevo de gallina al que quitamos un poco de clara para que no se desborde y una pizca de sal. Si lo preferís, también podéis utilizar huevos de codorniz. Tras añadir el huevo, volvemos a meter en el horno y dejamos hasta que se cuaje la clara. Para economizar, podemos apagar el horno ya que los huevos se harán en unos minutos con el calor remanente. Una vez terminado, sacamos con cuidado sacamos las tartaletas del molde.

Enlace directo a la receta completa | Tartaletas individuales de huevos con bacon

Barquitas de patata con queso y bacon

Barquitas De Patata Rellenas De Queso

Estas potato skins demuestran que al bacon y a la patata les gusta la compañía del queso y también prueban que no necesitamos siempre a la freidora para aportar sabor. Fácil, gustosa y de esas recetas que solo necesitan estar un poco pendiente del horno y que se convertirá en un clásico de tus picoteos.

  • Ingredientes para 2 personas. 6 patatas nuevas muy pequeñas, 4 lonchas de bacon, 80g de queso emmental o cheddar, aceite de oliva, pimienta negra molida, sal y salsa barbacoa o kétchup al gusto.
  • Elaboración. Precalentar el horno a 200ºC. Elegir patatas nuevas tersas y de forma regular, lavarlas bien y secarlas. Disponerlas en una fuente para horno y regarlas con un chorrito de aceite de oliva, removiendo bien para que se impregnen. Hornear durante unos 30 minutos, hasta que estén tiernas por dentro. Mientras se enfrían las patatas, trocear el bacon y freírlo en una sartén con una pizca de aceite (o sin nada más que su grasa) hasta que esté bien crujiente. Escurrir sobre papel de cocina y picarlo fino. Cuando las patatas se puedan manejar, cortarlas en dos de forma longitudinal y vaciar el interior con ayuda de una cuchara o un sacabolas, con cuidado de no romper la piel. Recomiendo guardar la carne de las patatas para otra preparación. Colocarlas boca abajo en la fuente de horno y hornearlas unos 5 minutos más, hasta que se empiecen a dorar los bordes. Fuera del horno, rellenar cada una con un poco de bacon, un toque de salsa barbacoa u otra al gusto (opcional) y cubrir con queso rallado. Hornear las patatas rellenas hasta que el queso se haya fundido bien, unos 4 minutos. Espolvorear con pimienta negra recién molida y un poco más de salsa barbacoa si se desea. Servir inmediatamente.

Enlace directo a la receta completa | barquitas de patata rellenas de bacon y queso

Contramuslos de pollo con bacon rellenos de setas y queso de cabra

Contramuslos De Pollo Con Bacon Rellenos De Setas Y Queso De Cabra

Puede funcionar perfectamente como plato principal pero también como entrante o aperitivo si cortamos cada contramuslo a la mitad y los ensartamos con un palillo. En este caso la farsa es de setas y queso de cabra, pero podemos jugar a voluntad con ella, pudiendo funcionar bien algún toque dulce frutal o el coqueteo con otro tipo de quesos.

  • Ingredientes para 2 personas. 4 contramuslos de pollo deshuesados, 1 cebolleta pequeña, 150g de champiñones, 80ml de vino blanco, 3ml de salsa Worcestershire, 30g de queso de cabra tierno en rulo, 10 tiras anchas de bacon, ajo granulado, tomillo seco, pimienta negra molida, aceite y sal.
  • Elaboración. Precalentar el horno a 200ºC. Limpiar bien las setas con suavidad, lavar con agua si son champiñones y secar bien. Trocear en piezas pequeñas. Picar la cebolleta y pochar en una sartén con un poco de aceite de oliva y sal. Añadir las setas y saltear a fuego fuerte. Regar con un chorrito de vino y cocinar hasta que se evapore el líquido. Bajar el fuego, salpimentar y añadir ajo granulado, tomillo y romero al gusto. Agregar la salsa Worcestershire y cocinar hasta que se reduzca, aplastando las setas para dejarlas casi como una pasta. Dejar enfriar un poco y mezclar con el queso de cabra en un cuenco. Abrir los contramuslos de pollo y deshuesar, en caso de que los hayamos adquirido con hueso. Cortar los excesos de grasa que puedan tener. Salpimentar ligeramente y repartir la mezcla de setas y queso, sin llegar del todo a los bordes. Cerrar cada pieza formando rollitos firmes y envolver cada una en dos o tres tiras de bacon o panceta. Pintar con un poco de aceite una fuente o sartén antiadherente apta para el horno y colocar los rollitos con los cierres hacia abajo. Hornear durante unos 25-30 minutos, girándolos de vez en cuando, hasta que estén muy dorados por fuera.

Enlace directo a la receta completa | Contramuslos de pollo con bacon rellenos de setas y queso de cabra

Sándwich de pera, gorgonzola y bacon

Sandwich De Pera Gorgonzola Y Bacon

Busca tu pan favorito, un gorgonzola untuoso, una pera jugosa y un buen bacon y tendrás un sándwich (o en pan de bocadillo) perfecto para demostrar que dulce, salado y graso saben convivir entre panes. Apenas 15 minutos de cocción (lo que tardes en tostar el pan y freír el bacon) serán suficientes para este deleite asequible y accesible.

  • Ingredientes para un bocadillo. 2 rebanadas de pan de hogaza o de pan de molde rústico, 2 lonchas de bacon, media pera, 50g de queso gorgonzola (dulce o picante, al gusto) y 10g de mantequilla.
  • Elaboración. Comenzamos calentando la plancha donde vamos a preparar los sándwiches. Colocamos las rebanadas de pan untadas con la mantequilla en los laterales para que se vayan tostando lentamente y cocinamos ligeramente el bacon, cortando las lonchas en la mitad para que luego las podamos distribuir mejor. Colocamos ya el sándwich directamente en la parrilla para su montaje, poniendo una rebanada en la base y cubriéndola con los trozos de bacon. Pelamos una pera y la cortamos en rodajas finas. Distribuimos la pera sobre el bacon. Cortamos un poco de queso gorgonzola y lo colocamos sobre las rodajas de pera. Finalmente, colocamos la otra rebanada de pan de molde sobre el queso, dejando que el sándwich se cocine durante tres minutos por cada cara hasta que estén los panes bien dorados y el queso comience a fundirse. Opcionalmente, podemos añadir una cucharada de mermelada casera de grosellas o de cualquer sabor que os guste. En ese caso hay que untarla en la rebanada que sirvió como tapa o cierre del sándwich.

Enlace directo a la receta completa | Sándwich de pera, gorgonzola y bacon

Imágenes | iStock

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Ideas sencillas, pero apetecibles y sabrosas, para comer rápido y bien si teletrabajas en casa

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Ideas sencillas, pero apetecibles y sabrosas, para comer rápido y bien si teletrabajas en casa

Arrancas tu jornada aún con el pijama, poco a poco la estancia se va llenando de luz y suenan de fondo los sonidos familiares del vecindario. Pasan las horas alrededor de tu oficina hogareña, y de pronto te rugen las tripas; ha llegado la hora de almorzar y te va a tocar de nuevo improvisar. ¿Necesitas un poco de inspiración para preparar una comida fácil, rápida y que sea realmente apetecible?

Tendremos que esperar todavía un tiempo para comprobar si, realmente, el teletrabajo ha llegado para quedarse. Aunque ha ido ganándose su pequeño hueco, estos últimos meses son muchas las personas que han tenido que ajustarse a una nueva rutina, y ya la cena no es la única comida problemática del día.

Paradójicamente, no son raros los casos en los que se terminan echando más horas trabajando desde casa que acudiendo a la oficina. Cada minuto cuenta y no queremos "malgastar" demasiado tiempo en la pausa del almuerzo, y tampoco suelen haber ganas de ponerse el delantal para complicarse preparando la comida. Ocasionalmente puede ser una distracción amena para los que disfrutan cocinando, pero hacerlo a diario se vuelve una obligación tediosa.

Comida

Para hacerlo más llevadero, compartimos a continuación algunas sugerencias que todos podemos aplicar a nuestra rutina laboral en casa, adaptándolas a las circunstancias y gustos personales. Improvisar una ensalada, una tortilla corriente o un bocadillo es relativamente fácil, pero buscamos ideas que suban de nivel la comida, para disfrutar de verdad del almuerzo sin caer demasiado en la monotonía. Y así retomar las obligaciones con energías y ánimos renovados.

Una despensa (mínimamente) bien equipada

No hay otro modo: sin ingredientes de base difícilmente vamos a poder elaborar nada. Hay que procurar tener, al menos, algunos básicos disponibles para usar cualquier día de la semana, combinando despensa, nevera y congelador.

Despensa

Lo ideal es disponer siempre de algunas verduras frescas refrigeradas (calabacín, pimiento, brócoli, judías verdes, champiñones...), hortalizas esenciales de despensa (cebollas, patatas ajos) y un par de variedades congeladas, mejor si están ya cortadas y listas para usar (espinacas, guisantes, zanahorias...), incluyendo los mezclum de ensalada.. Lo mismo con las frutas, siempre hay que tener unas cuantas en casa, sean frescas o congeladas. Especialmente recomendables son los cítricos (que nunca falte limón), el aguacate y las más versátiles como manzana o pera, que se adaptan muy bien a platos salados, y son fáciles de comer como postre delante del ordenador.

Las conservas también nos vendrán bien, pero merece la pena invertir un poco en las que sean de buena calidad (alcachofas, setas, pimientos asados). Otro básico imprescindible son las conservas de tomate, triturado o troceado, y son muy interesantes los encurtidos (chucrut, kimchi, pepinillos, variantes).

Cocina

También de lata o bote serán prácticas las legumbres cocidas, algunas marineras (incluyendo semiconservas de nevera como las anchoas) y quizá tetrabricks de caldo lo más naturales posibles. En la nevera nunca puede faltar algo de queso (curados y más frescos), abundantes huevos y proteínas de calidad, bien sea carne y pescado, bien alternativas vegetales como tofu o seitán, que estén listos para usar. La opción congelada aquí también es útil y cómoda, por ejemplo con una bolsa de gambas peladas o lomos de salmón.

Despensa2

Y no hay despensa que se precie sin el fondo de armario de los hidratos: pasta, arroz, cuscús, mijo, quinoa, avena... Frutos secos y semillas también suman, así como todo tipo de especias y aderezos al gusto, siendo especialmente útiles la salsa de soja o tamari, el vinagre de arroz, manzana o Jerez, salsa Worcestershire y asiática de pescado, alguna picante, mostaza y mayonesa. Por supuesto, sal, pimienta y aceite de oliva virgen extra son imprescindibles.

Si además disponemos siempre de rebanadas de buen pan casero o artesanal en el congelador, pan de molde de calidad o algún paquete de tortillas de trigo o maíz, pan negro alemán, knäckebrot crujiente o pan naan, podremos improvisar multitud de recetas rápidas.

Las tortillas más fáciles y sabrosas

Mientras que el huevo cocido y escalfado corona como complemento otros platos, las tortillas son una comida estupenda por sí misma. Y mucho más sencillas que freír un huevo o hacerlos revueltos, que tienen su enjundia y requieren práctica para que salgan realmente ricos y jugosos.

Frittata1

Para una comida rápida preferimos apostar por tortillas tipo francesa o a la italiana, estilo frittata, aún más fácil ya que no hay que molestarse en remover o doblar la mezcla de huevo. Para que salga rica hay que procurar combinar la mezcla de huevo batido con un poco de nata o leche, añadir buen aceite emulsionado o algo de pesto y buenos condimentos. Puede ser vegetariana o con algo de carne o pescado, pero lo que siempre pone la puntilla es un buen toque de queso, en la base y/o en la superficie, dejando que se funda y gratine.

Tortilla

Si no quieres encender el horno la mejor alternativa es la tortilla abierta o vaga, popularizada por el gran Sacha Hormaechea. Aquí tenemos nuestra receta, que se puede personalizar de mil formas con remates de todo tipo, y en la base no tenemos por qué usar necesariamente patata. Con verduras como el calabacín o agregando pimientos quedará estupenda. Pocos ingredientes, pero de primera calidad, son lo único que necesitamos.

La versión vegana de la tortilla también es tremendamente fácil de elaborar, si tenemos harina de garbanzos en la despensa. Podemos hacer una tortilla de patatas, o simplemente tortillas individuales estilo omelette, para combinar con ensalada o unas verduras.

Cremas reconfortantes bien acompañadas

Comiendo en casa pocas cosas hay más hogareñas que sacar la cuchara; además son platos que sientan bien al estómago, sacian sin hinchar, y admiten sobras abundantes para repetir y congelar. Si ya tenemos nuestra crema de verduras lista en la nevera no hay más que recalentarla en el microondas o al fuego -más tedioso pero más reconfortante- y acompañarla bien para que sea una comida más completa.

Crema Cebolla

El componente crujiente no puede faltar. Podemos aprovechar pan algo duro o seco -que sea bueno-, dejando que se empape bien, hasta mezclas de frutos secos, semillas, granola salada o cebolla frita, además de regañás, crackers, picos, nachos o chips caseros. Siempre es buena idea rematar las cremas con piezas de su propia verdura cocida al dente sin triturar. Taquitos de buen jamón ibérico o lascas de bonito de calidad, incluso un salmón ahumado o anchoas picadas, potenciarán enormemente los sabores.

Otro buen acompañante es el huevo, cocido apenas cinco o seis minutos para dejar la yema muy cremosa o casi líquida, estilo ramen, o también escalfado. O bien cocido y convertido en un picadillo a cuchillo mezclado con especias, sésamo, algo de jamón o tomate seco en aceite, y queso, es un aderezo fabuloso. Y un buen remate de las cremas son las tostas de pan gratinadas con abundante queso, al estilo francés.

Crema

Un componente extra cremoso también ayuda a elevar estas cremas: yogur, nata líquida, queso cottagge, leche de coco, queso mascarpone, kéfir, hummus, tahina, mantequilla, tofu sedoso, etc. El queso feta y el rulo de cabra desmigado nunca sobran en estas preparaciones, y un punto ácido, amargo o picante justo antes de servir, obra milagros en el paladar.

Si no tenemos la crema preparada hay algunas envasadas comerciales de muy buena calidad, pero en realidad tardaremos muy poco en preparar una tirando de verduras ya listas para cocinar, sean envasadas en fresco o congeladas. Cuando tengamos sobras de verduras asadas, no hay nada más fácil que triturarlas con caldo o agua, bien aderezadas, o partir de un salteado rápido antes de cocerlas en 20 minutos para acelerar el cocinado y darles más sabor.

Crema Alubias

Cuando dejamos la crema más espesa podemos usarla casi a modo de puré o salsa con la que acompañar el pollo a la plancha, un salteado de legumbres o pescado al horno. Y si son más finas y líquidas, las podemos engordar con arroz de cocción rápida, cuscús instantáneo o fideos. Y no podemos olvidar lo fácil que es montar una crema de legumbres muy nutritiva en apenas 15 minutos, deliciosamente rematada con un aceite intenso también sencillo de improvisar.

Ensaladas que sacien y no sean aburridas

Sobre el arte y ciencia de las ensaladas hemos hablando largo y tendido, abarcando casi todos los ángulos posibles. Los hemos aplicado mayoritariamente al verano, pero todas se adaptan a cualquier época del año, variando ciertos ingredientes. Ahora apetecen platos con algo más de cuerpo, por lo que siempre es buena idea apostar más por ensaladas compuestas y templadas, con elementos cocinados como unas verduras asadas, o aliños más contundentes.

Cobb

En una ensalada completa nunca puede faltar algo de proteína. Las sobras de carne asada hacen aquí maravillas, aunque nos valen también piezas guisadas jugosas, cocidas o cocinadas al momento a la plancha. Conservas de pescado que no sean siempre atún o bonito nos darán más variedad (salmón, caballa, aguja, boquerones, berberechos...), y nunca hay que perder de vista al versátil huevo, el tofu, las legumbres cocidas y/o salteadas y los frutos secos.

Para no mezclar ingredientes sin ton ni son, intenta seguir un hilo conductor que aporte coherencia y sentido al plato. Por ejemplo, una ensalada Cobb o de inspiración griega combinando arroz, orzo o alguna otra pasta con queso feta, tomate, pepino o berenjena salteada, aceitunas negras y perejil con aliño de yogur, o una ensalada de patata al estilo alemán o a la francesa. Puedes hacer la ensalada de pasta más marinera y mediterránea, con atún de lata, unos mejillones cocidos o gambas y gajos de naranja cortadas a lo vivo, rematando con algún toque picante.

Ensalada

Termina con un remate de sabor y textura (crujiente o cremosa) para que sea más atractiva y sabrosa; piñones tostados, granola crujiente salada, semillas, cebolla frita, chips de ajo, ralladura de limón, rodajas de guindilla, hummus o tahina, huevas o suceáneo, mojama rallada, hierbas frescas, rabanitos crudos, queso cottage o burrata, cebolla caramelizada, etc. El perejil o las hojas de salvia fritas son una delicia, por no hablar de crostones de pan de hogaza pasados por la sartén.

Tostas, bruschettas y tostadas

Tosta

Los angloparlantes suelen llamarlas open faced sandwich, y al parecer se pusieron de moda hace unos años por las redes. No es más que una versión más elegante o instagrameable del sándwich y el bocadillo, pero, en el fondo, las tostas son mucho más adecuadas para un almuerzo desde casa. Al fin y al cabo, el bocata está más diseñado para llevar y comer sobre la marcha en cualquier parte.

Una buena tosta, brusccheta o, simplemente, tostada, es un lienzo en blanco con el que podemos incluir más ingredientes de relleno -o topping- que pan, por lo que también puede ser más nutritiva que el bocadillo. Contar con una buena base sabrosa es esencial, con pan de calidad que aguante lo que le echen y permita comerlas sin crear demasiado caos. Y podemos prescindir del pan usando láminas de verduras como el boniato.

Tostas

Para que sea una comida completa intentaremos incluir buena variedad de nutrientes, con abundantes verduras o vegetales, proteínas animales o vegetales, y grasas saludables. Podemos untar el pan con aguacate machacado, labneh o queso crema, yogur espeso con mostaza y algo de mayonesa, hummus u otro dip, sobrasada o un paté vegetal improvisado con verduras cocinadas convertidas en crema. O, sencillamente, buen aceite de oliva virgen extra.

Quedan estupendas con sobras de pollo asado o deshebrado, también con la carne del pulled pork o jamón asado. Además de las conservas de pescado, podemos usar ahumados -trucha, bacalao, salmón-, huevo y, por supuesto, jamón serrano o ibérico o algún embutido de calidad que no sea excesivamente graso, y siempre de forma ocasional. Además de hojas y brotes verdes y hortalizas crudas, quedan deliciosas con verduras asadas y a la plancha, o unos tomates salteados; también con encurtidos y escabeches.

Tostas2

Si nos ponemos a cocinar un poco más merece la pena montarlas con salmón a la parrilla, vieiras o pollo o unos langostinos a la plancha, y podemos añadir un poco de mayonesa o bechamel y gratinarlas, o simplemente un buen queso que nos guste, para tomarlas calientes.

Fiesta de crêpes (y sus semejantes)

Las crêpes saladas son tan rematadamente fáciles de preparar, que casi parece mentira que no las preparemos más a menudo. Con una batidora corriente o unas varillas se hace la masa en un santiamén, y salen ricas aunque vayamos con prisa y no la dejemos reposar más que unos pocos minutos. Puedes hacer demás y dejarla en la nevera para el día siguiente o la cena, así no te tienes que preocupar de que sobren crêpes cocinados y se resequen.

Crepes

Una vez coges la práctica de la masa en una sartén a tu gusto te salen solos, y puedes dejarlos más finitos o más gruesos, servirlos casi como tortitas o blinis más pequeños, o hacerlos bien grandes para rellenar formando triángulos o rollitos. Incluso se pueden convertir en una magnífica base de sucedáneo de quesadillas, y tenemos la versión vegana y sin gluten.

Dale más chispa a la masa con especias o hierbas picadas, y rellénalos con lo que tengas: pisto, salsa boloñesa, jamón y queso, bechamel ligera, ensalada de atún y mayonesa, salmón y queso crema, jamón ibérico y queso manchego, tomate y mozzarella, pimientos asados, baba ganoush, guacamole, ajetes y gambas, pollo asado y cebolla caramelizada, ensalada de perdices en escabeche, provolone y pollo cocido...

Gofre

Si tenemos gofrera o un molde para estas masas, podemos darle uso con una versión salada, rematándolos con salsa de tomate, verduras, jamón y queso. Quienes sigan una dieta keto o prefieran reducir los hidratos, pueden probar la versión de los chaffles o gofres de queso.

Pollo exprés que no sea una suela de zapato

La carne de pollo es la más común en las neveras españolas y de medio mundo. Es barato y accesible, también sencillo de preparar y apto para toda la familia. Hacer un pollo asado requiere planificación y tiempo, pero un paquete de pechugas, muslitos o contramuslos siempre viene bien como fondo de nevera. También se cocina muy rápido, poniéndolo como candidato perfecto para preparar un almuerzo exprés en apenas media ahora; el problema viene cuando queremos que sepa a algo.

Pollo2

Si no nos hemos acordado de dejarlo en salmuera o marinarlo correctamente con yogur, vamos a necesitar darle alegría con algo más que un triste filete de pechuga a la plancha. A la hora de comprarlo, escoge preferiblemente contramuslos con piel y hueso, que nos darán muchísimo más sabor y jugosidad. La pechuga con piel es otra excelente opción, que probablemente tendrás que pedir directamente así en carnicería. También tienen más calorías, pero ese no es el tema que nos ocupa hoy. Si realmente rehúyes de la piel, al menos que sean contramuslos sin deshuesar.

No tienes más que coger una buena sartén, echar un chorro de aceite de oliva virgen extra -o mantequilla, ocasionalmente-, y dorar a fuego medio-fuerte el pollo salpimentado comenzando por el lado de la piel. Hazlo bien por la otra cara y añade un par de dientes de ajo sin pelar, una rama de romero o tomillo, y deja que se agarre un poco al fondo. Retira el pollo, desglasa la sartén con vino o caldo, un poco de vinagre o zumo de limón y rasca ese fondo con la espátula. Añade mostaza, nata líquida, leche de coco o yogur, y sazona con especias.

Pollo

Sirve esta salsa exprés sobre el pollo y acompáñalo con un salteado de verduras o cocinadas al vapor en microondas, puré de patatas y/o una guarnición de granos. El arroz vaporizado tarda entre poco y nada en cocerse, y el cuscús aún menos, pues normalmente viene ya precocido. Las bolsas de verduras para hacer en microondas te dan una guarnición saludable sin esfuerzo en menos de cinco minutos.

Otra opción sería una adaptación de esta receta con pimientos: dorar primero el pollo, siempre a fuego más bien fuerte y dejando que se agarre un poco al fondo para rascar la "sustancia" después; retíralo y prepara en el mismo recipiente la verdura deseada. Reincorpora la carne y termina glaseando con algún líquido. Casi siempre es buena idea cubrir con queso rallado y llevar la cazuela a gratinar unos instantes al horno.

Postres casi instantáneos para endulzar la jornada

Finalizamos esta selección de ideas para comer bien con un pequeño apartado para el postre, porque la jornada laboral se lleva mejor con una pequeña alegría más golosa que nos endulce la gris rutina. Un yogur natural y/o fruta de temporada siempre son la opción más sencilla y saludable; pero hay que admitir que, a veces, necesitamos algo extra.

Vasitos

En realidad no hace falta mucho más para convertir esos productos en algo más apetecible y aparente. Simplemente aromatizando el lácteo con vainilla, canela o ralladura de naranja o miel, y enriqueciéndolo con un poco de mascarpone o queso crema, ya le daremos mejor consistencia. Podemos servirlo montando capas con piezas de fruta picada -o frutos del bosque enteros que no hay ni que trocear-, añadiendo algo crujiente como frutos secos o copos de avena. Con un fondo de compota o mermelada casera nos quedarán vasitos más vistosos.

Para darle más alegría y variedad podemos cambiar el yogur de siempre por uno de cabra o de oveja, skyr o griego auténtico -hay que leer las etiquetas, o sustituirlo por labneh casero, queso cottage o una crema de tofu silken o sedoso, que no es más que el tofu muy blando triturado y que se puede mezclar con miel, sirope casero de dátiles o algo de edulcorante. De forma ocasional, un poco de nata montada sin azucarar no hace tanto daño.

Pudding

El formato cuenco o bowl es aún más sencillo y luce bien, especialmente si escogemos un cuenco bonito, que siempre suma puntos. Podemos triturarlo todo al estilo smoothie bowl o poner la base cremosa coronándola con frutas frescas y secas, y quizá algo de chocolate negro picado o rallado, un toque de canela molida, coco, etc. Los puddings, cremas y mousses falsas, que apenas necesitan triturar y mezclar los ingredientes, son asimismo excelentes opciones dulces para el día a día.

Fotos | Unsplash - Pixabay
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Redescubriendo la borraja en plena temporada: propiedades de la verdura, cómo usarla en la cocina y recetas para sacarle partido

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Redescubriendo la borraja en plena temporada: propiedades de la verdura, cómo usarla en la cocina y recetas para sacarle partido

La proximidad del invierno y la llegada de los primeros fríos, nos trae la llegada de algunos alimentos de temporada, como el que hoy nos ocupa, la borraja, una planta de la que aprovechamos tanto los tallos o pencas como las hojas y que en los meses fríos está en su mejor momento.

Además, el agua de su cocción es un excelente depurativo, pese a ser conocida por el dicho "quedarse en agua de borrajas" para referirse a algo sin importancia o sin sustancia, es un caldo que podemos utilizar, siendo perfecto para elaboraciones de menestras o caldos de verduras o sustituyendo al agua en recetas de paellas, arroces y risottos.

Hoy queremos hablaros de la borraja y sus propiedades, de cómo la encontramos en el mercado y, por supuesto, explicaros de qué forma la podéis aprovechar en la cocina, con consejos para su cocción y limpieza. Además, comentaremos que este delicioso producto se encuentra fresco en temporada aunque también lo encontramos durante todo el año cocido y en conserva.

Qué es la borraja

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La borraja, -Borago officinalis- es el nombre de una verdura de cultivo anual, de tallo carnoso y hueco, cuya altura llega de los 60 a los 150 cm. de altura. Es originaria de Líbano, Siria y Egipto, aunque hoy en día se cultiva en todo el mediterráneo, siendo utilizada en la gastronomía de Aragon, Navarra y La Rioja, y en menor medida en el resto de nuestro territorio.

La plata tiene flores comestibles blancas, azules o violetas, según la variedad. Los tallos huecos y las hojas son las partes comestibles aunque da cierto reparo al verlas cubiertas de finos pinchos que obligan a pelarlas antes de manipularlas, aunque para las recetas en las que se cuecen las pencas o las hojas, no es necesario retirarlos, ya que desaparecen con la cocción.

Esta verdura, una vez pelada y limpia en crudo, o después de cocida, es una verdura ligera, tierna y sabrosa, que combina bien con legumbres, patatas y otros ingredientes, y que por sus cualidades diuréticas y antiinflamatorias, es muy digestiva.

Características nutricionales

La borraja es una planta rica en vitaminas A, B1, B2 C y D y también en minerales como el potasio, el hierro, el magnesio y el calcio. Tiene mucho contenido en agua y en fibra por lo que es estupenda para dietas ya que solo contiene unas 20 kilocalorías por cada 100 g y además de su peculiar y agradable sabor, tiene mucho efecto saciante.

Cómo preparar las borrajas

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Limpiar las borrajas para cocerlas, exige ir quitando todas las hojas, las matas que estén feas y las bases de las pencas. Después, las porciones más bonitas se cortan en trozos de unos cinco o seis centímetros y se ponen a cocer en agua con un poco de sal.

Solo se cuecen las pencas de las borrajas, las hojas se usan en crudo para ensaladas y también para otras elaboraciones como los crespillos. No es necesario quitar los pelos o pinchos que tienen los tallos o pencas porque al cocer, desaparecen.

Cantidades necesarias: más o menos se necesita un kilo de borraja en mata para dos personas. Si se compra en bandeja limpia o envasada, más o menos es necesario la mitad, entre 200 y 250 g por persona.

En el mercado encontramos la borraja en manojos, con tallos y hojas y también en bandejas limpias solo con los tallos o pencas durante la temporada. Además durante todo el año podemos comprar conservas con las pencas cocidas.

Formas tradicionales de cocinar la borraja

Receta Borraja

La borraja se ha preparado de muchas formas, siendo una de las más frecuentes, su consumo tras cocerla al vapor o en cocción tradicional y con patatas, almejas, arroz… Entre las recetas más habituales, las borrajas hervidas con patatas, y después sazonadas con aceite de oliva virgen extra y sal.

También es habitual utilizar la borraja rehogada y salteada con trocitos de tocino o jamón, de forma similar a los cardillos o tagarninas. Otras elaboraciones populares son la borraja con almejas, la borraja gratinada con nueces y queso, la tortilla de borrajas o la borraja a la andaluza con patatas y jamón.

Además hay algunas recetas dulces como los crespillos, -hojas grandes de borraja rebozadas en una masa dulce que se fríe-, las hojas fritas rebozadas con azúcar o los buñuelos de borraja clásicos mallorquines.

Recetas en las que puedes utilizar la borraja

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Para que podáis ver las posibilidades gastronómicas de este producto, hemos seleccionado tres recetas. Una hecha con las hojas, utilizadas como guarnición tras rebozarlas, y otras dos hecha con los tallos o pencas, una en una crema de verduras ligera y otra con los tallos incorporados a un potaje durante la cocción para dar cuerpo a un guiso de pochas frescas con carne de cerdo ibérico. Seguro que las tres recetas os dan ideas para utilizar esta verdura en otras elaboraciones.

Borrajas rebozadas de guarnición

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Ingredientes

Para 4 personas
  • Borrajas un manojo
  • Huevo 2
  • Pan rallado para empanar
  • Sal gruesa al gusto
  • Aceite de oliva virgen extra para freírlas

Cómo hacer borrajas rebozadas de guarnición

Dificultad: Fácil
  • Tiempo total

Empezamos limpiando las borrajas bajo el agua del grifo, con cuidado de no romperlas, y después las secamos cuidadosamente. Batimos el huevo con un poco de sal.

Sumergimos las hojas de borrajas de una en una y después la pasamos por pan rallado. Calentamos aceite y freímos las borrajas, a medida que estén listas las colocamos en un plato con papel absorbente para que no queden grasientas.

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Más detalles en la receta completa

Crema ligera de borrajas y verduras con aceite de rúcula

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  • Ingredientes: 300 gr. de borrajas cocidas, 1 calabacín mediano, 1/2 pimiento verde, 100 gr. de espárragos trigueros, 100 gr. de guisantes cocidos, aceite de oliva virgen extra, 100 gr. de rúcula, 100 gr. de queso Mascarpone, 50 gr de rúcula, 100 ml de aceite de oliva virgen extra
  • Elaboración: Para preparar la crema de verduras: Lo primero que tenemos que hacer es elegir las verduras con las que vamos a hacer la crema. A mi me gusta hacer este plato con calabacines y con verduras de hoja verde, por lo que podéis usar espinacas, acelgas, berzas o cualquier otra verdura que tengáis en la despensa, si no encontráis borrajas. Picamos el pimiento y el calabacín y los rehogamos en una sartén. Cuando estén pochados, añadimos los guisantes, las borrajas cocidas, y algo del agua de la cocción. Pasamos por la batidora y seguidamente, por el colador fino, hasta que quede una cremita muy ligera. Reservamos. Para preparar el aceite de rúcula, pasamos con la batidora 50 ml de aceite de oliva virgen extra, con la rúcula y 20 ml del caldo de la cocción de las verduras, y una vez triturado, lo reservamos también. Para montar el plato, colocamos la crema de verduras en la parte baja, rellenando tres cuartas partes del vaso, la cubrimos con un poco del aceite de rúcula y dejamos en el centro un pegote de queso mascarpone, que cubriremos con una hojita de rúcula para decorar. Al servir la receta en el vaso, hay que cuidar para que se mantengan sin mezclarse las distintas texturas. Si lo preferís podéis usar queso de Burgos o cualquier otro queso fresco en lugar de queso mascarpone.

Más detalles en la receta completa

Pochas con borraja, papada y presa de cerdo ibérico, potaje de temporada

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  • Ingredientes: 500 g de Pochas o alubias frescas, 100 g de Papada de cerdo ibérico, 100 g de Presa de cerdo ibérico, 150 g de pencas de Borrajas, agua para la cocción, 1 litro y medio, aproximadamente, Guindilla en conserva para decorar y acompañar, Sal y pimienta al gusto
  • Elaboración: Ponemos a cocer las pochas en una cacerola con agua abundante que las cubra y sobrepase un par de centímetros. Añadimos un pellizco de sal y cocinamos a fuego lento hasta que las legumbres estén en su punto, lo que llevará unos 45 minutos aproximadamente. Mientras, ponemos la papada a cocer en un cazo aparte para que suelte parte de su grasa y quede muy tierna por dentro. Cuando las pochas lleven cociendo 30 minutos, añadimos las pencas limpias de la borraja y la papada cocida, y dejamos que cuezan los últimos minutos para que su sabor se integre con las pochas. Después, apagamos el fuego y sacamos la papada. En una sartén, doramos un par de filetes de presa de cerdo ibérico y la papada fileteada. Después cortamos todo en trocitos y los reservamos para dejar en la parte superior de la cazuela y en los platos que sirvamos. Los jugos que queden en la sartén y los que suelte la presa ibérica al cortarla en porciones, los añadimos a la cacerola, removiendo con movimientos circulares de la cacerola para que las pochas no se nos rompan. Probamos y rectificamos de sal antes de llevar a la mesa. Como otros platos de legumbres, este también mejora si se cocina un día y se come al día siguiente, cuando los sabores están más asentados.

Más detalles en la receta completa

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Imaenes | iStock, Verduras de Tudela, Pixabay


11 de los mejores chefs españoles de caza (y el mejor pollero) explican cómo cocinar en casa la carne silvetre

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11 de los mejores chefs españoles de caza (y el mejor pollero) explican cómo cocinar en casa la carne silvetre

El otoño y el invierno son dos de las estaciones fetiche para los cocineros profesionales, que encuentra en las setas y en la caza dos materias primas efímeras y naturales, cargadas de sabor, que apenas estarán unos meses disponibles. Sin embargo, ese camino no siempre lo trasladamos a los hogares.

Caras, duras o difíciles de tratar son adjetivos que solemos encontrar a la hora de negarnos a trabajar la caza en nuestras cocinas. Hoy, de la mano de una decena de chefs y del pollero Higinio Gómez, uno de los popes de la volatería y de la caza, vamos a demostrar que todos esos prejuicios no tienen fundamento.

Cambia evidentemente el tercio en función de lo que busquemos pero el abanico es amplísimo, del mismo modo que hablaríamos de otras carnes. No es lo mismo trabajar caza mayor de pelo como jabalí, gamo, corzo, ciervo o muflón que cocinar caza menor de pelo, como la liebre o el conejo de monte y, por supuesto, distinto trato el que merece la caza de pluma, quizá la más habitual en nuestras cocinas, como pueden ser la codorniz y la perdiz, pero también el faisán, el pato azulón, la tórtola, la grouse o las becadas.

Del mismo modo que no cocinamos igual un pollo que una pularda, o que no necesita la misma cocción un solomillo de ternera que un jarrete, a la caza le ocurre exactamente igual, por eso nuestra propuesta hoy va a despojarse de ese temor sobre la caza y elegir por dónde empezar a cocinarla y a comerla, como también nos explica el chef Adolfo García Santos, del restaurante madrileño Saddle, que recomienda empezar por "paloma y corzo, luego subir a venado y jabalí y ya acabar con grouse, becadas y cercetas, que son más intensas".

Caza menor de pluma

Higinio Higinio Gómez delante de su puesto sujetando un pavo negro.

Posiblemente sea la forma más asequible y accesible de comer caza, aunque no siempre se pueda considerar caza como tal a algunas de estas aves, porque muchas proceden de suelta (se ceban en criadero y luego se dejan libres para abatirlas) y otras son directamente de granja (como puede pasar con el pichón o el faisán en muchas ocasiones).

Más allá de esto, la volatería es una buena forma de ir un poco más allá en intensidad respecto al pollo o el pavo, siendo algo más cara pero no mucho más de lo que costaría un pollo de corral o un ave más noble como pulardas y capones.

Es importante que, como dice Higinio Gómez, "tener en cuenta que las aves tienen siempre dos texturas: la del muslo, más jugosa, y la de la pechuga, más seca" para ser conscientes de que no podemos dar la misma cocción a ambas partes y que se debe tener en cuenta para el plato.

Perdiz y codorniz

Perdiz

"Recomiendo comenzar por perdices y codornices, que se pueden escabechar o estofar de forma sencilla y son baratas", comenta Higinio. En ese sentido también concuerdan chefs como Miguel Carretero, del restaurante madrileño Santerra que cree "lo más fácil es empezar cocinando perdices, estofadas o en escabeche, que es algo a lo que estamos acostumbrados".

Razones que argumentan Samuel Moreno, chef con una estrella Michelin en Molino de Alcuneza (cerca de Sigüenza, Guadalajara), que también reivindica la codorniz: "es prácticamente un pollo y es el ave que mejor se presta a iniciarse como los escabeches".

Algo más dura es la perdiz en opinión del chef. "Es algo más seca y necesita una cocción más larga para quedarse suave pero si te quedas corto se queda fibrosa y dura. Por eso, lo mejor es paliarlo con un caldo", explica mientras da una receta sencilla que podríamos emular: ravioli de perdiz estofada.

"La estofamos con vino blanco y verduras, luego se desmiga esa carne y reducimos el fondo para salsear. Montamos un ravioli con pasta wantun y servimos sobre una crema de zanahoria y comino y salseamos con su propio jugo", prosigue. En estos estofados también habla Manu Urbano, chef sevillano del restaurante madrileño La Malaje, que habla de las bondades de la temporada en una perdiz estofada con patatas y castañas o hacerla con unos toques de canela, como cuenta Javier Aparicio, del restaurante madrileño Salino.

También para aligerar ese escabeche clásico, Javier Rodríguez, chef del restaurante leonés Delirios, propone hacerlo "más cítrico, con naranja" y reconoce que la perdiz es más asequible y más fresquita para comer.

Sin embargo, tanto en el caso de las perdices como las codornices hay que tener en cuenta que no siempre son animales de tiro. Javier Aparicio durante el otoño mantiene un menú cinegético, lo considera así: "Lo más fácil de cocinar es la perdiz de suelta, que es un animal que se cría en granja y luego se abate, así que tiene poco campo. Es una carne muy blanca, que no ha vivido mucho en salvaje y que no es fuerte", añade.

Sobre mimos y puntos habla también Carlos Hernández, chef salmantino que este año ha montado Consentido, su propio restaurante en la capital charra, tras varios años en Elkano, Cataria y Zuberoa. "Hay que saber si es un animal de granja o de tiro. Los de tiro son más duros y necesitan una cocción más larga pero se les puede dar más fuerte el hervor.

Además, animales sin colágeno como el conejo o la codorniz soportan bien hervores algo más fuertes", comenta mientras da otra pista: "es mejor empezar con elementos de granja y perder el miedo a la caza, porque no siempre necesita cocciones o asados muy largos" y ejemplifica con la codorniz de granja "que tendríamos en unos 20 minutos o un faisán que podrías tener en 30 minutos".

Pichones y palomas

El pichón es una de las formas más sencillas y accesibles de consumir caza, aunque generalmente es un animal de granja, ya sea el pichón Mont-Royal o el de Bresse, que vienen de Francia, o el pichón de Araiz, que viene de Navarra. Aún siendo las crías de la paloma, rara vez los encontramos salvajes.

Distinto es el caso de las palomas, que pueden ser torcaces o bravías, y que son animales de tiro, siendo más frecuentes las primeras y más caras y escasas las segundas. En cualquier caso, el animal de granja es más tierno que el de tiro, por lo que para acostumbrarnos a cocinar caza será más sencillo.

"El pichón es la carne de caza más agradecida, es muy fácil de trabajar y la única exigencia es tener cuidado con la temperatura, porque es una carne roja que, si nos pasamos, se seca”, incide Samuel Moreno, que en cualquier caso recomienda recurrir a las carcasas del animal para sacar buenos fondos.

Tortelloni De Paloma Torcaz Con Consome De Caza Infusion De Castanas Y Angula Del Monte Tortelloni de paloma torcaz con consomé de caza, infusión de castañas y angula del monte, de Saddle.

"Pasa con el pichón, que lo habitual es tener pìchón de Bresse, que es más grande que el bravío pero se hace en 30 minutos. Le haces un sofrito, un buen fondo y lo marcas y en 30 minutos está”. Otra cosa es un pichón bravío como los de Luis Alberto [Lera, chef en el restaurante Lera, en Castroverde de Campos (Zamora)], que a lo mejor necesitan una hora y media", cuenta Carlos Hernández.

También de esta sencillez habla Unai Camba, cuya saga familiar guipuzcoana trabaja en Arce, uno de los emblemas de la cocina de caza madrileña, elogia como "noble, rico y fácil de encontrar". "Es agradecido y con marcarlo un poco a la plancha con mantequilla, sal y pimienta está perfecto", comenta sobre la pechuga y también menciona a la carcasa para los fondos, donde recomienda dorarla un poco, "pero no en exceso, para que no amargue".

De palomas y pichones habla Javier Díaz Zalduendo, desde el restaurante Alhambra (Pamplona), que reivindica la paloma torcaz, el mundo arrocero y las setas de temporada. "A la caza le va bien lo estacional y la seta le va de perlas. Nosotros tenemos un plato todo el año que es el pichón con risotto de trufa y hongo beltza", comenta sobre unas setas que pocha cuando es temporada y luego congela para tenerlas todo el año.

Javier Diaz Zalduendo Del Restaurante Alhambra Risotto De Pichon Con Hongos Codorniz Salvaje Asada Y Paloma Torcaz Con Cebollitas Agridulces Y Crema De Pacharan Y Castanas Javier Díaz Zalduendo, del restaurante Alhambra; risotto de pichón con hongos; codorniz salvaje asada y paloma torcaz con cebollitas agridulces y crema de pacharán y castañas.

También con arroz, esta vez caldoso o meloso, recomienda otra receta. "Haces una bresa de cebolla y puerro con las carcasas y los muslos de la paloma torcaz y si quieres añades un poco de vinagre o vino tinto y después el agua. Luego recuperas la paloma y dejas que el caldo coja sabor durante una hora y media. Cuando le queden 20 minutos, añades el arroz y ya fuera pones la pechuga marcada y los muslos", asegura el chef navarro, que es jurado en un concurso anual en Echalar (norte de Navarra) de palomas en salsa a la cazadora.

Para sacar todo el gusto a los caldos, Samuel Moreno también recurre al horno. "En una bandeja de horno ponemos un sofrito de verduras (puerro, cebolla, zanahoria, apio...) y los huesos del ave y los metemos en el horno para que se rusta bien", inicia. "Luego desglasamos con un vino blanco o un brandy; en función de para que queramos hacerlo, puede ser con caldo de ave o vino blanco,y añadimos hierbas aromáticas, mejor en fresco, y ya metemos en una cazuela a hervir mucho tiempo o en olla exprés”, aclara.

"La mayoría del pichón que se vende es de granja, por eso están tan tiernos, porque son animales que no han volado”. “Pichón de palomar hay poco” “Lo importante de las aves de caza es no sobrecocerla, sobre todo si la asamos, porque pasa lo mismo que con un pollo: el muslo se asa y la pechuga se seca”, cuenta José Ignacio Herráiz, del restaurante conquense Raff. "A mí el pichón me gusta limpiarlo y sazonar el interior con piel de naranja, tomillo y enebro, y dejarlo envasado al vacío cinco o seis días. Para no errar con el pichón podemos estofar el muslo con unas setas o un apionabo y luego la pechuga marcarla en plancha o sartén", sentencia.

Pato, faisán, becada y grouse

Faisan Becada Y Paloma Torcaz Faisán, becada y paloma torcaz.

Hay una alta nobleza en las aves de caza y no todas son fáciles de tratar. Sin embargo, hay primeros pasos que pueden dar buen resultado. Es el caso de lo que cita Víctor Membibre, del restaurante Membibre, en el madrileño barrio de Argüelles.

“Se puede empezar con una grouse [o perdiz roja escocesa] o con un pato, que tienen mucho sabor. con la carcasa haces una buena salsa, luego en ella confitas los muslos y en la plancha haces la pechuga”, explica.

Del pato azulón habla también Carlos Hernández. "Le van bien los cítricos, como la naranja y el pomelo, pero siempre la clave es hacer un buen fondo con las carcasas troceadas, con el sofrito, un chorro de amontillado, otro de brandy y dejar cocer", asegura el chef.

En el caso de no encontrar pato azulón o de querer apostar por un pato más suave, Higinio Gómez abre la puerta al pato Barbarie, que viene de Francia y es de granja, más asequible y también más regular en prestaciones aunque no tan sabroso.

Un animal que también bendice José Ignacio Herráiz, chef del restaurante conquense Raff. "Podemos aprovechar el magret del Barbarie y reducir su jugo con zumo de naranja, que queda muy resultón", nos asegura. En cualquier caso, recuerda que no debemos cocinarlas como postres. "No se tiene que convertir en un postre pero es muy agradecido encontrar un contraste dulce o fresco en la caza, como marcando un melocotón a la sartén”, propone. "Le pueden ir bien también las manzanas, las peras, la castaña o la uvas", remata.

Magret De Pato Azulon Duxelle De Champinones Foie De Pato Asado Al Amareto Y Berza Muslo De Grouse Guisado En Su Propio Jugo Con Pasta Fresca Liebre A La Royal Y Tartar De Gamo A La Escandinava De Membibre Magret de pato azulón, duxelle de champiñones, foie de pato asado al amareto y berza; Muslo de grouse guisado en su propio jugo con pasta fresca; Liebre a la royal, y Tartar de gamo a la escandinava, de Membibre.

En esos términos, para trabajar las pechugas del pato, el chef sevillano Manu Urbano, que oficia en el restaurante madrileño La Malaje, menciona un truco para bordar la pechuga: "Hay que templar bien la carne y marcarla fuerte; dorar y dejar que vuelva a templar, y luego le damos otro golpe de calor antes de la mesa", explica. Al pato, explica, también le va bien un curry fresco, que lo aligera bastante.

Ya en los coqueteos con la alta cocina, Víctor Membibre menciona las maduraciones de las aves. "El pato azulón sale muy bien. Nosotros hacemos la pechuga madurada 10 días en grasa de buey derretida. La grouse también la maduramos en foie derretido”, comenta, ya que en su restaurante sí hacen ciertas mortificaciones [un proceso para ablandar los tejidos de la caza].

En otros síes, Higinio Gómez menciona al faisán, explicando las diferencias con la hembra. "La faisana es más suave y se puede hacer bien asada, siempre primero con el muslo hacia arriba para que no se seque; el macho tiene más sabor, así que mejor hacerlo guisado", aunque explica que generalmente el faisán que se ve en la actualidad es de granja.

En lo que todos los chefs coinciden es en ciertos animales complejos, caros y, en algunos casos, ilegales, que no son aptos para novatos por preparación y sabor. Lo ejemplifica Miguel Carretero: "las becadas o las tórtolas son animales migratorios muy duros, que necesitan cocciones muy prolongadas y además son de sabores muy intensos". Mencionando además que la becada no se puede encontrar en restaurantes porque los cupos de caza son muy pequeños.

Caza menor de pelo

Istock 1188735800 La liebre es un clásico de la alta cocina cinegética, aunque es más dura y más sabrosa que el conejo.

Dos son las referencias en caza menor de pelo: conejo de monte y liebre, siendo uno de los animales muy recomendado para novatos y otro, icónico, poco apto iniciarse en estas lides.

"Empezar por conejo es sencillo porque acepta fritos, arroces, marinados pero la liebre es más complicada porque tiene mucho sabor. En ambos casos les van bien guisos con legumbres como las alubias, los garbanzos o las verdinas, arrancando estos fondos con sus propios huesos", indica Manu Urbano.

También del conejo habla bien José Ignacio Herráiz. "Es una carne con menos grasa que el conejo de criadero pero tiene más sabor y para un arroz o un guiso puede ir bien, pero necesita más cocción. Como es sequito, hay que aprovechar la zona de detrás de la cabeza, el riñón y algunos interiores, donde tiene algo más de grasa, que se pueden saltear y majar para hidratar el conjunto", explica.

Sabor y originalidad es lo que proponer Javier Rodríguez, de Delirios, con una lasaña de conejo de monte. "Pochamos cebolla, ajo y el conejo en trozos y que se pegue un poquito en la cazuela. Lo levantamos con vino o con un licor y luego fuera del fuego lo desmigamos. Dejamos reducir esa salsa y montamos la lasaña con capas de pasta cocida, conejo desmigado y bechamel para salsear al final con la reducción", indica y aconseja no hornear, para respetar la textura del bocado.

En todo caso, tampoco conviene pasarse con los aliños, así lo comenta Javier Díaz. "Siempre hay que tirar a suavizar la caza porque su sabor no es para todos los gustos. "Por ejemplo, no meterle demasiadas especias si el bicho ya tiene sabor. A un conejo de monte, que tenga el regusto de monte bajo no hace falta meterle más tomillo y romero", comenta sobre el conejo.

"Tampoco le metería vino tinto a la liebre, sino licores como el cassis. Hay gente que no soporta el sabor de la liebre pero por ejemplo la come bien en salsas como las de chocolate o en una calderete", sentencia.

A la liebre, muy popular tanto en civet como a la royal, dos recetas que implican el uso de la sangre del animal, también se les saca partido de otras formas junto a las legumbres. Es el caso de las pochas con morcilla de Santerra. "Hacemos nosotros la morcilla y guisamos las pochas en un fondo con los huesos de la liebre, verduras tostadas y luego añadimos un tinto con barrica para añadir acidez y un oporto ajerezado para contrarrestar con dulzor", añade Miguel Carretero.

Pochas Con Morcilla De Liebre De Santerra Pochas con morcilla de liebre de Santerra

También sencillo y clásica es la receta que deja en bandeja Adolfo García con un guiso de conejo encebollado, ideal para no manchar muchos cacharros. "Pochamos en la misma cazuela el conejo con sus interiores, la cebolla, el ajo y algunas aromáticas como el tomillo, el romero y el estragón; luego añadimos arroz y un caldito que tengamos hecho", comienza.

"Retiramos los interiores del conejo, los trituramos con un poco de caldo y los colamos y cuando el plato esté listo lo añadimos y emplatamos el arroz con el conejo, con castañas asadas picadas y con higos secos en daditos", remata.

Caza mayor de pelo

La Caza Mayor De Pelo Mas Frecuente En Nuestros Campos Son Los Cervidos Como El Gamo De La Foto Y El Jabali La caza mayor de pelo más frecuente en nuestros campos son los cérvidos (como el gamo de la foto) y el jabalí.

Los grandes trofeos cinegéticos son, a su vez, los que más se suelen temer a la hora de cocinar en casa por ser más duros y correosos. Sin embargo, antes de enfrentarse a ellos conviene lanzar ciertas preguntas.

¿Cocinas de la misma manera un morcillo de ternera que un solomillo? ¿Tienen la misma terneza la babilla de un añojo que su lomo? ¿Tiene el mismo sabor una oveja machorra que un cordero lechal? Imaginamos que has respondido 'no' a estas preguntas y con ello tienes tu propia respuesta: no se puede tratar en cocina igual a todas las piezas, aunque hablamos del mismo animal.

Por eso, no será lo mismo cocinar un lomo de ciervo que su jarrete, o no será lo mismo guisar un ragú de jabalí que recurrir a la pierna. Por tanto, no se trata de animales, sino de cortes, aunque hay algunas consideraciones a tener en cuenta, sobre todo si consumimos caza autorizada (siempre debe haber un control veterinario).

En esta batalla encontramos al jabalí, al ciervo, al corzo, al gamo (aunque en ocasiones veamos a estos tres definidos como venados) e incluso a cabras monteses y muflones, pero son menos frecuentes estas dos últimas especies.

"Cuanto más grande es el animal, más sabor tiene pero también su carne es más dura", perfila Samuel Moreno y añade. "Influye también la forma de la caza y el estrés que se genera en el animal. No es lo mismo cazar un jabalí en una montería que hacerlo en una espera”, explica.

Jabalí

Venison

"Hay carnes de caza mayor que no son tan duras como se piensa. El jabalí por ejemplo se puede hacer en orza, con el solomillo y el lomo: lo limpias, lo salas bien y lo fríes en manteca pura y luego lo guardas, cortando lonchas cuando quieras”, comenta Carlos Hernández, que también da salida a las costillas.

"Las costillas de la caza mayor, si las tienes, son como chuletillas y no son duras. Le haces una marinada de majado de ajos, pimentón, miel, tomillo, pimienta, brandy y aceite y lo dejas macerar cuanto quieras y eso a la parrilla es un diez", explica y nos dice lo que no recomendaría: "No iría a cocciones de jabalí en piezas grandes porque cada una tiene su punto y unas se quedan duras, otras blandas". Dos puntos en los que coincide Víctor Membibre: "no guisaría jabalí porque es carne con mucho colágeno, con texturas muy difíciles. Si se tiene una parrilla, las costillas a la barbacoa salen muy ricas y no son difíciles de hacer", añade.

La mala costumbre también ha hecho que se consumieran animales muy mayores o demasiado grandes, que obligaban a marinadas muy largas para ablandar las carnes y atenuar los sabores. "Habitualmente se trabajaban marinados muy intensos en los ochenta, con mucho vino, muchas especias y muchas hierbas pero eso es cosa del pasado, salvo que queramos trabajar un civet, porque los ácidos de la marinada desnaturalizan la carne”, lamenta José Ignacio Herráiz.

Atreverse al guiso directo es más complejo, algo que no aconseja Javier Díaz. "Mejor no meterse a guisar jabalí porque es muy fuerte de olor, al final es un bicho que suele morir en tensión y desprende un olor muy fuerte y hay que macerar en vino, verduras y claro, algunos son más duros que otros. No es lo mismo un macho viejo que uno joven o una cerda", incide.

Eso no quiere decir que no se puedan trabajar pero sí ser conscientes de que necesita mucho tiempo y mano. Es el caso de uno de los platos estrellas de La Malaje: el jarrete de jabalí estofado con cerveza rubia y azafrán. "Se fondea una cebolla con una ramita de canela, clavo de olor hasta que dore bien y esté bien tostada. Marcamos el jarrete y luego añadimos cerveza, romero, agua y azafrán y dejamos reducir", comenta sobre este plato que exige más de un día de cocción.

El Equipo Del Restaurante Consentido Salamanca Y Varios De Sus Platos El equipo del restaurante ConSentido (Salamanca) y varios de sus platos

Teniendo claro que son los lomos y los solomillos del jabalí las mejores piezas para bisoños, podremos establecer también ciertos patrones para refrescar los bocados. Unai Camba menciona que al jabalí le hacían una salsa de madroños o al ciervo una de chufa y mantequilla; Samuel Moreno elabora una empanadilla de jabalí con boloñesa de sobrada de ibérico y ralladura y de lima y limón, explicando que "a estas carnes les van bien las notas dulces, como las pasas, los frutos rojos, los licores o las verduras asadas", incide el chef guadalajareño.

Todo ello con ese punto de tostado, como también aclara Miguel Carretero. "Los tubercúlos siempre le van bien a la caza pero mejor en asados o tostados, que haya una caramelización, o simplemente con un puré de patata con un poquito de trufa", igual que la parmentier con vainilla que aconseja Manu Urbano.

Ciervo, gamo y corzo

Manteniendo la misma premisa que con el jabalí, para no iniciados lo más conveniente es adentrarse con lomos y solomillos. "La carne más fina es la de corzo; el gamo es más desconocido pero tiene muy buen sabor y la más intensa es la de ciervo", explica Higinio Gómez. "También hablamos de animales de tamaños muy diferentes; un corzo es prácticamente una ovejita, y también hay que tener siempre claro que las hembras son más tiernas y sabrosas que los machos", nos explica.

"Mejor comprar lomo de cierva o de corza", añade José Ignacio Herráiz. "“Es importante consumir hembra, en lo medida de lo posible, y no comer macho en berrea porque es un animal cargado de feromonas y de olor, con una carne que sigue oliendo por mucho que la trabajes”, insiste.

Ensalada De Corzo Y Ravioli De Perdiz De Tiro A La Toledana De Molino De Alcuneza Lomo De Cierva De Descaste Asado Y Albondigas De Cierva De Santerra Ensalada de corzo y ravioli de perdiz de tiro a la toledana de Molino de Alcuneza; lomo de cierva de descaste asado y albóndigas de cierva de Santerra.

En ambos casos hablamos de carnes que se prestan bien tanto a la parrilla como a la plancha, como indica Samuel Moreno. Una recomendación que Javier Díaz equilibra con una máxima: cuánto más fuerte es una carne, más fuerte tiene que ser la fruta que le acompañe", mencionando una receta de ciervo con castañas y pacharán, o las compotas como las ciruelas, e incluso una salsa que califica "casi como melaza, de peras y vino, para el lomo de ciervo asado".

Víctor Membibre también guarniciona a estos lomos con peras asadas, añadiendo otros matices "con purés de apionabo y chirivía que son sabores más del centro de Europa, pero que cada vez se ven más en España". Incluso para crudos se pueden aprovechar estos animales.

"Un lomito de corzo se puede hacer en carpaccio o tartar porque es una carne muy suave, de textura aterciopelada, que no necesita mucho aliño. Tomillo fresco, una pizca de soja, aceite, cebollita pochada y una gotita de un alcohol y tenemos un tartar perfecto", propone Adolfo García, aunque si nos vamos a planchas y parrillas reivindica las salsas de cacao y rehuir del fruto rojo o incluso apostar por el apionabo o las cremas de tupinambo.

En otros tipos de corte, Javier Aparicio explica "que no se debe tener miedo a la caza; solo saber que hay cortes que necesitan más tiempo que otros" y nos habla del ragú de pierna de corzo, que bien limpio se puede cocinar como cualquier otra carne y da una pista para guarniciones: "Al final, lo que le va bien al vacuno mayor le va bien a una caza, teniendo en cuenta que admite más potencia en la sazón".

Sobre ese mundillo nos pone en la senda Manu Urbano. "A la caza le van bien los toques picantes nasales como el de la mostaza y los dulces de temporada como un puré de castañas o una crema de boniato asado. También le va bien jugar con vinagres viejos de Jerez, para crear contrastes", incide y reivindica también los lácteos: "Los toques lácticos del queso, de una nata o de una Torta del Casar, que tiene ese perfil de acidez, le van bien a la carne para una salsa", apostilla.

Como remate, nos quedamos con dos guiños de Carlos Hernández. "La gente tiene miedo al ciervo y el lomo se hace solo, es super agradecido y solo con marcarlo y dejarlo saignant es con un puré de patatas con mantequilla es perfecto", clarifica o, si nos ponemos más navideños, con un Weillington pero de lomo de ciervo.

"Marcas el lomo y haces un sofrito de chalotas y luego una duxelle con foie, o con una mousse o un bloc, y trompetillas de los muertos y que reduzca. Como salsa pochamos más chalotas, con armagnac o brandy y que reduzca bien, tapadito, y añadimos un caldo de pollo después y reducimos de nuevo y colamos", propone.

Imágenes | iStock

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La incansable búsqueda de la manzana rosa (o por qué le importa tanto a un agricultor el color de su fruta)

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La incansable búsqueda de la manzana rosa (o por qué le importa tanto a un agricultor el color de su fruta)

Josep María Massot tiene una de las plantaciones de manzana Pink Lady más grandes de España. Y una de las más antiguas. Los primeros árboles se plantaron en el año 2000, cuando esta variedad de manzana, desarrollada en 1973 por el horticultor australiano John Cripps, comenzó a plantarse en Cataluña. El año que viene, todos estos primeros manzanos (Massot tiene muchos más) deben ser destruidos.

Este veterano agricultor, que se dedica también a la cría de terneros, cree que estas manzanas siguen siendo estupendas. Y, en efecto, están igual de buenas. Pero los árboles pierden productividad con el tiempo, las técnicas evolucionan y esta primera variedad, la original Cripps Pink (que así se llamó al cruce de Golden Delicious y Lady Williams) no es tan rosa como la nueva variedad Rosy Glow, a la que pertenecen hoy todas las manzanas que encontramos en las fruterías con el sello de Pink Lady. Tampoco tiene mucho margen de decisión: si no arranca los árboles se enfrenta a una enorme multa que le impondría la asociación de productores europeos de Pink Lady.

Los productores de la asociación siguen comercializando las pocas manzanas que quedan de la variedad Cripps Pink bajo la marca comercial Crip´s, con el mismo sabor que la actual Pink Lady, pero mucho más barata. ¿Por qué? La variedad original es bicolor, con toque rosas, sí, pero mucho amarillo. Y esto tiene un impacto directo sobre las ventas.

La intensidad del color de las manzanas está directamente relacionado con su rentabilidad: a más rosa, más ingresos

Como nos cuenta Anna Paüls, agricultora de la cooperativa leridana Fruilar y recién escogida representante española en el Consejo de Administración de la Asociación Pink Lady Europa, la intensidad del color de las manzanas está directamente relacionado con su rentabilidad: a más rosa, más ingresos para los agricultores.

Las Pink Lady de la variedad mejorada Rosy Glow son de un rosa cada vez más intenso, algo en lo que influye no solo su cruce genético, sino también su cultivo. Los agricultores llegan al punto de hacer una costosísima poda en verde manual en primavera para que el sol entre de lleno sobre las manzanas, lo que aumenta su coloración.

Cromatismo A la izquierda, la variedad original Cripps Pink. A la derecha, la variedad mejorada Rosy Glow.

Una de las manzanas más caras

En la actualidad, la manzana Pink Lady tiene una cuota de mercado en España de entre el 3 y el 4 %. Y, aunque sus ventas crecen año a año, la asociación controla al milímetro la producción, para que se mantenga su precio, uno de los más elevados del mercado, siempre por encima de los 3 euros el kilo. “Estamos pensando que el mercado va a asumir cerca de un 15 % más de producción a nivel europeo, y se hace toda la planificación sobre este volumen”, explica Joan Serentil, productor de manzanas Pink Lady y gerente de Fruilar.

La asociación controla al milímetro la producción, para que se mantenga su precio

Un precio elevado que no se justifica solo por el estricto control sobre la producción, sino también por las propias características del cultivo. La Pink Lady es la manzana que más tiempo pasa en el árbol, lo que conlleva un incremento de costes tanto en riego como en personal. Lo bueno de esto es que, aunque la mayoría de los trabajadores son temporeros subsaharianos, hay más personal fijo que trabaja todo el año en las explotaciones (donde la Pink Lady comparte siempre espacio con otras frutas).

A estos costes hay que sumar, también, los derivados de unos estrictos controles de calidad –que audita una empresa externa, Bureau Veritas–. Además de la coloración, un importante requisito de las manzanas Pink Lady es la ausencia de golpes. Y, aunque se trata de una variedad de manzana bastante resistente, hay que andarse con ojo para que no se abollen: la recolección es manual y la fruta se transporta en tractores que, como explica Serentil llevan los neumáticos con menor presión de la habitual “para que absorban mejor las irregularidades del terreno”.

Anna Anna Paüls será la segunda productora presente en el Consejo de Administración de Pink Lady Europa.

Sorprende este nivel de perfeccionismo, pero es una cuestión directamente relacionada con la rentabilidad final de las explotaciones. Como explica Serentil, uno de los compañeros de la cooperativa perdía todos los años mucho dinero porque gran parte de sus manzanas llegaban a la central (la fábrica en la que se clasifica, empaqueta y almacena la fruta) golpeadas y no podían ser vendidas como Pink Lady. Estas manzanas no se tiran, pero se venden a la industria alimentaria para elaborar compotas o postres, a un precio muy inferior. Tras estudiar al dedillo su proceso de recolección descubrieron que las manzanas se abollaban en el trayecto entre el lugar donde se recogían y el punto en la que se las llevaba el camión: un recorrido que hacía el propietario de la explotación a una velocidad endiablada. En cuanto empezó a ir lento tuvo muchas menos manzanas no aptas y, por tanto, mayores ingresos.

Este año se ha logrado que el 80 % de la producción sea catalogada como Pink Lady (la marca más premium, que va destinada a fruterías y supermercados), lo que supone mayores ingresos para los agricultores.

Tractor Las manzanas se transportan con sumo cuidado, para que no sufran golpes.

Manzanas grandes, manzanas pequeñas

Una vez llegan las manzanas a la central son conducidas por un canal de agua para que no reciban golpes, antes de ser cepilladas y calibradas. Otro proceso importante. Y muy curioso.

Las manzanas más pequeñas van al norte de Europa, las más grandes al sur

Las plantaciones de Pink Lady de España, situadas en su totalidad en las provincias de Lérida y Gerona, suponen un 5 % del total de la producción mundial de estas manzanas. Pero no todas se consumen en España. Y su destino se decide en función de su tamaño: las más pequeñas van a las islas británicas y Escandinavia, donde prefieren las frutas más pequeñas; las medianas van a Centroeuropa; y en España se quedan las más grandes.

¿A qué se debe esto? Se trata de estrategias de marketing trabajadas durante décadas en los mercados. No parece casual que las manzanas pequeñas vayan a los países donde la fruta se vende por unidades y las grandes a aquellos donde se venden al peso, pero hoy el mercado está tan acostumbrado a esto que un inglés considera que las manzanas grandes son, sencillamente, peores.

Pero no todo es marketing en el mundo de la fruta, donde hay mucha más innovación de lo que pudiera parecer. Es este un mercado muy competitivo, donde aparecen todos los años nuevas variedades –el último gran competidor de Pink Lady es la manzana Envy, que llegó al mercado español hace solo cuatro años– y en el que tiene una gran importancia la investigación de nuevos híbridos y las mejoras en los cultivos y la distribución.

Como apunta Paqui Escoi, responsable de Calidad de Fruilar, en la actualidad la cooperativa tiene entre manos cuatro o cinco proyectos de investigación. “Estamos investigando cómo hacer controles organolépticos sin destrucción de las muestras, a base de espectrometría”, explica a modo de ejemplo.

Mazanas Agua Las manzanas se transportan por la central por un canal de agua, para evitar golpes.

Del campo a la mesa, hasta seis meses después

Aunque para el consumidor el gran atractivo de la manzana Pink Lady es su equilibrio entre dulzor y acidez, para los productores tiene otra gran ventaja: su durabilidad. Este año la cosecha comenzó el 20 de octubre, y acabó la semana de nuestra visita, a finales de noviembre. Pero las manzanas se encontrarán en las fruterías hasta mayo.

Mientras, la fruta permanece refrigerada. “Se bloque la atmósfera de la cámara, se baja el oxígeno, el CO2, para que no respiren, y las tenemos aletargadas, ralentizamos su respiración”, explica Escoi.

Y, una vez en el mercado, las manzanas siguen aguantando en buen estado durante meses, incluso sin refrigeración. Esto es un reclamo para el consumidor, que no encontrará manzanas Pink Lady mustias o arenosas, pero es también muy ventajoso para la distribución; y es lo que, más que ninguna otra cosa, hace a esta variedad de manzana especialmente rentable.

Joan Joan Serentil, gerente de Fruilar, nos enseña el nuevo diseño de las cajas de Pink Lady.

“Pink Lady es uno de los frutos que en el mercado los intermediarios marginan menos”, explica Serentil. “Sobre todo, porque una vez la reciben tiene muchísimo menos desperdicio. El peor enemigo de un frutero es lo que tiene que tirar, porque lo ha pagado. Con Pink Lady vendes el 100% prácticamente, porque no pierde sus cualidades. Se conserva durante más tiempo que cualquier otra fruta”.

En los próximos años, Pink Lady se enfrentará a la liberalización de la variedad original, Cripps Pink, cuya patente (que es propiedad del Gobierno australiano) está a punto de caducar. Pero los productores no temen esta situación, pues, aseguran, el trabajo realizado durante más de dos décadas no es fácil de replicar de la noche a la mañana.

“Costará que otra manzana le tome el relevo, porque tiene 20 años esta marca, y todos los años seguimos mejorando”, concluye Serentil. “Estamos convencidos de que lo peor que le puede pasar a cualquier producto de consumo es la banalización”.

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Estos son los cinco mejores aceites de oliva de España de 2020 (y aquí mismo puedes comprarlos para disfrutar en navidades)

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Estos son los cinco mejores aceites de oliva de España de 2020 (y aquí mismo puedes comprarlos para disfrutar en navidades)

Los premios Evooleum, que han celebrado este año su 5ª edición, se han posicionado como el más importante galardón del sector del aceite de oliva. Hablamos de un concurso internacional, que partió de la necesidad de contar con un ranking de los 100 mejores vírgenes extra del mundo, algo inédito hasta el momento.

Este año, los premios, que van a acompañados de la publicación de una completa guía, han recaído sobre 73 aceites españoles, aunque en el top 10 nuestro país comparte protagonismo con Italia, que se lleva, además, el premio al mejor aceite del mundo: Don Giocchino Grand Cru.

Este AOVE, un monovarietal de coratina extraída de olivares centenarios, se ha llevado 96 puntos, la máxima puntuación obtenida este año por ninguna otra referencia. Los catadores usan palabras como “excepcional, sublime y complejísimo” para describir un aceite que aún podemos probar si hacemos un pedido a la propia Azienda Agricola Sabino Leone, que lo elabora.

Pero si no queremos hacer un pedido a Italia, en el top 10 de la guía encontramos cinco aceites españoles, entre ellos el considerado como mejor tercer aceite del mundo. Son estos:

1. Rincón de la subbética altitude

Almazaras

Con 95 puntos, este AOVE de la variedad Hojiblanca, que acumula más de dos centeneres de galardones en todo tipo de certámenes, ha sido considerado el mejor aceite español del año (el tercero del mundo).

Elaborado por la conocida cooperativa Almazaras de la Subbética, en Priego de Córdoba, el aceite se prensa en los primeros días de cosecha, con una selección de olivas Hojiblanca recogidas a mano en las mejores fincas de la cooperativa, situadas dentro del Parque Natural de las Sierras Subbéticas, y con certificado ecológico.

Amparado por la DOP Priego de Córdona, los catadores apuntan que estamso ante un aceite "que comienza en nariz con un intenso aroma a hierba recién cortada y aceituna verde" y en boca tiene "un picante medio por encima de un amargo más ligero". Estamos, aseguran, "ante un excepcional zumo con mucha personalidad, muy complejo y con una alta persistencia".

Rincón de la Subbética - Aceite de oliva virgen extra ecológico

Rincón de la Subbética - Aceite de oliva virgen extra ecológico

2. Claramunt extra virgin picual

Claramunt

Con 94 puntos, este aceite de Jaén está considerado, además, como el mejor picual del mundo. Su creador, Joaquín Claramunt, tiene un sistema de producció integrada, que combina olivar tradicional e intensivo, donde se obtienen producciones justas, que no menoscaban la calidad.

Los catadores hablan de un aceite afrutado muy intenso en nariz, con un picor y amargor equilibrados.

Claramunt Picual 500ml

Claramunt Picual 500ml

3. La pandera premium

La Pandera

También con 94 puntos, de Jaén y picual es este aceite, octavo del mundo, tercero de España. En el municipio con más altitud de la provincia, Los Villares, se elabora este aceite de reciente creación. Hablamos de un AOVE de cosecha temprana, extraido de un olivar tradicional de montaña.

Los catadores califican el aceite como "fantástico" en su despliegue organoléptico. En boca destaca por "un intenso y complejo afrutado que confirma lo percibido en nariz, con una entrada sumamente dulce y un equilibrio muy pronunciado entre un amargo y un picante medios". Si un equilibrio puede ser pronunciado, seguro está buenísimo.

La Pandera PREMIUM 6x500ml

La Pandera PREMIUM 6x500ml

4. Al alma del olivo hojiblanca

Otros 94 puntos se ha llevado este aceite toledano, de la variedad hojiblanca. Se trata de un aceite ecológico, elaborado en el municipio de La Guardia, con intensos perfiles aromáticos que forma parte de una línea con cuatro monovarietales y un coupage.

Los catadores lo califica como un aceite que en nariz presenta un frutado a aceituna verde muy intenso y, en boca, una entrada dulce y un equilibrio entre amargo y picante. "Un zumo muy armónico y complejo".

AOVE AL alma del olivo 6x500ml

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5. Finca Varona La Vella Picual

Olivo

El top 10 de los mejores aceites de oliva del año finaliza con este AOVE ecológico de la variedad picual, que obtiene 93 puntos. Elaborado en la localidad de Sant Mateu, en Castellón, nace de un proyecto liderado por el ingeniero agrónomo Pablo Pascual Vinuesa para recuperar las variedades autóctonas de olivo cultivadas en la comarca del Maestrat, una zona que presume de la mayor concentración de olivos milenarios de España.

Según los catadores, encontramos en nariz "un frutado muy intenso a aceituna verde con notas de hoja de olivo" y, e boca, "una entrada muy dulce y una amargo y picante medios".

AOVE Finca Varona la Vella Picual 500 ml

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Algunos de los enlaces aquí publicados son de afiliados. A pesar de ello, ninguno de los artículos mencionados han sido propuestos ni por las marcas ni por las tiendas, siendo su introducción una decisión única del equipo de editores.

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Redescubrir el besugo, rey de las recetas navideñas: qué es, cómo prepararlo y qué propiedades tiene este pescado de temporada

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Redescubrir el besugo, rey de las recetas navideñas: qué es, cómo prepararlo y qué propiedades tiene este pescado de temporada

La alternancia gastronómica de la Nochebuena o la Nochevieja admite, según la casa, algo de variedad en el mundo de las carnes asadas, bien sea cochinillo o cordero. Distinto es el caso de los pescados, donde si hablamos del horno, pocos pueden equipararse al besugo.

Es cierto que podemos encontrar también doradas y lubinas, o si también vamos a pescados caros podemos apostar por el virrey. Sin embargo, pocas dudas hay en torno al gran protagonista de los pescados asados cuando hablamos de las fiestas navideñas.

Esto no quiere decir que el besugo no se pueda disfrutar el resto del año y, por supuesto, que nos tengamos que ceñir al asado. A la bilbaína, a la donostiarra, al vapor, a la plancha o con otras preparaciones que involucren al horno, como el besugo a la sal o incluso en escabeche.

En cualquier caso, hablamos de un pescado sabroso, jugoso y perfecto para disfrutar de temporada, presente desde noviembre a marzo en nuestros mercados, le hace ideal para disfrutarlo incluso fuera de Navidad.

Descripción y características

Cuando hablamos de besugo en España nos referimos, principalmente, al Pagellus Bogaraveo. Sin embargo, es muy frecuente que en las costas andaluzas se conozca al Pagellus Acarne como besugo o besugo blanco mientras que al bogaraveo se le llame besugo de la pinta. En ambos casos son pescados muy sabrosos, de la misma familia y que, sin embargo, tienen una notable diferenciación física.

En el caso de hoy nos centramos en el bogaraveo, que es también el que se suele pescar en los puertos atlánticos del Cantábrico (un sinónimo es pagellus cantabricus), y que pertenece a la familia de los espáridos (Sparidae), caracterizados por tener el cuerpo comprimido lateralmente, la aleta dorsal con espinas y aleta caudal escotada (dividida en dos).

La temporada del besugo se extiende desde noviembre hasta marzo, si bien en navidades alcanza su precio máximo, siendo más accesible a partir de enero.

Es un pez alargado, ligeramente ovalado y rechoncho, perciforme, que destaca a la vista por el gran tamaño de sus ojos en proporción al tamaño de la cabeza. Cromáticamente destaca por ser de color rojizo vivo, más intenso hacia la cabeza y el dorso que hacia el vientre, siendo también muy rojizas o anaranjadas sus aletas. Además, es más claro cuanto más joven es el ejemplar, llamándose pancho o voraz también al besugo joven, que presenta colores más blanquecinos y plateados.

En el caso del bogaraveo, su gran distinción respecto al acarne es una mancha negra situada detrás de la cabeza, sobre las aletas laterales, que le permite ser conocido como besugo de la pinta. En el caso del acarne también hay una mancha negra, pero esta se encuentra en la axila de la aleta.

Hablamos de un pescado que, en función de la temporada, es azul o blanco. Durante los meses de invierno, cuando mejor es su calidad, es un pescado azul por la gran cantidad de grasa que almacena para enfrentarse a las bajas temperaturas. El resto del año se convierte en un pescado blanco, al no necesitar ese extra.

Omnívoro, aunque gran depredador de peces más pequeños, moluscos y crustáceos, el besugo es además un pescado gregario que suele nadar en pequeños cardumenes. Es un pescado de bajura que puede vivir igualmente en terrenos rocosos, arenosos o fangosos entre los 400 metros de profundidad (habitual en el besugo del Mediterráneo) y los 700 metros (más frecuente en los besugos atlánticos). Aunque esas son las profundidades máximas, si hablamos de casos normales podemos encontrar besugos, sobre todo jóvenes (que tardan en desarrollar la mancha negra), en torno a los 50 metros, mientras que el adulto sí suele sumergirse a los 300 metros.

No debe confundirse el besugo (Pagellus Bogaraveo) con el besugo blanco o aligote (Pagellus Acarne), más barato y de algo menos de calidad pero también sabroso.

En ambos casos hablamos de animales que llegan a una longitud máxima de unos 60 centímetros, pudiendo alcanzar los seis kilos de peso, aunque no es frecuente encontrarlos ni en esa talla ni en esa báscula, siendo más demandados los besugos que oscilan entre uno y dos kilos y con medidas de entre 20 y 40 centímetros.

En cuanto a su pesca, extendida en el Mediterráneo occidental pero sobre todo por toda la costa del Atlántico oriental, desde Mauritania hasta Noruega, se realiza con diversas artes como el arrastre o el sedal, pasando por palangres y trasmallos.

Es frecuente o posible confundirlos con otros pescados como el pez herrera (Lithognathus mormyrus), el pargo (Pagrus pagrus) o el ya mencionado besugo blanco, también llamado aligote, es decir Pagellus Acarne.

Propiedades y beneficios

Propiedades Y Beneficios

Debido a los requerimientos térmicos invernales, el besugo de invierno tendrá más grasa (alrededor de los 5g por cada 100g de producto), que el de verano (apenas 2g por cada 100g). En ambos casos hablamos de un pescado que aporta proteínas de alto valor biológico, en torno a 19g por cada 100g, por lo que es un producto recomendable para cualquier tipo de dieta.

En su caso, sus grasas pertenecen a los ácidos grasos monoinsaturados (como el omega 3 y el omega 6), por lo que entran dentro de las grasas saludables que mejoran nuestra salud vascular, combatiendo la hipercolesterolemia y la hipertensión arterial.

No es especialmente rico en vitaminas, aunque es notable la presencia de la vitamina B12, pero sí es interesante su aporte en minerales, como el potasio (310mg por cada 100g) o el fósforo (210mg por cada 100g), que redunda positivamente en la salud de nuestras articulaciones, huesos y dientes.

Su gran desventaja es que es un pescado rico en purinas, por lo que las personas que sufran de gota o de hiperucemia no deben incluirlo en su dieta con asiduidad, del mismo modo que no se recomienda un consumo excesivo de mariscos.

Cómo preparar y cocinar este pescado

Lo más habitual a la hora de hablar de comercializar el besugo es encontrarlo en entero, ya sea fresco (lo más común) o congelado (algo más inusual), donde a veces también lo encontramos ya en lomos.

Es importante antes de comprar un besugo tener en cuenta ciertas consideraciones: para cuántos vamos a cocinar y qué uso le vamos a dar. En cualquier caso debes tener en cuenta que el besugo presenta una merma del 45% de su peso, por lo que solo aprovecharemos en carne el 55% del animal.

En caso de recurrir al asado, ten en cuenta que la ración limpia de pescado suele estar en unos 200 gramos por comensal, así que para unas cuatro personas necesitaremos un besugo que se acerque a los dos kilos. En cualquier caso, es conveniente que apostemos antes por ejemplares medianos que por los más grandes, que obligan a otros tiempos en cocina y exigen utensilios y herramientas de más calibre.

A la hora de comprarlos hay que fijarse en que no estén magullados, que presenten un color brillante, agallas rojas y ojos limpios y brillantes, nunca caídos o apagados. Lo más práctico, independientemente de la preparación, es que desescame y eviscere el besugo nuestro pescadero, ahorrándonos esta tarea que en casa puede ser algo más compleja y sucia.

Se aprovecha un 55% del peso total del besugo, por lo que debes tener en cuenta comensales y otros platos a la hora de comprarlo.

Partícipe de infinidad de recetas, tener claro qué vamos a hacer con el besugo es importante para saber cómo limpiarlo. En el caso del horno tenemos principalmente dos opciones: entero o abierto, para cocinarlo a la espalda, y que también recomendamos que lo haga el pescadero.

Si bien es cierto que el besugo lo consumimos esencialmente asado: a la madrileña, a la cántabra, a la bilbaína, a la donostiarra o a la sal, también podemos recurrir a otras recetas aprovechando sus lomos. Sacarlos no es especialmente complejo -o no más que a una dorada o lubina- y podemos marcarlos muy suaves a la plancha, darlos un ligero toque de vapor o aprovecharlos para hacer un tartar o para un carpaccio, aunque exigen cierta pericia.

En cualquier caso, recetas y preparaciones que no impliquen tener que desespinar el pescado en la mesa serán muy prácticas si tenemos niños o menores en casa, ya que el besugo tiene mucha espina y es ingrato para comer si no se tiene pericia.

Si tenemos la suerte de tener parrillas y besugueras, será perfecto así cocinado, pero siempre teniendo cuidado con su piel, untando una gota de aceite en ella para que no se queme o pegue. Limpias también son opciones al papillote, que se pueden acompañar de verduras, y además de facilitar el lavado nos aligerarán la cena de Navidad sin añadir mucha grasa.

La receta infalible de besugo al horno

Besugo Al Horno Pakus

Sencilla e infalible. Lo único que hay que hacer con esta receta es contar con una buena materia prima y asegurarse de respetar los tiempos de cocción, ofreciendo así un besugo jugoso y tierno.

La guarnición clásica es a base de patata, que conforman la cama en el horno, pero puedes utilizar otras verduras que se adapten bien al horno como boniatos o calabaza.

  • Ingredientes para 4 personas. 1 besugo de un kilo, 3 patatas, media cebolla, 1 limón, 15g de pan rallado, 5g de pimentón dulce, 1 diente de ajo, un chorreón de aceite de oliva virgen extra y
  • Elaboración. Preparamos el pescado haciéndole unos cortes transversales hasta llegar a la espina. Lo habitual es dar tres cortes ligeramente inclinados en una sola de sus caras. Después, introducimos en cada uno de los cortes media rodajita de limón. Mientras se precalienta el horno, pelamos unas patatas, las partimos en rodajas de unos tres milímetros y las mezclamos con media cebolla cortada en juliana. Disponemos patatas y cebolla en una fuente de horno y espolvoreamos con sal. Añadimos agua sin que llegue a cubrir las patatas y un hilo de aceite de oliva. Ponemos los besugos sobre la cama de patatas y los horneamos a 190º durante unos 45 minutos. Cuando lleven 30 minutos, preparamos una costra de pan rallado, pimentón y un diente de ajo machacados en el mortero y la extendemos sobre los besugos. En los últimos 15 minutos, el pescado se terminará de hacer y la costra se dorará dando a nuestros besugos su aspecto característico y tradicional de plato navideño hecho en el horno. Servimos haciendo las clásicas advertencias sobre las espinas y nos disponemos a disfrutar.

Enlace directo a la receta completa | Besugo al horno con patatas panadera

Imágenes | iStock

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Cómo cortar y servir una piña fácilmente de varias formas diferentes (según el uso que quieras darle)

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Cómo cortar y servir una piña fácilmente de varias formas diferentes (según el uso que quieras darle)

La piña es quizá ya la menos exótica de las frutas tropicales, pues fue una pionera conquistando medio mundo hace unas décadas. Lo hizo primero en forma de conserva, con el empujoncito de la pizza hawaiana, y ahora incluso se cultiva en nuestro país. Tiene mil usos en la cocina salada y dulce, pero hay que reconocer que no resulta fácil cortarla. ¿Cuál es el mejor método? Depende un poco del uso que vayamos a darle, pero hay varias técnicas para cortar la piña que evitarán el caos en la cocina.

Antes de lanzarse a lo loco cuchillo en mano conviene repasar la naturaleza física de esta particular fruta. De forma entre ovalada y cilíndrica, tiene un tamaño que suele oscilar entre los 25-30 cm de largo, con un grosor de unos 15 cm. Está coronada con un penacho de hojas rígidas, puntiagudas y afiladas, y todo su cuerpo está protegido por una cáscara dura formada por secciones llamadas brácteas, normalmente no comestibles aunque sí con usos gastronómicos.

Lo que nos interesa es la refrescante pulpa, de color amarillo o blanquecino, carnosa y algo fibrosa, sin semillas ni pepitas. Está atravesada por una especie de tronco cilíndrico más duro pero también comestible, generalmente más fibroso y que en ocasiones se prefiere retirar. Entre la carne y la piel se distribuyen una serie de "ojos" molestos a la hora de comerla, entre los cuales pueden encontrarse también pequeñas semillas oscuras.

Piña

Por su forma, tamaño y dureza, resulta complicado afrontar el pelado de una piña como haríamos con cualquier otra fruta común, como una manzana o una naranja. Aquí tenemos que trabajar por partes, procurando aprovechar al máximo la pulpa, y siempre teniendo presente cómo vamos a servirla o utilizarla.

Material necesario

Contar con un buen juego de cuchillos es esencial para conseguir cortes limpios y evitar accidentes. Debe ser de hoja grande y ancha, afilado y con un buen mango que nos permite un correcto agarre. Un cuchillo estándar de tipo chef es perfecto para esta tarea, pero también puede servirnos uno de sierra largo, tipo de pan, a la hora de lidiar con la corteza. Asimismo, el cuchillo pelador pequeño nos ayudará a pelar porciones de forma individual.

Cortar piña

Además necesitaremos trabajar sobre una superficie estable despejada, preferiblemente una tabla rígida de tamaño medio, gruesa y estable, limpia y sin olores extraños. Lo ideal es contar con una tabla que dediquemos exclusivamente a la manipulación de vegetales, evitando en ella alimentos demasiado fragantes como el ajo o la cebolla.

También es buena idea situar cerca un plato o fuente para ir depositando las partes desechadas de la piña, en lugar de ir acumulándolas sobre la tabla de trabajo. Como extra, no viene mal tener a mano el rollo de papel de cocina absorbente para ir limpiando posibles salpicaduras o jugos.

Cómo cortar o pelar la corteza de una pieza entera

Pelando la piña

El primer paso será retirar la base y el extremo de las hojas superior. No hay que apurar demasiado o nos tocará repasar ambos lados para retirar los restos de corteza y partes más duras y fibrosas. Estos cortes se hacen fácilmente con un cuchillo de sierra o de chef. Procura que sean rectos, en perpendicular al cuerpo de la piña, para lograr estabilidad al situarla erguida sobre la tabla.

Pelando la piña

Con cualquiera de los dos cuchillos mencionados, ve cortando secciones longitudinales paralelas desde arriba hacia abajo, de nuevo sin apurar en exceso, pero tampoco desperdiciando demasiada pulpa. La idea es pelarla a lo vivo, retirando también los ojos y posibles semillitas. Ve girando el cuerpo de la piña hasta rodearla por completo y dejarla completamente pelada.

Una vez hayas terminado, puedes repasar los pequeños restos de corteza o de ojos que hayan quedado.

Cómo cortarla en tacos o dados

Pelando Piña

Ahora que ya está limpia de corteza, puedes cortarla en rectángulos de pulpa mediante tajadas grandes verticales, de uno o dos dedos de grosor. Si al llegar a la sección del tronco vieras que está demasiado duro o fibroso, córtalo y deséchalo.

Para servir la piña en piezas de un bocado, corta cada una de estas secciones en lingotes alargados, y, a continuación, cada una de esas piezas en dados del tamaño deseado, procurando que salgan más o menos iguales. Lo más fácil es disponerlos todos en fila y pasar la hoja del cuchillo por todos en un mismo movimiento perpendicular.

Cortando piña en tacos

Este tipo de corte es muy versátil para servirla tal cual o añadirla a macedonias, copas de postre y ensaladas. También es la mejor forma de cortarla para formar brochetas y pinchos, y para saltearla en platos salados.

Cómo cortar y servir la piña en triángulos

Una manera muy vistosa y elegante de servir esta fruta es en triángulos gruesos que se puedan comer directamente con las manos, o usando un tenedor de postre si preferimos no mancharnos. La idea es usar la corteza para emplatar, evitándonos usar más vajilla y luciendo además más vistosa en la mesa.

Piña

Para ello podemos conservar las hojas, si no nos resultan demasido incómodas o si no están algo estropeadas, ya que deslucirían bastante. Realmente no aportan nada más que un toque tropical decorativo extra, así que podemos partir, de nuevo de un corte para desecharlas. Corta también el extremo de la base para que te sea más fácil manipular la pieza.

Sitúa la pincha de pie, en vertical, y córtala longitudinalmente, desde arriba, en dos mitades lo más perfectas que puedas. Ahora, corta ambas medias piñas por la mitad, para obtener cuatro cuartos. Si la piña es muy grande, podrías volver a cortar cada sección por la mitad, aunque necesitarás algo más de maña.

Pina6

Comprueba si el tronco central, que ahora es el extremo de cada sección, como si fuera un tejado a dos aguas, estuviera muy duro. Si la hoja del cuchillo lo atraviesa limpiamente sin dificultad, no será necesario retirarlo; pero si estuviera muy fibroso, símplemete quítalo atravesando cada sección de piña con un corte de un extremo a otro.

Dispón cada tajada de piña sobre su corteza y separa la pulpa de la piel, deslizado la hoja del cuchillo entre ambas partes en un movimiendo limpio recto. No retires la pieza de pulpa; ahora córtala en piezas paralelas. Si hemos quitado el tronco, tendremos cuerpos de pirámides en lugar de triángulos, pero a efectos prácticos es lo mismo.

Pina7

Para servirla, separa ligeramente cada pieza de forma alterna, sobre la propia corteza, que nos servirá de bandeja o plato. Es un método de corte y servicio muy utilizado también para el melón piel de sapo.

Cómo cortarla en rodajas simples

Si preferimos obtener secciones circulares, para servirla en discos, medias lunas o rodajas al estilo de la piña en almíbar en conserva, podemos partir de la pieza pelada o sin pelar.

Carpaccio

Con la piña sin corteza tan solo tendremos que colocarla tumbada sobre la tabla y, con un cuchillo preferiblemente de hoja ancha, sacar las secciones circulares del grosor que nos interese. Si el cuchillo está bien afilado y vamos con cuidado, podremos obtener láminas muy finas ideales para un carpaccio, en el que no nos hará falta preocuparnos por el tronco.

Pelando Pina

Otra opción más sencilla es partir de la piña con su corteza, sin la base ni el extremo de las hojas, para cortar rodajas atravesando dicho caparazón. Después podemos retirar la piel a mano usando un cuchillo pelador más pequeño, como si pelásemos una manzana. Si quieres retirar el núcleo central, puedes usar un cortador redondo o aro de emplatar.

Cómo pelar la piña nivel experto

Pelando una piña

Con algo más de maña puedes probar a pelar la piña como suelen hacer en los países tropicales para comerla directamente ensartada en brochetas, perfectamente limpia y muy vistosa. Para ello no tienes más que retirar la corteza apurándola al máximo para no retirar prácticamente nada de pulpa, para después extraer los ojos a cuchillo.

Ojos

Puesto que la piña sigue un orden geométrico muy claro, solo hay que delizar la hoja de un cuchillo afilado, pero más fino, en líneas paralelas, pero esta vez en diagonal a la piña, y siguiendo un movimiento de espiral. Puede hacerse de una vez o en secciones, mucho más fácil.

Con ayuda de un cortador

Pina Bebida

Finalmente, tenemos la opción de recurrir a un artilugio específico para cortar perfectamente la piña y extraer la pulpa sin lidiar con la corteza. Son los cortadores o vaciadores, un accesorio vertical que permite sacar con un movimiento circular de rosca toda la pulpa intacta, dejando dentro de la corteza el tronco central.

WMF Neutral Cortador de piña, Acero Inoxidable Pulido

WMF Neutral Cortador de piña, Acero Inoxidable Pulido

Con estos utensilios obtenemos así dos productos aprovechables, la fruta en sí misma y el caparazón, el cual podemos cortar en dos mitades -retirando el trondo- para usarlas a modo de bandeja o recipiente para servir, por ejemplo una ensalada o un arroz tropical. Y es un contenedor estupendo para cócteles y bebidas tropicales.

Pina Barbacoa

Cada maestrillo tiene su librillo; la piña no viene con manual de instrucciones y podemos enfrentarnos a ella de muchas otras formas, pero estas son las técnicas más sencillas y prácticas para aprovechar su deliciosa y saludable pulpa.

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Fotos | iStock - Unsplash - Pixabay - yto - ironypoisoning
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